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¿Porqué satanizar el empleo público?

El Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, salió al paso a las críticas que se hacen contra los gobiernos del FMLN, a los que responsabilizan de haber hecho la mayor contratación de empleados públicos.

Según publicaciones periodísticas, que utilizan como fuentes al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en los últimos diez años se han contratado 37 mil nuevos empleados, lo que significaría un gasto por salarios por valor de $1,265 millones.

Es preciso recordar que los organismos multilaterales, han venido propugnando desde hacer varios años el achicamiento del Estado, es decir, reducir el número de empleados públicos. “Hay que quitar la grasa del estado”, suele decir ante los medios de comunicación, un discurso que ha sido comparado por la derecha latinoamericana, que creen que la profundización del neoliberalismo es lo más conveniente para los países.

Lo anterior significa que en la medida que se reduce el Estado, es el sector privado el que se encarga de gestionar lo que aquel deja de hacer.

En El Salvador, ha habido una corriente porque el sector público se encargue de administrar las cárceles, la administración del agua y hasta la salud.

Por cierto, en los gobiernos del FMLN, en las áreas que más se ha contratado personal ha sido en seguridad y salud.

En informes del Gobierno, se asegura que en la administración del presidente Salvador Sánchez Cerén, es la que menos empleos públicos se han creado desde la firma de los Acuerdos de Paz.

Los informes detallan que durante la presente administración, hasta el mes de mayo de 2018, se habían contratado 5,705 empleados públicos, por lo que han pasado de 160,872 que se registraban en junio de 2014, a un total de 166,577.

Fue en el periodo de 2009 y 2014, en el primer periodo de gobierno del FMLN, que la planilla pasó de 136,874 empleados a 162,072, es decir, hubo 25,198 trabajadores más. Recordemos que en este periodo fueron contratados cerca de 10 mil docentes, que estaban en el programa Educo. Hubo contrataciones de personal médico y enfermería, entre otros, para desarrollar la reforma de salud y por la construcción de nuevos hospitales.

Además, hubo una buena cantidad de nuevos policías en el quinquenio, para completar la plantilla policial de acuerdo a parámetros internacionales.

Pretender acuñar que los gobiernos de izquierda han hecho su agosto en la contratación de sus militantes no solo es una falacia, sino además, una justificación para satanizar el empleo público.

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