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@JoakinSalazar
Ante la recién aprobada propuesta de aumento al salario mínimo, de $0.20 centavos, por parte de los representantes de la Asociación Nacional de Empresa Privada y del Sector sindical, el padre Manuel Acosta, de la Parroquia Dulce Nombre de María, Chalatenango, aseguró que el Beato Oscar Romero, de estar con vida, afirmaría que es injusto y que eso “es chuparle la sangre a la gente trabajadora”.
El padre Acosta, en la acostumbrada misa dominical en la Cripta de Catedral Metropolitana, calificó de una injusticia y un pecado, la iniciativa de la empresa privada. “Es injusto e inhumano, se está pensando en el capital y no en la vida de las personas; se piensa más en las ganancias de las empresas que en la vida de los seres humanos”, explicó el párroco.
Para el religioso, el acuerdo del Salario Mínimo debe al menos responder mínimamente a que un salvadoreño pueda tener para vivir diariamente, comprar su canasta básica, tener sus gastos de medicina, tal como se está planteando. ”No se han tomado en cuenta las necesidades de la gente, lo cual es injusto así se ve desde el evangelio”, dijo. “Hay que buscar una discusión más amplia, con distintos sectores que no sean tres o cuatro que decidan esto, que no sea la gran empresa, o algunos sindicatos, realmente, al gobierno hay que llamarle la atención para que se ponga serio y que se posicione, está bien que diga que está en desacuerdo, pero también ellos son tomadores de decisión, ellos pueden hacer algo en esta línea”, opinó. El párroco, ante la feligresía, reafirmó que el aumento al salario mínimo es injusto, “acuérdese que esta es la raíz de los conflictos, que a los trabajadores y que al pueblo no se le tengan asegurado los servicios básicos, o no se les pague dignamente”, explicó.
Si monseñor Romero estuviera con vida diría que es injusto, esto es estarle chupando la sangre a la gente y no tiene nombre, es pecado, lo que es pecado ante Dios, necesita ser cambiado y que las personas tomen en serio este tema, finalizó el párroco.
En otros hechos, la misa en la Cripta de Monseñor Oscar Romero, estuvo dedicada al padre Fray Cosme Spessoto, como un símbolo de una vida sagrada, asesinado en Zacatecoluca, hace 36 años, porque denunciaba a las Fuerzas militares de actos arbitrarios, en San Juan Nonualco.
Apoyan al Arzobispo por oponerse al aumento de $0.20 al salario mínimo
La Comunidad de la Cripta de Monseñor Oscar Arnulfo Romero externó su apoyo a la postura del Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, quien calificó de injusto y pecado, la propuesta aprobada de aumento al Salario Mínimo por $0.20 centavos de dólar diario.
María Teresa Alfaro, representante de la Comunidad de la Cripta, explicó que la reacción que ha tenido el empresario cafetalero Alfredo Mena Lagos, representa la filosofía de los grupos empresariales de no querer reconocer el trabajo de la mano de obra salvadoreña.
Recientemente, el empresario Mena Lagos descalificó la postura de la Iglesia Católica de El Salvador aludiendo “que sabe el Chancho de plumas”, en respuesta a las declaraciones de Escobar Alas. Estas expresiones las condenó la comunidad de la Cripta.
“Para nosotros en la Comunidad, esa actitud amenazante, difamatoria de Mena Lagos, representa a ese grupo empresarial que no tiene razones de peso y argumentos para sostener eso que ellos quieren darle como aumento de remuneración a la gente”, explicó Alfaro. Para la Comunidad, los empresarios son prepotentes y arrogantes, que solo piensan en defender sus intereses. “Mena Lagos insultó, es un irrespetuoso, ante una posición coherente del Arzobispo”.
Alfaro dijo que la actitud del Arzobispo de San Salvador fue apegada a la conciencia laboral, la cual a su juicio es apegada al evangelio, motivo que llevó a la Comunidad de la Cripta a apoyar la iniciativa de Escobar Alas.
“Las empresas privadas tienen la capacidad de responder por lo que se les está pidiendo en el aumento al salario mínimo, las ganancias aquí son exorbitantes, los productos de consumo diariamente le aumentan su valor, y entonces cómo puede ser que estén en contra de no poder dar un salario justo, si su capacidad económica permite eso y más”, dijo. Para la Comunidad de la Cripta, que engloba a sectores laborales y sociales del país, la empresa privada debe responder a la petición del Gobierno y otorgarle al trabajador lo que es justo, un salario mínimo de $300 y $250 dólares para urbana y área rural o agrícola, respectivamente.
Finalmente, la Comunidad de la Cripta espera que la Ministra de Trabajo, Sandra Guevara, observe el decreto de Salario Mínimo aprobado por los sectores empleador y empleado, para que sea devuelta y se tome la propuesta del Gobierno, lo que representa un incremento justo al salario mínimo.
