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La democracia en Rosa Luxemburgo

Rossel Montes

Filosofo hondureño

 

El pensamiento de Rosa Luxemburgo ha creado en las últimas décadas la posibilidad de hacer un  re-planteamiento general sobre  la creación de una alternativa a las posturas predominantes en el marxismo, ante el marxismo-leninismo, un marxismo-maoísmo, un trotskismo, un guevarismo, un castrismo y todos los ismos habidos y por haber, pero todos tenían o tienen algo en común: su parcial o total adherencia al pensamiento de Lenin. El edificio teórico-práctico creado por el bolchevismo para la toma del poder político , la creación teórico-práctico del partido-revolucionario, de militantes “profesionales “dedicados las 24 horas a la causa de la revolución, y una estructura rígida, elitista para algunos y todo poderosa para otros; fue el legado de Lenin como teórico, dirigente político y marxista. La sobrevaloración del leninismo vino acompañada por varios factores: el papel del individuo en la historia como lo menciono el padre el marxismo Ruso, Jorge Plejanov, es decir, “la genialidad” , claridad, y pericia de Lenin para darle respuesta a los problemas prácticos y teóricos que la lucha revolucionaria de la Rusia zarista daba en cada momento. Otro factor fue la toma del poder en 1917 y la instauración del primer Estado “marxista” sobre la faz de la tierra. Esos factores fueron predominantes y casi determinantes para que el pensamiento de Rosa Luxemburgo fuera hecho a un lado y casi ninguneada a lo largo del siglo XX por un marxismo que se comportó de forma sectaria, muy parecido a las sectas calvinistas del siglo XVII , en ese sentido como bien lo dice el filósofo español Francisco Umpierrez Sánchez, la izquierda radical aunque se declare “atea y materialista” de cabo a rabo nunca pudo zafarse del pensamiento religioso que es dogmático por antonomasia y lo más lamentable de todo, es que, en pleno siglo XXI, la izquierda sigue anquilosada en los postulados del siglo XIX y XX.

 

La democracia siempre ha sido un real problema de las sociedades, pues la imposibilidad para erigir sociedades realmente democráticas, es decir, en su sentido radical, como poder popular, donde las grandes mayorías, sean protagonistas, como sujetos históricos, y no como lo entienden los partidarios de una democracia elitista; como objetos sociales, a los cuales se les impone el sistema político donde han de vivir.

El pensamiento de Rosa Luxemburgo ocupa un lugar destacado en la historia del pensamiento socialista y del marxismo y del denominado socialismo democrático. Siendo la única en todo el siglo XX que no sería una “marxista leninista” postura excesivamente predominante en el marxismo del siglo XX que peco de sectario, dogmático y talmúdico respecto de la forma acrítica de apropiarse de las posturas y lecturas que sobre la realidad harían los clásicos del marxismo.

El pensamiento de Rosa Luxemburgo se desarrolló a comienzos del siglo XX, lugar del partido marxista (social-demócrata más grande de Europa y del planeta en ese momento histórico. Su primer aporte teórico será su tesis doctoral sobre el desarrollo del capitalismo en Polonia, su tierra, natal, y que será sometida por el imperio Zarista. Hay que recordar que sobre la cuestión de las nacionalidades Rosa tendrá con Lenin una agria polémica sobre el papel de las naciones a la autodeterminación, cuestión que no expondré aquí por cuestiones de espacio pero en ulteriores artículos lo haremos.

En su obra “reforma o revolución” polémica con Eduard Bernstein, teórico-fundador del ala blanda de la socialdemocracia, Rosa plantea de forma airada la necesidad e imposición ontológica de la revolución, ante la postura revisionista de Bernstein el cual planteaba la caducidad de algunas tesis centrales de Marx respecto a la naturaleza y movimiento del capitalismo como modo de producción hegemónico, es decir, Bernstein, aseveraba que el capitalismo ya no era el capitalismo que Marx había estudiado y que su tesis sobre el derrumbe del capitalismo y sus sucesivas crisis de sobre producción ya no eran factibles pues habían sido desmentidas por el desarrollo de las fuerzas productivas ya entrado el siglo XX en Europa. Obviamente la lectura que Berstein hacía de El capital de Marx era una lectura mecánica y unilateral, sobre todo oportunista, ya que si era cierto que el capitalismo europeo había dado muestras de un crecimiento macro, pues el capitalismo europeo estaba pasando a lo que el economista austriaco y marxista Rudolf Hilferding Había llamado en su obra “El capital financiero”  precisamente eso: el capital financiero como nueva modalidad del capital. Sobre dicho tema Lenin, Bujarin y Rosa volverán y explicaran la trasformación del capitalismo de “libre concurrencia” a un capitalismo de oligopolios y monopolios , la etapa imperialista del capitalismo estaba comenzando.

