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El Papa en su discurso al Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede. [Foto Vatican Media]

Papa Francisco: el abuso contra menores es uno de los peores y más viles crímenes

Vaticano / ACI Prensa / PL

El Papa Francisco aseguró una vez más, esta vez ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, que la Iglesia está trabajando para combatir y prevenir los crímenes de abusos contra menores.

“El abuso contra los menores de edad es uno de los peores y más viles crímenes posibles. Destruye inexorablemente lo mejor que la vida humana reserva para un inocente, causando daños irreparables para el resto de su existencia”, afirmó.

De este modo, el Santo Padre aseguró que la Santa Sede y toda la Iglesia están trabajando para “combatir y prevenir tales crímenes y su ocultamiento, para averiguar la verdad de los hechos que implican a eclesiásticos y para hacer justicia a los niños que han sufrido violencia sexual, agravada por el abuso de poder y de conciencia”.

Esto lo dijo al recordar que en este año se celebra el 30 aniversario de la proclamación de la Convención sobre los Derechos del Niño que calificó como “una oportunidad favorable para reflexionar seriamente sobre los pasos que se han dado para tutelar el bien de nuestros niños y su desarrollo social e intelectual, así como su crecimiento físico, psíquico y espiritual”.

“En esta circunstancia, no puedo callar ante una de las plagas de nuestro tiempo, que por desgracia ha visto implicados también a varios miembros del clero”, reconoció.

En ese sentido, recordó que ha convocado a una reunión del 21 al 24 de febrero con todos los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo para hablar sobre la prevención de abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia.

Esta reunión “pretende cumplir un paso más en el camino de la Iglesia para arrojar luz sobre los hechos y aliviar las heridas causadas por esos delitos”, afirmó.

– Con obispos de todo el mundo –

El Papa Francisco convocó una reunión de los Presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo para hablar sobre la prevención de abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia. La reunión tendrá lugar en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019.

Según informó la subdirectora de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Paloma García Ovejero, a los periodistas acreditados en un encuentro para explicar los temas tratados en la última reunión del Consejo de Cardenales que asesora al Papa en la reforma de la Curia, conocido como C9, el Santo Padre realizó esta convocatoria tras escuchar al Consejo de Cardenales.

Además, la subdirectora de la Sala de Prensa, leyó un comunicado del C9 en el que se señala que durante esta reunión “el Consejo ha reflexionado ampliamente junto con el Santo Padre sobre el tema del abuso, relanzando el comunicado ya difundido por la Sala de Prensa de la Santa Sede el pasado 10 de septiembre”.

En aquel texto los cardenales expresaban su plena solidaridad al Papa Francisco ante las acusaciones publicadas el pasado 25 de agosto por el ex nuncio en Estados Unidos, Mons. Carlo Maria Viganò, en una carta de 11 páginas en la que aseguraba que diversos sacerdotes, obispos, cardenales e incluso el Papa Francisco conocían de los abusos del ex cardenal Theodore McCarrick y actuaron negligentemente o lo encubrieron.

Los cardenales dedicaron una parte importante de los trabajos a realizar los últimos ajustes del borrador de la nueva Constitución Apostólica de la Curia Romana, cuyo título provisional es “Praedicate evangelium”. El Consejo remitió al Papa Francisco el texto provisional que, no obstante, aún debe ser sometido a una revisión de estilo y a una relectura canónica.

Como ya se había informado anteriormente, los cardenales pidieron al Papa una reflexión sobre el trabajo, la estructura y la composición del C9, teniendo en cuenta la avanzada edad de algunos de sus miembros.

Asimismo, los cardenales expresaron, una vez más, su plena solidaridad al Papa Francisco por todo lo sucedido en las últimas semanas a raíz de la carta de Mons. Viganò.

– Nacionalismos que socavan al multilateralismo –

El papa Francisco manifestó también  su preocupación respecto al auge de los nacionalismos, que debilitan el peso de las organizaciones internacionales.

