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De igual forma, las determinaciones obstaculizan lazos con los nacidos en la isla radicados en Norteamérica y el proceso de reunificación familiar.
Las medidas asociadas a políticas como el bloqueo, impuesto desde hace casi seis décadas contra La Habana, además asestan duros golpes al sector ‘cuentapropista’ o privado en la nación caribeña, enfatizó Rodríguez.
El pasado miércoles ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el jefe de la diplomacia denunció que en el año 2020 el Hobierno norteamericano sumó a la pandemia de Covid-19 ‘como aliado en su despiadada guerra no convencional’ contra la isla.
En ese tiempo, recrudeció, de manera deliberada y oportunista, el cerco económico, comercial y financiero; y provocó al país pérdidas por alrededor de cinco mil millones de dólares, dijo.
Durante su presidencia Donald Trump (2017-2021) aplicó 243 medidas coercitivas unilaterales para restringir el arribo de viajeros estadounidenses y perjudicar terceros mercados turísticos.
De igual forma, adoptó decisiones ‘propias de tiempo de guerra para privarnos de suministros de combustible; persiguió los servicios de salud que prestamos en numerosos países; e incrementó el acoso a las transacciones comerciales y financieras’, agregó el titular.
Todas estas disposiciones continúan vigentes y conforman la conducta de la administración de Joe Biden, justamente en los meses en que Cuba experimentó el mayor incremento de infectados, el número más alto de fallecidos y un efecto económico superior de la Covid-19.
Como significó Rodríguez, una amplia mayoría de los estadounidenses apoya el levantamiento del bloqueo y su libertad de viajar a la isla, en tanto los cubanos residentes en este país desean relaciones normales y bienestar para sus familias.