 

Para Rosa la necesidad de la revolución venia por causas mucho más profundas que los vaivenes de las crisis periódicas macro y micro del modo de producción capitalista, las causales  las revoluciones están explicitas en la obra marxiana, y no son otras que la ontología del cambio social, la dinámica intrínseca de los cambios societales que Marx había descubierto y que estaba en toda su obra y filosofía de la historia y que Rosa compartía por supuesto.

La postura sobre la revolución era compartida por el ala radical de la socialdemocracia Rusa, sobre todo por el bolchevismo(Lenin) . Para 1905 se da la revolución Rusa, en la cual se pondrán a prueba las tesis de Rosa y los bolcheviques y la teoría del partido tendrá que retroceder en alguna medida ya que de forma espontánea surgen los “Soviets”: Órganos de auto organización obrera, órganos de representación y ejercitación democrática.

Las severas críticas que Rosa le hizo en su momento a la teoría del partido de Lenin es de medular importancia y es prácticamente la esencia de las diferencias que los dos revolucionarios tendrán a lo largo de sus carreras y vidas político-marxistas. Mientras Lenin teorizó en su obra “Que hacer” sobre la necesidad de un partido altamente centralizado, jerarquizado y que hasta el joven Trotski dirigió sus críticas como una postura “burocrática” del concepción partidaria, lamentablemente el Trotski posterior renunciaría a estas posturas y diría que estaba equivocado y que Lenin Tenia la razón.

Trotsky al final de su vida regreso de forma tímida a las posturas de “democracia obrera” ante la bestialidad del Estalinismo. Hay que hacer notar que El Estalinismo, al menos su esencia bonapartista y jacobina ya estaba contenida en el partido”revolucionario”de Lenin, pues dicho partido altamente elitista, coadyuvó a la degeneración burocrática del proceso revolucionario mucho antes de la irrupción del Estalinismo como fenómeno contrarrevolucionario. Ejemplos y errores garrafales son la eliminación de la asamblea nacional constituyente y la masacre de Kronstandt en 1921 liderada por Trotsky. La preocupación entre masas, clase y partido siempre fue un tema de constante preocupación en Rosa y dicho tema esta íntimamente ligado a su postura integral sobre la democracia y la libertad la cual tomo como referencia las palabras de Marx de los estatutos generales de la primera internacional:…

que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos; que la lucha por la emancipación de la clase obrera no es una lucha por privilegios y monopolios de clase, sino por el establecimiento de derechos y deberes iguales y por la abolición de todo dominio de clase. Seria un error interpretar las posturas de Rosa sobre clase y partido como un ataque a la función y necesidad del partido revolucionario en si; o su des-valorización en la configuración en los procesos revolucionarios y sociales, su crítica es a la partidocracia y al centralismo burocrático, enemigo acérrimo de la democracia.

 

La defensa de la democracia, de las instituciones democráticas, por muy incipientes que estas fueran fue una postura constante en Rosa Luxemburgo. Rosa pensaba que la democracia formal era un escalón, una herramienta necesaria sine qua none para la configuración de la democracia socialista y hasta que esta democracia socialista no sea alcanzada la democracia formal con sus insuficiencias deberá ser defendida. En este sentido para Rosa la construcción del socialismo como liberación del hombre respecto de las esclavitudes históricas ,sin democracia, sin libertades públicas, simplemente es impensable. Rosa en este sentido se distanciaba y delimitaba su postura de la mantenida por Lenin y Trotsky y éste ultimo aseveró en algún momento que nunca fue un “fanático” de la democracia formal. La posición Leninista-trotskista fue la de anteponer democracia y dictadura y una renuncia total a la democracia, incluso a la incipiente “democracia formal” en nombre de la concepción de “dictadura del proletariado” que como demostró la experiencia histórica devino en una dictadura abierta desde que el partido se erigió como “la conciencia avanzada del proletariado y vanguardia”. A la democracia burguesa se le supera con mas democracia y no con dictadura;la construcción del socialismo solo puede ir acompañada de la mas abierta libertad de prensa, de reunión, de asociación, una fuerte opinión publica y libre y una amplia tolerancia para las mas diversas creencias; ilimitada libertad política y educación permanente para las masas.

