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El Tecleño Memorioso
Examinando las desgastadas hojas de mi cuaderno de Ciencias Sociales de sexto grado, descubro en ellas, importantes apuntes sobre la vida pastoral de fray Esteban de la Trinidad Castillo O.F.M, así como su valioso aporte a la fundación de nuestra ciudad.
Fray Esteban de la Trinidad Castillo nació un 26 de diciembre de 1807 en San Salvador; fruto del matrimonio de Leonardo Castillo (+), y Cayetana Alegría (+), a quien se le relacionó genealógicamente con el cronista y conquistador español Bernal Díaz del Castillo.
De la formación académica de fray Esteban nada se sabe, solo su virtuosidad por la música; inculcado por su progenitora y hermano mayor; a los 9 años produce algunas sonatas; a los 12 es asignado al cargo de maestro de capilla en la Iglesia La Merced, en el Centro Histórico de San Salvador, el que ejerció hasta 1821.
A los 16 años se trasladó a Guatemala de la Asunción en 1823, donde ocupó el cargo de maestro de capilla de la Iglesia de San Francisco, ahí toma las vestiduras de fraile menor y continua sus estudios eclesiásticos hasta 1824 en el que asume los hábitos franciscanos a sus 17 años.
A consecuencia del terremoto del 16 abril de 1854 que destruyó San Salvador, se trasladó a Santa Tecla, junto a otros frailes con el objetivo de edificar una ermita; fue testigo de los actos fundacionales de la Nueva San Salvador, efectuados los días 24, 25 y 26 de diciembre del año en mención. En 1855 inició la construcción de un convento y capilla dedicado a la devoción a San Antonio, con el apoyo del Dr. José Ignacio Zaldaña, quien era el cura rector de San Salvador.
Dicha capilla es considerada el primer templo católico construido en la Ciudad de Las Colinas, bendecido y abierto al culto de los tecleños un 24 de diciembre de 1855, lo que dio nombre al barrio donde se ubica, esta estructura al igual que otras de esa época fenecen en el terremoto del 13 de enero de 2001. Cabe señalar que el obispo Tomás Miguel Pineda y Saldaña designó a fray Esteban Castillo como cura párroco de la Nueva San Salvador, cargo ejercido hasta enero de 1860 y vuelto a ocupar por el fraile en mención de abril a junio del mismo año.
Fray Esteban de la Trinidad Castillo, se convirtió en el conductor de almas del pueblo, caracterizado por sus dotes humanos y cristianos, que le hicieron ganarse el cariño de la feligresía de la época, su labor pastoral se ve interrumpida en 1861 al ser escogido a la Prelatura (dignidad eclesiástica conferida por el Papa), del Convento Franciscano en Guatemala, ya que su antecesor asciende a la silla episcopal de Comayagua, República de Honduras.
En 1863 retornó a El Salvador en el marco de una guerra civil, por lo que perseveró decididamente a lograr la paz entre los bandos en conflicto, alcanzando el cese de hostilidades. En 1864 viajó nuevamente a Guatemala a la edad de 65 años, para asumir el cargo de vicario de la orden franciscana, de donde ya no volverá a tierras tecleñas.
Fray Esteban de la Trinidad Castillo, muere en julio de 1875 en Ciudad de Guatemala, por lo que, ante tal suceso, las autoridades edilicias de Santa Tecla acuerdan colocar su retrato en 1884 en el salón de sesiones de la comuna.
En la próxima y última entrega conoceremos a otro magno de la Ciudad de Las Colinas, quien se caracterizó en vida por sus conocimientos ingenieriles, que hicieron de esta urbe la mejor de todas.