«El resurgir de tendencias nacionalistas (…) mina la vocación de las organizaciones internacionales de ser un espacio de diálogo y encuentro para todos los países», subrayó el papa.

El sumo pontífice consideró que «esto es en parte debido a cierta incapacidad del sistema multilateral para ofrecer soluciones eficaces a las distintas situaciones que desde hace tiempo están pendientes de resolución, como algunos conflictos ‘congelados'».

Además, señaló que «en particular, (esto) es también el resultado de la creciente preponderancia de poderes y grupos de interés en los organismos internacionales que imponen la propia visión e ideas, desencadenando nuevas formas de colonización ideológica, que a menudo no respetan la identidad, la dignidad y la sensibilidad de los pueblos».

El papa argentino también hizo referencia al auge actual de los partidos populistas y nacionalistas, como ocurrió en la historia del periodo de entreguerras.

Concretamente dijo: «las tendencias populistas y nacionalistas prevalecieron sobre la acción de la Sociedad de Naciones. La reaparición de corrientes semejantes está debilitando progresivamente el sistema multilateral, con el fruto de una falta general de la confianza, una crisis de credibilidad de la política internacional y una creciente marginación de los miembros más vulnerables de la familia de las naciones».

– La paz en el mundo –

El papa Francisco saludó el lunes las que consideró señales significativas de paz en 2018 y expresó de nuevos avances a través del diálogo y la negociación en diferentes partes del mundo.

En el discurso ante los representantes del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el sumo pontífice mencionó en primer lugar ‘el histórico acuerdo entre Etiopía y Eritrea, que pone fin a veinte años de conflicto y restablece las relaciones diplomáticas entre los dos países’.

Francisco se refirió también al firmado por los líderes de Sudán del Sur, que permite la reanudación de la convivencia civil y la reactivación del funcionamiento de las instituciones nacionales, aunque señaló la persistencia de ‘graves tensiones y una pobreza generalizada’ en el continente africano.

Al referirse a otros conflictos, dijo que sigue con atención la evolución de la situación en la República Democrática del Congo y la de quienes sufren ‘la violencia fundamentalista, especialmente en Mali, Níger y Nigeria’, o por tensiones internas en Camerún, que con frecuencia siembran la muerte entre la población civil.

Saludó los ‘signos positivos’ en la península coreana donde la Santa Sede espera que en los diálogos se puedan ‘abordar incluso los problemas más complejos con una actitud constructiva que lleve a soluciones compartidas y duraderas, hacia un futuro de desarrollo y cooperación para todo el pueblo coreano y para toda la región’.

‘Lo mismo deseo para la amada Venezuela, que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la crisis política, social y económica, vías que consientan asistir sobre todo a los que son probados por las tensiones de estos años y ofrecer a todo el pueblo venezolano un horizonte de esperanza y de paz’, puntualizó.

La Santa Sede -manifestó Francisco- también espera que se reanude el diálogo entre israelíes y palestinos, para que finalmente se llegue a un acuerdo que responda a las aspiraciones legítimas de ambos pueblos, asegurando la convivencia entre los dos estados y el logro de una paz tan esperada y deseada.

El compromiso unánime de la comunidad internacional es más valioso y necesario que nunca para lograr este objetivo, así como para promover la paz en toda la región, particularmente en Yemen e Iraq, y al mismo tiempo para permitir la ayuda humanitaria a las poblaciones necesitadas.

Francisco estructuró una parte de su discurso a partir de aspectos esenciales del pronunciado en octubre de 1965 ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por su antecesor Pablo VI, quien ‘trazó los objetivos de la diplomacia multilateral, sus características y responsabilidades en el contexto contemporáneo’.

Al recordar que allí se evidenció también el vínculo entre el multilateralismo y la misión espiritual del Papa y la Santa Sede, el pontífice se refirió a temas como: ‘el primado de la justicia y el derecho; la defensa de los más débiles; ser puentes entre los pueblos y constructores de paz; y represando nuestro destino común’.

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