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El papa Francisco (al centro de blanco) saluda a los jóvenes voluntarios en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Cracovia, Polonia. (Fotografía Diario Co Latino/Bartosz Siedlik/AFP)

Papa clausura la JMJ con multitudinaria misa y anuncia próxima edición en Panamá

Por Kelly Velásquez

Cracovia/AFP

Con una misa multitudinaria, durante la cual pidió a los jóvenes que el Evangelio sea el «navegador» de sus vidas y la oración el primer «chat» de cada día, el papa Francisco clausuró el domingo en Polonia la 31ª edición de la Jornada Mundial de la Juventud, cuya próxima cita será en 2019 en Panamá.

El pontífice argentino partió con una hora de retraso, hacia las 19H30 locales, hacia Roma, tras una estadía de cinco días en Cracovia marcada por sus pedidos contra la guerra, por los refugiados y su conmovedor recorrido en el campo de exterminio nazi de Auschwitz.

El papa escogió como sede de la próxima edición de la JMJ a Panamá, en presencia del presidente panameño Juan Carlos Varela, ante una muchedumbre de jóvenes que festejaron el anuncio bajo una lluvia de confeti blanco.

«Anuncio con alegría que la próxima Jornada Mundial de la Juventud (…) será en 2019 en Panamá», dijo el papa argentino, lo que muchos latinoamericanos esperaban.

«El pueblo de Panamá se siente orgulloso de que el Santo Padre haya reconocido a nuestro país, cuyos valores de paz, diálogo y convivencia son similares a los que porta la JMJ», manifestó Varela en un comunicado.

El mandatario centroamericano, que acompañó a unos 1.800 jóvenes panameños que viajaron a Cracovia para participar en el evento que congregó a más de dos millones y medio de asistentes en la misa de clausura, anunció que aportará todo su apoyo para el éxito de la edición en su país.

«La JMJ es un poderoso llamado a los jóvenes para la construcción de un mundo mejor», añadió.

El Evangelio: un navegador, la oración un chat

A los jóvenes de todo mundo, que pasaron la noche al aire libre en el inmenso campo de Brzegi, a las afueras de Cracovia, el papa exhortó a que conviertan el Evangelio en el «navegador» de sus vidas y que la oración sea su primer «chat» del día.

El papa empleó ese original lenguaje informático en la homilía de clausura de la JMJ, ante dos millones y medio de personas, una cifra que la policía local no ha querido confirmar.

El Señor «espera que, entre tantos contactos y chats de cada día, el primer puesto lo ocupe el hilo de oro de la oración», dijo tras añadir que espera que el Evangelio «se convierta en tu ‘navegador’ en el camino de la vida», agregó.

El papa llegó al inmenso Campo de la Misericordia, a unos 12 kilómetros de Cracovia, a bordo de un papamóvil blanco, donde fue ovacionado y aplaudido por una masa entusiasta de jóvenes de todas las nacionalidades, acampados en plena naturaleza para compartir y meditar bajo las estrellas sobre fraternidad y fe.

Francisco recomendó a los jóvenes que rechacen la tristeza, «un virus que infecta y paraliza todo, que cierra cualquier puerta, que impide que la vida se reavive, que recomience».

Con el mismo tono, pidió a los jóvenes que empleen «la conexión más estable, la de un corazón que ve y transmite el bien sin cansarse», que además es «gratuita», agregó.

La víspera, en ese mismo campo, el papa urgió a la multitud de jóvenes a «no ser suplentes» en la vida y a no «vegetar» cómodamente en el «sofá», en un nuevo y original llamado a los católicos a construir un mundo más justo.

Un discurso que contenía muchas claves de su mensaje como jefe de la Iglesia católica, directo y en ocasiones también chistoso, con el que el papa argentino quiso sacudir las conciencias de los jóvenes y convertir el «Woodstock católico» en un momento de reflexión.

Panamá responderá al reto de organizar la JMJ en 2019

El cardenal panameño José Luis Lacunza manifestó que estaba seguro de que su país cuenta con la capacidad para organizar la Jornada Mundial de la Juventud católica del 2019, tras el anuncio hecho por papa Francisco durante la clausura del evento en Polonia.

«Muchos se preguntan si Panamá será capaz. Se lo preguntaron cuando recibimos el canal. Hemos sido capaces de administrarlo y hasta de ampliarlo», aseguró en el curso de una conferencia de prensa en Cracovia.

«Hemos asumido el reto de que Panamá sea puente del mundo y corazón del universo. Y en este caso de la juventud y sobre todo de la juventud de América Latina», aseguró.

Por su parte el arzobispo metropolitano de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, agradeció al papa Francisco por el anuncio que dijo va a ser «un bálsamo para nuestra región», azotada por la exclusión, pobreza, el tráfico de drogas y la trata de personas.

«Estamos convencidos de que la JMJ en Panamá será un bálsamo para esta juventud y un estímulo para que puedan reencontrar el camino de Dios», dijo.

«Lo que queremos es que se revitalice la juventud, en Panamá y toda América Latina», reiteró.

Para la jerarquía de la iglesia panameña, el papa los impulsa a asumir el reto de volcarse «a las periferias, tanto geográficas como íntimas».

«La JMJ en Centroamérica pretende ir a las periferias de esa juventud sedienta de oportunidades», aseguró Ulloa.

La primera edición en Centroamérica estará marcada seguramente por el estilo y el calor caribeños, «será una fiesta», prometió el obispo Ulloa.

El presidente panameño, Juan Carlos Varela, quien acompañó a unos 1.800 jóvenes de su país que viajaron a Cracovia para participar en el evento, garantizó en una nota todo el apoyo del gobierno.

«Nos pondremos a disposición de la Arquidiócesis de Panamá para trabajar conjuntamente en el éxito de la #JMJPanamá2019», resumió en un tuit.

«El pueblo de Panamá se siente orgulloso de que el Santo Padre haya reconocido a nuestro país, cuyos valores de paz, diálogo y convivencia son similares a los que porta la JMJ», explicó el mandatario en un comunicado.

«El gobierno va a poner la infraestructura y los medios que el evento requiera. Va a buscar los medios para que la juventud sea acogida como se lo merece», precisó por su parte monseñor Ulloa, que prometió será «una fiesta, una fiesta latina».

«El 2019 está a la vuelta, así que a aprender pasos de salsa, y llevar mucha alegría», admitió.

Se trata de la primera edición que se celebra en un país centroamericano. Panamá cuenta con una población de 3,6 millones de personas, en su gran mayoría católicos, aunque con un presencia cada vez mayor de iglesias evangelistas.

La JMJ suele acoger alrededor de dos millones de participantes y atrae en cada edición a cientos de miles de jóvenes de todas partes del mundo quienes participan en múltiples actividades de reflexión, además de eventos culturales y artísticos, lo que representa un verdadero desafío para ese país tan pequeño.

«Primero que todo quiero dar gracias a Dios. Es como un milagro. Doy gracias también al papa y al presidente por todo esto. Estamos superalegres. Es una bendición. ¡Dios mío, qué felicidad!», comentó a la AFP la panameña Ivana Urrutia, de 16 años, entre los asistentes a la gran fiesta de la juventud católica.

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