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PUERTO IGUAZÚ/Xinhua
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió este martes a “concluir” el acuerdo de libre comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), aunque pidió a sus homólogos del bloque una “respuesta rápida y contundente” a la “inaceptable” exigencia ambiental presentada por los europeos. “Me comprometo a concluir el Acuerdo con la Unión Europea, el cual debe ser equilibrado y asegurar el espacio necesario para la adopción de políticas públicas a favor de la integración productiva y la reindustrialización”, dijo el mandatario brasileño durante su participación en la LXII cumbre de Jefes de Estado del Mercosur en la ciudad argentina de Puerto Iguazú (noreste).
Del encuentro también participan el mandatario anfitrión, Alberto Fernández, y los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Mario Abdo, este último acompañado por el presidente electo de ese país, Santiago Peña, quien asumirá el cargo en agosto.
También asistió el presidente de Bolivia, Luis Arce, país que se encuentra en proceso de adhesión.
El bloque mantiene conversaciones con la UE tras un acuerdo firmado en 2019 después de 20 años de negociaciones, aunque está pendiente de ratificación por las dos partes.
A ello se sumó una cláusula ambiental que propuso Bruselas este año, con sanciones en caso de incumplimiento, algo que Brasil ha considerado “inaceptable”.
“Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones. Es por lo tanto imperativo que el Mercosur presente una respuesta rápida y contundente”, afirmó Lula da Silva.
El mandatario anunció que durante la presidencia del bloque por los próximos seis meses Brasil prevé “explorar nuevos frentes de negociación con socios como China, Indonesia, Vietnam y países de Centroamérica y el Caribe”.
Resaltó que “con la compañera Dilma Rousseff al frente del banco BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), se abren nuevos horizontes para el Mercosur para reducir las asimetrías de sus miembros”.
Brasil ocupa la presidencia del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), liderado por el grupo de los BRICS, mientras que otro país miembro asumirá el cargo en julio de 2025.
En ese contexto, Lula da Silva defendió la posibilidad de adoptar “una moneda común para realizar operaciones de compensación” entre los países del bloque, algo que, según aseguró, “contribuirá a reducir costos y facilitará aún más la convergencia”.
“Me refiero a una moneda de referencia específica para el comercio regional, que no eliminará las respectivas monedas nacionales”, puntualizó el mandatario.
