“El Salvador despierta ante la corrupción y exige justicia, no puede ser que centenares sean despedidos bajo la excusa de ser malos trabajadores”
Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino
Con cacerolas y cucharas en manos, el Movimiento para la Defensa de la Clase Trabajadora (MDCT) llevó a cabo un acto de protesta en rechazo por los más de 22 mil empleados despedidos del sector público durante el año 2025, entre ellos, dos mil personas que fueron cesados de sus puestos en el hospital Rosales, quienes recibieron sus cartas de suspensión de plaza el pasado 23 de diciembre.
Según los organizadores del cacerolazo por otra Navidad, pese a que durante todo este año han sido despedidos 22,368 empleados de las diferentes instituciones públicas, a la actividad de protesta pacífica solo llegó una decena de los afectados a mostrar su rechazo por esta medida del gobierno.
“De nada sirve cacerolazos si la gente no denuncia, a la mayoría los invadió el miedo y el conformismo, las luces de colores invaden nuestros dolores, hasta que la última familia y ser humano llegue a ser víctima del régimen, hasta que toquemos fondo, sólo entonces reaccionará el pueblo”, recalcaron.
Silvia Navarrete, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de Salud (SITRASALUD), dijo que a esta actividad de protesta se unieron diferentes expresiones del movimiento social y popular que han sido víctimas de las violaciones a los derechos humanos y laborales, para denunciar el gobierno nefasto de Nayib Bukele.
Señaló que en este momento el gobierno está desmantelando todo el sistema nacional salud, el primer hospital que ha sido víctima de este proyecto es el hospital Rosales, el más grande y de referencia en el país, donde se atendía a pacientes en las diferentes especialidades.
“Esta es una pérdida para el pueblo porque si bien es cierto se están violentando los derechos de la clase trabajadora, también se le está negando el derecho a la salud a la población salvadoreña, a dónde irán las personas de escasos recursos que tenían sus consultas con los diferentes especialistas en el Hospital Rosales, el Hospital Rosales ya no existe estamos de luto”, sostuvo.
Entre tanto, Vicente Cuchilla, catedrático de la Universidad de El Salvador (UES), explicó que el movimiento popular y sindical fueron convocados al monumento de la Constitución, la cual es violentada cada día por este régimen represivo de Nayib Bukele.

El catedrático externó que repudian el despido injustificado de trabajadores de diferente sectores públicos. Es el segundo año que el gobierno “ilegítimos” de Bukele hace este tipo de acciones en contra de la clase trabajadora.
“Estos días de Navidad son para compartir entre familia, sin embargo, este presidente y sus allegados lo dedican a hacer sufrir a la clase trabajadora y sus familias, el mes de diciembre este gobierno lo dedica a hacer sufrir, este es una navidad negra, triste y amarga, mientras ellos se llenan los bolsillos”, manifestó.
Cuchilla hizo un llamado a los despedidos a superar el miedo y denunciar las graves violaciones a derechos laborales y sociales, el pueblo no puede estar feliz con despidos arbitrarios en Salud y Educación, no puede ser que centenares sean despedidos bajo la excusa de ser malos trabajadores”, externó.
El Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP) enfatizó que el 2025 cierra con una ola de despidos en el sector salud sin precedentes en la historia nacional, más de 2,000 personas empleadas de diferentes especialidades fueron despedidas del Hospital Rosales y de otras instituciones públicas de salud.
“El sector salud es uno de los más golpeados por el régimen, este año fueron cerradas 50 unidades de salud familiar, aumentó la escasez de medicinas y disminuyó en -3.3% el rubro de atención a la salud y asistencia social, con este golpe de fin de año los servicios de salud empeorarán”, recalcó el BRP.

Al mismo tiempo que despide a médicos, enfermeras y otro personal de salud, el gobierno impulsa un proceso de privatización de la salud que afectará aún más a la mayoría de la población y hará más ricos a los dueños de clínicas y laboratorios privados.
A criterio del BRP, el 2026 apunta a ser un año peor que el 2025, pues habrá recortes presupuestarios en muchas áreas de la salud y en otros ministerios, es decir, continuarán los despidos y el deterioro de los servicios sociales.
Indicó que para detener esta medicina amarga prometida por Bukele, es fundamental la organización del pueblo y el aumento en la lucha popular, solo el pueblo organizado puede garantizar la defensa de los derechos laborales, el acceso a la salud y a los demás servicios públicos.

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