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Washington/Prensa Latina
El inicio de negociaciones para un pacto comercial y de inversiones entre Estados Unidos y Taiwán reaviva hoy las polémicas con China, al verlo como una provocación que socava su integridad territorial y soberanía nacional.
La primera ronda para los convenios debe ocurrir a principios de este otoño para supuestamente fomentar los intercambios, las buenas prácticas regulatorias, normas laborales, medioambientales y eliminar barreras discriminatorias, según reportan medios locales.
Los procedimientos comenzaron la víspera bajo los auspicios del Instituto Estadounidense en Taiwán y la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipéi, como continuidad de una iniciativa bilateral acordada el pasado junio.
China expresó su rechazo a estas conversaciones e instó a Washington a manejar de manera adecuada los nexos comerciales con la isla, así como respetar los intereses fundamentales de Beijing.
El portavoz del Ministerio de Comercio de la nación asiática, Shu Jueting, declaró que el principio de Una sola China es el requisito previo para que Taiwán participe en la cooperación económica exterior.
Las negociaciones ocurren días después de la visita a Taiwán de una delegación de cinco congresistas de Estados Unidos que siguió al polémico viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
Las autoridades de Beijing consideraron la estancia de Pelosi en Taipéi un acto que amenazó la paz y estabilidad regionales.
China ratificó que Taiwán es una parte indisputable de su territorio y denunció los intentos separatistas con apoyo exterior.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce el principio de Una sola China, un consenso respaldado por 181 países, incluido Estados Unidos, cuando establecieron vínculos diplomáticos con Beijing.
