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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
En la misa celebrada en la Cripta de Catedral Metropolitana durante el domingo de la Ascensión del Señor, se enfatizó sobre el llamado de Monseñor Romero a ser partícipes de la Alianza Nueva que es Cristo, vivir con entereza y radicalidad el Evangelio, y con la confianza que Dios no abandona, sino que dará su auxilio; la fe no debe ser evasión, porque antes de ser creyentes se debe ser humanos.
“Celebremos la Ascensión del Señor, no con reminiscencias históricas acerquémonos con un compromiso presente, tal como soy, con mis pecados y mis miserias, con mis ilusiones y mis esperanzas, con mis proyectos fracasos; esta patria de El Salvador con su problemática tan difícil, con sus injusticias y sus atropellos, pero también con su gente que reza y espera”, expresó María Teresa Alfaro, integrante de la Comunidad de la Cripta Monseñor Romero.
La solemnidad de la Ascensión del Señor es celebrada 40 días después de la Pascua, marca el momento glorioso en que Jesucristo habiendo vencido la muerte y el pecado, asciende al cielo en presencia de sus discípulos, no se trata de una despedida, sino de la promesa “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
Previo a la celebración eucarística en la Cripta de Catedral se recordó la homilía del 1 de abril de 1979 donde el obispo mártir, señaló que Cristo es el autor de la Alianza Nueva porque entregándose al Padre en el sacrificio de la cruz, está ofreciendo en un corazón de hombre la plenitud de la justicia.
“Cristo es autor de nuestra alianza y garantía de toda nuestra esperanza porque ha resucitado, la resurrección es la prueba de que Dios ha aceptado ese sacrificio y le ha dado una nueva vida que no morirá más; Cristo no es un ser insensible, es un hombre de carne y hueso, de nervios y músculos como nosotros, que siente lo mismo que alguien cuando lo llevan a ese lugar de tortura”, recalcó.
En su momento invitó a tratar de comprender la religión cristiana no como un conjunto de verdades que se deben creer, o como un conjunto de mandamientos a cumplir, peor todavía, un conjunto de prohibiciones, cuando se mira la religión como dogma, leyes morales, y prohibiciones, las personas sienten fastidio.
San Romero destacó que lo atractivo de la religión cristiana es mirarla como una alianza, una historia que se va desarrollando en comunión de vida, con Cristo que es la plenitud de la vida.
