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La corrupción y la necesidad de una auditoría de la deuda en El Salvador (II parte)

Carta Económica
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En el artículo anterior se realizó un análisis del estado actual de la deuda más allá del  estudio tradicional que realizan los Organismos Financieros Internacionales, quienes se concentran fundamentalmente en la relación entre la deuda del SPNF y el PIB.  Pero como se mencionó ese análisis no reflejaba la realidad del problema de la deuda del SPNF y la trampa de la deuda que tiene ya 10 años de estarse profundizando.

Para superar esa debilidad en el análisis de este problema, se introdujeron dos temas que permiten  tener una aproximación real de la problemática. En primer lugar, se incorporó la Deuda Previsional que tiene el Estado. Según cálculos propios sobre la base de los datos oficiales de las instituciones públicas (Ministerio de Hacienda y de la Superintendencia de Pensiones), la deuda previsional del Estado al año 2015, totalizaba $24,664 millones, esto hizo que la dimensión real de la deuda del SPNF sumara en el año 2015, $41,250 millones de dólares, ocasionando que la relación PIB con la deuda del SPNF se disparara al 158%; esto enciende una alarma roja de la gravedad de la situación de la deuda, lo anterior indica que el verdadero problema de la deuda, significa un 98.7% más de endeudamiento, en  relación a las cifras oficiales del Ministerio de Hacienda. Esta situación ahora es más grave, como resultado que la deuda del SPNF sin el tema previsional, al presente ha alcanzado una cifra superior a los 17,000 millones de dólares.

En segundo lugar, se introdujo en el análisis, el problema de la tendencia del servicio de la deuda, que según cifras oficiales,  entre el año 2000 y 2015, el Estado ha pagado un servicio de la deuda acumulado de $26,850 millones. El servicio de la deuda en el año 2000 fue de 813 millones de dólares, ya era una dificultad, esta representó casi el 6.2% del PIB, y para el 2015 el servicio de la deuda fue de $1,658 millones representando el 6.4% del PIB, lo que se observa es que esta relación todavía es manejable según argumentan los Organismos Financieros Internacionales y el Ministerio de Hacienda, esto debe verse con cuidado dado que el monto del servicio es un costo que actualmente las finanzas públicas no tienen capacidad de pagar, sino es endeudándose más para pagar intereses y principal, lo que significa capitalizar intereses y, por lo tanto, agravar el problema de la trampa financiera que esto significa.

Es por eso que en este apartado se realizará un análisis de la deuda y el servicio de  esta, con diversas variables que transparenta el problema de liquidez que tiene el Estado, llegando este a un nivel de deuda estructuralmente tan grave, que es virtualmente insostenible;  aunque el  Estado lo ha venido manteniendo con más deuda como ya mencionamos, teniendo a la población en una presión constante de reducción de los subsidios básicos y afectando los programas sociales; evitando que el Estado pueda ser un factor importante para generar empleo e inversión; además de mantener un presupuesto de carácter recesivo desde las perspectivas de crecimiento de la economía y crecientemente aplicando las medidas neoliberales clásicas que recomienda el FMI.

Primeramente se relaciona directamente la deuda y el servicio de esta con los Ingresos Tributarios del Estado en el periodo 2009 al 2015, sobre la base que es la fuente principal y casi exclusiva del Estado para enfrentar este problema; aparte de esta fuente, el único recurso que tiene es contraer más deuda para pagar la misma, como sucede desde hace muchos años y nos ha llevado a la trampa de la deuda ya mencionada.

En el año 2009 la deuda del SPNF representaba el 364% de los Ingresos Tributarios, el Estado debía 3.64 veces los ingresos tributarios (los ingresos de casi cuatro años), el comportamiento ha sido constante a lo largo de los últimos siete años y en el 2015 dicha relación representó el 382%. Sin duda, esta relación ya demuestra claramente la incapacidad del Estado para poder pagar su deuda sin recurrir a más endeudamiento y seguir profundizando al trampa de la deuda, hasta la llegada a una insolvencia total, cuando ya no le quieran otorgar más préstamos, con el agravante que con estos parámetros cada vez la nueva deuda es más cara, por ser más riesgosa para los organismos financieros multilaterales y el mercado mundial de capitales, lo que hace que la espiral de la deuda se profundice.

