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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Las mujeres son quienes se han visto más afectadas con la escasez y crisis del recurso hídrico; pues, debido al rol reproductivo y de cuidados impuestos en el hogar, muchas veces se ven obligadas a recorrer grandes distancias para abastecerse del líquido, afirmaron las representantes de las diferentes organizaciones que integran el Foro del Agua.
Karen Ramírez, de la Asociación PRO-VIDA señaló que una de las principales problemáticas de las mujeres es que debido al rol de cuido en el hogar, tiene la asignación de que, cuando no hay acceso al agua a través de tuberías, son ellas quienes deben trasladar el agua desde los ríos, quebradas o pozos hasta sus viviendas.
“Es una carga que sobrepesa en las espaldas de las mujeres y va en detrimento de sus derechos fundamentales, entorno a otras actividades que debería hacer, como la educación, el cuido mismo, sus horas de comida; muchas veces tiene que caminar largas distancias en situaciones de vulnerabilidad y donde han sufrido violencia, acoso sexual e intimidación por obtener el agua que es para toda la familia en el hogar”, afirmó.
Según Ramírez, una consideración equivocada es que las mujeres solo hacen las labores prácticas y operativas del agua; sin embargo, hay mujeres que están emprendiendo su lucha en la parte estratégica de la defensa del Derecho Humano al Agua en El Salvador, así como la defensa de los territorios, y se oponen ante un proceso sobre el tema de la depredación ambiental.
La representante de la Mesa por la Sustentabilidad del Medio Ambiente y el Agua de Ahuachapán (MESAMA), Sara Guardado externó que una de las grandes problemáticas para las mujeres en el área rural es el poco acceso a agua de buena calidad, esto debido al monocultivo de la caña de azúcar, que es el mayor contaminante en la zona.
Las integrantes del Foro del Agua afirmaron que es necesario crear mecanismos para asegurar la participación de las mujeres en la toma de decisiones en la gestión pública y comunitaria del agua, tanto a nivel local como de país. De acuerdo al Banco Mundial, a diario 125 millones de horas son utilizadas por mujeres, niñas y adolescentes en todo el mundo para acarrear agua.
