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Barcelona/dpa
Inspirada por la Premier League inglesa, remedy la Liga española de fútbol probará mañana su particular «Boxing day» o, lo que es lo mismo, una jornada de fútbol entre las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Un cuarto de siglo después del último precedente, el campeonato español obliga a los futbolistas a saltar a la cancha para jugarse los tres puntos de la décimo séptima fecha justo antes de que concluya el año y ver cómo le sienta a un torneo de lo más apretado ahora.
Después de proclamarse campeón del mundo de clubes la semana pasada en Japón, el Barcelona regresa a la Liga con la intención de secundar su quinto título de la temporada con una victoria ante el Betis que reafirme su liderato en la competición doméstica.
El Atlético de Madrid se lo puso en bandeja en la pasada fecha cuando, en ausencia de los azulgrana, tropezó ante el Málaga y dejó pasar la oportunidad de sacar a los dirigidos por Luis Enrique tres unidades de ventaja.
Sin ni siquiera jugar, el Barcelona mantuvo la cabeza de la Liga con los mismos 35 puntos que cuentan los rojiblancos, que mañana visitarán la cancha del Rayo Vallecano.
El equipo dirigido por Paco Jémez fue, precisamente, la última víctima de un Real Madrid que, pese a la sonrojante goleada que le endosó a su modesto vecino y al recorte de puntos que protagonizó respecto a sus principales rivales, sigue convulsionándose.
Rafael Benítez, su entrenador, pasó las fiestas leyendo cómo los diarios españoles anticipaban su sentencia, después de que los blancos firmaran el 10-2 ante un equipo que jugó con nueve hombres durante una hora.
Algunos medios aseguraron que Benítez ni siquiera llegaría al «Boxing day» español. Otros, que el duelo de mañana frente a la Real Sociedad decidirá su continuidad al frente del banco blanco, lo que llevó hoy a Benítez a denunciar «una campaña» en su contra.
«Lo que está claro es que hay una campaña contra Florentino, contra el Real Madrid y contra el entrenador. Todo lo que puede ser criticable se critica y lo que no se manipula», lanzó molesto el técnico español en la rueda de prensa.
«La campaña está clara y yo tengo que tomar mis decisiones y la interpretación que haga cada uno depende del interés que tenga en hacer daño. Los intereses del Real Madrid son diferentes a los de muchos medios de comunicación. El equipo hace cosas muy bien y otras no tan bien. Ha de centrarse en ganar mañana. Mi interés es que el equipo lo haga bien y que los aficionados disfruten», aseguró.
Mientras el Barcelona acumula títulos con un juego que cada vez gana más adeptos, el Real Madrid sigue sin encontrar la tecla que le permita explotar todo el potencial de sus enormes jugadores.
El portugués Cristiano Ronaldo, el galés Gareth Bale y el francés Karim Benzema están aún lejos de acercarse a las cifras del fabuloso tridente ofensivo de los azulgrana que, pese a contar un partido menos, aún aventajan en dos puntos al equipo blanco.
El argentino Lionel Messi, el uruguayo Luis Suárez y el brasileño Neymar confirmaron en Japón su importancia en un equipo que también supo sobrevivir sin alguno de ellos.
Ante el Betis, puede que Luis Enrique tenga que prescindir de nuevo de Neymar, que se marchó de vacaciones a su país resintiéndose de la pequeña lesión muscular que le impidió jugar, entre otros partidos, las semifinales del Mundial de clubes.
Con o sin el brasileño, el objetivo del Barcelona es el mismo que ya anunció Suárez justo después de lograr el quinto título de 2015 en Japón: no emular el declive protagonizado la temporada pasada por el Real Madrid tras proclamarse campeón del mundo de clubes.
Luis Enrique se negó por ello a trazar hoy un balance del 2015 y afirmó que la temporada apenas está por la mitad. «Prefiero hacerlo a finales de temporada, cuando se deciden los títulos. Soy muy soso para esto. Estoy contento por lo vivido, pero ahora estamos a medio curso», señaló. No obstante, afirmó que lo ganado «ya forma parte de la historia del club».
El Betis, que no pudo pasar del empate a cero en la pasada fecha ante el Sevilla y ocupa la undécima posición de la Liga, firmaría en tanto una nueva igualada, como las que ya lograron Valencia y Deportivo en las dos últimas fechas de los azulgrana en la Liga.
La jornada, recuperada por los dirigentes de la Liga para intentar competir en cifras con la Premier League y aceptada por el sindicato de futbolistas españoles con reticencias para ayudar a la selección española en su preparación para la Eurocopa de Francia 2016, se completará con los enfrentamientos Levante-Málaga, Sevilla-Espanyol, Eibar-Sporting, Getafe-Deportivo, Celta-Athletic y Las Palmas-Granada. Y el 31 cierra la fecha el Villarreal-Valencia.
