Saúl Méndez
Colaborador
El movimiento ResistenciaDigitalSV convocó a usuarios de redes sociales a sumarse a un plantón digital en solidaridad con las madres buscadoras, programado para los días 11, 12 y 13 de septiembre. La iniciativa busca posicionar el hashtag #JusticiaParaLosDesaparecidos, acompañado de fotografías o videos de personas desaparecidas, como una forma de protesta y homenaje a la memoria de las víctimas.
La acción surge frente al silencio y la inacción de las autoridades, que según denuncian continúan negando acceso a la justicia y obstaculizando los procesos de búsqueda.
“A partir de este día iniciamos un plantón digital; es decir, utilizaremos todas nuestras redes sociales, de activistas y creadores de contenido, para visibilizar los casos de las personas desaparecidas, con la esperanza de que esto tenga eco en las autoridades y que la paz, al fin, pueda llegar a las madres”, señaló el movimiento.
Cualquier salvadoreño puede sumarse a la iniciativa publicando un video, una fotografía o un texto en sus redes sociales con el hashtag #JusticiaParaLosDesaparecidos.
Silencio institucional
Las madres buscadoras aseguran que, pese a sus esfuerzos, las autoridades les han negado sistemáticamente el derecho a conocer el paradero de sus hijos. Denuncian que los trámites y protocolos oficiales no conducen a resultados concretos.
“Hay un clamor que necesita ser escuchado y atendido con urgencia. Detrás de ese clamor está el dolor silencioso de quienes enfrentan la indiferencia, la soledad, el miedo y la falta de recursos para traer de vuelta a casa a sus hijos”, expresaron voceros del movimiento.
Entre los casos que buscan visibilizar están el de José Rafael Mejía Chicas, de 20 años, desaparecido en 2015 y que soñaba con ser enfermero; Rafael Antonio Marroquín Gudiel, de 17, desaparecido también en 2015 y con el sueño de abrir un taller automotriz; y Carlos Santos Abarca, de 24, desaparecido en 2022, quien aspiraba a convertirse en psicólogo.
El movimiento advierte que el Estado no puede seguir ignorando a las familias que, en su búsqueda, han visto afectada su salud, sus empleos y sus ingresos. “Exigimos a las autoridades garantizar los derechos de las familias de personas desaparecidas, abrirse al diálogo y cumplir con su deber de prevenir e investigar las desapariciones”, señalaron.
Patricia Gudiel, Margarita Rivas y Eneida Abarca, madres que perdieron a sus hijos y que, pese al dolor, no dejan de buscarlos. En su recorrido, enfrentan amenazas, violencia y desgaste físico y emocional. Pegan afiches en muros y postes, aunque pronto son arrancados por desconocidos; publican súplicas en redes sociales y, con frecuencia, reciben insultos en lugar de apoyo. Sin embargo, persisten.
Las familias también son víctimas directas de la desaparición. Viven con secuelas emocionales profundas y ven alterada su vida cotidiana. “El Estado tiene la obligación no solo de procesar a los responsables, sino de garantizar reparación a las víctimas”, enfatizó el movimiento.
La exigencia de las madres es clara: se requieren acciones concretas. “Lo que está en juego es la vida y la esperanza de miles de personas. El primer paso para resolver esta crisis es reconocer que no se está haciendo lo suficiente. Se necesita acceso a la justicia y al derecho a ser buscado”, reiteraron.
El movimiento llama a la ciudadanía a ser empática y solidaria con el dolor de las familias. “Ponernos en sus zapatos y exigir respuestas es un deber. Las madres mantienen la esperanza de encontrar a sus hijos y son un ejemplo de fortaleza. Ojalá las autoridades abran el corazón y actúen para darles paz”, añadieron.
“Detrás de cada persona desaparecida están las víctimas indirectas: madres, padres, hermanos e hijos, a quienes también se les arrebata la posibilidad de vivir en paz”, concluyó el movimiento.
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