Redacción Nacionales
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La Fundación Comunicándonos y la Asociación Salvadoreña para los Derechos Humanos (ASDEHU), que integran a la Mesa Contra la Impunidad de El Salvador (MECIES), anunciaron que la lectura de la sentencia condenatoria en el caso de los cuatro periodistas holandeses se realizará este jueves 3 de julio, a las 2 de la tarde, en la sede judicial de Chalatenango.
El pasado 3 de junio, la jueza del Tribunal de Primera Instancia de Dulce Nombre de María, Chalatenango, falló en contra de tres militares de alto rango durante el conflicto armado de los años ochenta, quienes deberán purgar 15 años de prisión, además de perder sus derechos ciudadanos y deberán responder civilmente por el delito.
Asimismo, la sentencia contempla una condena al Estado salvadoreño por “retardación de la justicia”, por lo que deberá dar un pronunciamiento público a familiares de las víctimas y la población en general.
Jornada de 10 horas del jurado de conciencia
Un jurado compuesto de ciudadanos salvadoreños tuvieron acceso a evidencias y testimonios sobre el asesinato de los periodistas Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Han ter Laag, quienes fueron emboscados y asesinados el 17 de marzo de 1982, en el contexto del conflicto armado de El Salvador.
Los cuatro periodistas de IKON tv, una televisora pública de Países Bajos, vinieron al país para documentar la situación política que vivía El Salvador, y según el Informe de la Comisión de la Verdad ese 17 de marzo de 1982 fueron emboscados y asesinados.
Los cuatro periodistas holandeses eran acompañados por 5 ó 6 guerrilleros del FMLN, porque se dirigían a realizar unas entrevistas a los mandos de las fuerzas insurgentes para documentar su reportaje sobre la situación política y militar del país, cuando fueron emboscados por una patrulla del Batallón Atonal de la Fuerza Armada (FAES).
Sobre los militares implicados se encuentran el exministro de Defensa, general José Guillermo García, ministro de defensa de aquella época, el coronel Francisco Morán, quien fungía como director de la Policía de Hacienda (PH) y el excomandante de la 4a Brigada de Infantería, con sede en El Paraíso, Chalatenango, coronel Mario Adalberto Reyes Mena, a quienes se les encontró culpables del asesinato en perjuicio de los periodistas holandeses.
En cuanto al asesinato se ha documentado que el atentado a la vida de los periodistas Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Han ter Laag, fue planificado y cometido por varias instancias militares que inició con el interrogatorio del director de la Policía de Hacienda.
Posteriormente, el director de la PH dio la información a inteligencia militar, para que luego el Estado Mayor avalara el operativo de la emboscada y la ejecución por parte del Batallón Atonal, que estaba asentado en la 4ta Brigada de Infantería, con sede en El Paraíso, Chalatenango.
Sentencia histórica contra la impunidad
Para la Mesa Contra la Impunidad de El Salvador (MECIES), esta sentencia marcó un “precedente histórico e inédito en la historia de El Salvador”, dado que es el “primer crimen de lesa humanidad consignado en el Informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas (ONU) que alcanza una condena judicial”.
Asimismo, es la primera condena penal para tres miembros del Alto Mando militar de la época del conflicto, a quienes se les comprobó “graves crímenes” que fueron cometidos durante el conflicto armado”, en donde se evidenció que el asesinato fue por una “acción deliberada, premeditada y planificada“, por militares de alto rango, ejecutada por el Batallón Atonal, con el fin de “silenciar a periodistas e intentar acallar la prensa libre”, según la MECIES.
Del mismo modo, la MECIES considera que esta “sentencia histórica contra la impunidad da esperanza a otros casos de graves violaciones a los derechos humanos“, los que fueron cometidos durante el conflicto armado, al permitir la posibilidad de utilizar este veredicto para obtener justicia y la verdad como en el magnicidio de san Oscar Arnulfo Romero el 24 de marzo de 1980.
Las masacres emblemáticas contra población civil como El Mozote y sitios aledaños (1981), El Calabozo y lugares aledaños (1982), la desaparición forzada de las hermanitas Ernestina y Erlinda Serrano Cruz (1982 Operación Limpieza), los Padres Jesuitas (1989), así como la desaparición forzada de adultos y la tortura generalizada entre otros crímenes de lesa humanidad.
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