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El primer ministro británico, Boris Johnson, realiza una declaración frente del número 10 de la calle Downing, en Londres, Reino Unido, el 7 de julio de 2022. Boris Johnson renunció como primer ministro británico y líder del Partido Conservador. (Xinhua/Li Ying)

Renuncia primer ministro británico Johnson

   LONDRES/Xinhua

Boris Johnson renunció el jueves debido a que se evaporó el apoyo para él en medio de una avalancha se renuncias relacionadas con un mandato plagado de escándalos.

Pero Johnson dijo que permanecerá en el cargo de primer ministro hasta que se elija a un nuevo líder Conservador.

“La voluntad del grupo parlamentario es clara y el proceso para elegir a un nuevo líder debe comenzar”, dijo Johnson en una declaración para el país, y agregó que el calendario para la elección de un nuevo líder será anunciado la próxima semana. El Gobierno de Johnson empezó a desintegrarse desde el martes cuando Sajid Javid y Rishi Sunak renunciaron a los cargos de secretario de Salud y secretario de Economía, respectivamente. El número de renuncias al Gobierno llegó hoy por la mañana a 50 con lo que el Gobierno quedó al borde del colapso.

En su discurso de renuncia, Johnson se lanzó contra el éxodo masivo al que describió como “instinto de rebaño”.

“Como hemos visto en Westminster el instinto de rebaño es poderoso y cuando el rebaño se mueve, este se mueve. Y, mis amigos, en política nadie es ni remotamente indispensable. Nuestro brillante  y darwiniano sistema producirá un nuevo líder”, dijo.

Pero los Conservadores han estado preocupados durante mucho tiempo por el hecho de que Johnson, quien dio a los Conservadores una victoria arrolladora en las elecciones generales de 2019, se ha convertido en un lastre por causa de una serie de escándalos que han erosionado la confianza en él y han ensombrecido el futuro político del partido para las próximas elecciones generales de 2024. El mes pasado, los Conservadores perdieron dos escaños cruciales en la Cámara de los Comunes en elecciones parciales.

Durante meses, Johnson y su Gobierno se han visto perseguidos por una serie aparentemente interminable de escándalos que acapararon los titulares.

Johnson se convirtió en el primer primer ministro británico en funciones de la historia en violar la ley tras recibir una multa de la policía por asistir a una fiesta en 2020 durante el confinamiento por la COVID-19. Los informes en el sentido de que él y sus empleados se divirtieron en Downing Street en los últimos dos años en fiestas que violaban la ley en las que se sirvieron bebidas alcohólicas enfurecieron al público británico.

Aunque recientemente sobrevivió a una moción de censura al interior del Partido Conservador por el llamado escándalo de “Partygate”, más de 40 por ciento de su propio partido votó en su contra  y las fuerzas que deseaban su partida cobraron fuerza luego de más revelaciones adversas.

El escándalo más reciente se produjo por causa del nombramiento por parte de Johnson del legislador Christopher Pincher como responsable adjunto de disciplina parlamentaria, a pesar de haber recibido informes sobre quejas formales presentadas por la presunta conducta sexual indebida de Pincher.

Stuart Wilks-Heeg, profesor de política de la Universidad de Liverpool, dijo a Xinhua que el  asediado primer ministro finalmente decidió renunciar el jueves pues agotó sus opciones, y que su renuncia generó un alivio temporal para este drama político de rápida evolución.

“Realmente se estaba quedando sin opciones. Como hemos visto, el número de ministros del gabinete y de ministros subalternos y otras personas involucradas en el Gobierno que presentaron su renuncia simplemente alcanzó niveles en los que fue imposible para él seguir adelante sin ofrecer su dimisión. Simplemente no pudo continuar como primer ministro. Se agotó su tiempo”, dijo.

“Así que, por el momento, en términos potenciales ese caos (en Downing Street) cesó”, dijo.

Pero Wilks-Heeg dijo que en su opinión las disputas no terminarán pronto y que quien gane la contienda por la dirigencia Conservadora tendrá por delante la desafiante tarea de reunificar el ahora muy dividido partido y de restablecer su credibilidad.

 

“Esto requiere tiempo. Si hay 10, 15 o 20 candidatos, esto requiere tiempo”. Tiene que haber una serie de votaciones entre los parlamentarios conservadores para llegar a dos individuos y después, esos dos nombres tienen que pasar a los miembros del Partido Conservador”, dijo.

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