 

Sobre Rosa nos dice el trotskista británico Tony Cliff de forma objetiva:

La principal crítica de Rosa a los bolcheviques fue que ellos eran responsables de restringir y minar la democracia obrera. Y en este punto, toda la trágica historia de Rusia prueba que ella estaba profética y absolutamente acertada.

Rosa recibe con mucho optimismo la revolución Rusa de 1917 pero también sometió a critica las posturas totalirarias-Jacobino-elitistas de los necesitan de la máxima democracia para desarrollarse, la máxima democracia en la vida pública y no la evaporación de la democracia, no la dictadura, no la implantación del terror rojo, sino una condición donde la más plena libertad, la cual precisamente ha sido negada a las masas explotadas por los constructos sociales e históricos. La libertad y la democracia nos dice Rosa:

 

“La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que éste sea) no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente”

 

El socialismo burocrático practicado en el siglo XX fue producto de muchos factores como bien lo menciona José López en su libro “Los errores de la izquierda y su libro” Reforma o revolución? Democracia. Donde el autor español hace un detallado y a mi manera de ver las cosas uno de los pocos estudios que existen sobre el marxismo y sus aciertos y des-aciertos, ya que se sigue produciendo más de lo mismo (desafortunadamente) pero también (y esto no es predominante) obras que están encaminadas a hacer una crítica severa al marxismo talmúdico y sectario pero también a las posturas oportunistas y reformistas de nuevo cuño.El socialismo burocrático se posibilitó no solo debido a  causas objetivas, es decir, al circunstancias socio-históricas y al contexto en el cual las revoluciones del siglo XX se desenvolvieron,como muchos teóricos marxistas, en especial los análisis trotskistas apuntan hacia ello, sobre que la degeneración burocrática de la URRS se debió al aislamiento en el cual se dio la revolución(factores objetivos) pero los trotskistas jamás explican los factores subjetivos, el papel de las ideas, la responsabilidad histórica de la vanguardia, las ideologías, la cultura etc. Explican muy bien el papel de la dialéctica de la subjetividad y la objetividad para la toma del poder en octubre pero esa dialéctica se evapora con malabares al momento de explicar la degeneración burocrática de la URRS y en dichos errores epistemológicos incurre León Trotsky en su obra “La revolución traicionada” obra donde hace un intento por explicar la degeneración burocrática de la URRS, pero donde incurre a análisis poco dialécticos y donde él, como líder político, como jefe del ejercito rojo,según él “no tuvo responsabilidad y culpa” en la degeneración burocrática de la URRS. Sobre dicha cuestión Rosa Luxemburgo se adelantó dos décadas en su folleto “La revolución Rusa”, donde la autora hace un análisis crítico sobre los logros y el significado histórico de la revolución. Para Rosa; la degeneración burocrática de la URRS estaba ligada de forma radical a la existencia del partido en la forma teorizada por Lenin en Que hacer?. En éste sentido Rosa se adelantó a explicar los mecanismos bajo los cuales la burocracia suplantó a la democracia obrera.

 

Definitivamente que la obra de Rosa Luxemburgo debe de ser estudiada de forma total y no parcial, ya que la Rosa que se nos ha enseñado ha sido una Rosa unilateral, acomodadas la diversas posturas marxistas predominantes en el siglo XX. A mi parecer, ante un Leninismo sobrevalorado, y en Honduras esto no ha escapado, un marxismo-leninismo anquilosado subdesarrollado es decir, momificado por los castristas, guevaristas y un Lenin reivindicado por un Trotskismo que se niega a abrirse ante los nuevos desafíos del siglo XXI y sobre todo ante los cambios ontológicos de la historia.

Es necesario en Honduras re-plantearnos los posibles escenarios de los cambios societales desde un marxismo que aún tiene mucho que decirnos, pero en su envoltura critica, pues el marxismo que se mantiene en su envoltura dogmática, no hace más que hacer imposibles los cambios democráticos y en este sentido Rosa Luxemburgo y la realización de la democracia socialista está más vigente que nunca.

 

Bibliografía

¿Reforma o revolución? Democracia: José López

La democracia en Rosa Luxemburgo. Pablo Slavin.

Rosa Luxemburgo. Tony Cliff

Rosa Luxemburgo y la democracia.  Juan Manuel Vera

 

 

 

 

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