Pero el problema se manifiesta con toda claridad cuando se relaciona el servicio de la deuda con los ingresos tributarios. El año 2009 fue el más grave, año en que ARENA perdió el ejecutivo y había llevado al  gobierno a una situación de insolvencia total, lo cual lo resolvieron todos los partidos incrementando la deuda sólo en ese año 1,450 millones de dólares; además de haber reorientado préstamos por más de 759 millones de dólares para resolver el problema del servicio de la deuda de ese año y  sacar la caja del estado de la quiebra total en que se encontraba, es decir, una operación financiera de 2,209 millones de dólares para ocultar la situación real de quiebra financiera del Estado y la situación de default o incapacidad de pago.

En el  2009 el servicio de la deuda equivalió al 81% de los ingresos financieros, este porcentaje disminuyó hasta un 40% en el año 2015, monto que sigue siendo grave y tiene al Estado en la condición de quiebra financiera para atender sus responsabilidades con la sociedad. Esta relación termina de demostrar la incapacidad de pago y lo insostenible de este problema, que sin duda exige que el Gobierno haga una renegociación de toda la deuda  más allá de estar renegociando plazos.

Si observamos el problema de la deuda con relación a los ingresos tributarios  la situación es más crítica ya que para el 2015 solo la deuda del SPNF sin incluir la deuda previsional era tres veces mayor a los ingresos percibidos por el Estado en ese año. Pero si se incluye la deuda previsional, la deuda es casi 10 veces más que dichos ingresos, lo cual demuestra de nuevo que el Estado ha perdido la capacidad de pagar la deuda y sólo podrá seguir haciéndolo si carga los costos de esta al pueblo salvadoreño.

Ahora tocaremos este problema desde el ángulo del presupuesto del Estado y el peso que tiene en este el servicio de la deuda, los programas sociales y los subsidios. Es conocido por todos que las políticas dentro del modelo neoliberal, que de hecho ha impuesto el  FMI, para garantizar el pago de la deuda y reducir el déficit fiscal es absurdo, como ya se mencionó, presiona por reducir subsidios y programas sociales, bajo el argumento de ser responsables de la crisis financiera del Estado, esto igual lo defiende toda la derecha de este país, FUSADES, ANEP y demás gremiales empresariales.

En el año 2009 el servicio de la deuda significó el 63% del presupuesto aprobado por la Asamblea Legislativa, mientras que los subsidios apenas representaban el 7.7% y los programas sociales escasamente un 1.5%.  En términos absolutos  en ese año se destinaron $2,295 millones para el pago del servicio de la deuda, a la par sólo se brindaron 280 millones para subsidios y mínimamente 55 millones de dólares fueron destinados a los programas sociales.

Para el  2015 estos porcentajes se movieron a un 34% del servicio de la deuda, al 5% los subsidios y al 3.4% los programas sociales. No se necesitan muchas luces para darse cuenta que el problema de las finanzas públicas es un resultado del servicio de la deuda en cuanto al gasto, no obstante las presiones externas tienen al Estado en una política de reducir subsidios y programas sociales, que se puede ver a partir del año 2012 que han mostrado una disminución y, por otro lado,  se ve un aumento en el pago del servicio de la deuda. No hay que subsidiar a los que pueden pagar el gas, la luz; los programas sociales son ineficientes, dicen los defensores del neoliberalismo y lastimosamente se está en esta ruta como se aprecia en el cuadro No.2.

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Por último, se analiza el problema de la deuda desde otro ángulo relacionando el servicio de la deuda con los programas sociales, los subsidios y la Inversión social que incluye los gastos del Estado, en salud, educación y las transferencias a los  gobiernos  municipales.

En primer lugar, decir claramente que la inversión en programas sociales y subsidios son realmente marginales a la par del servicio de la deuda del SPNF e insignificantes para las necesidades de la población. En cuanto a la Inversión Social, en la medida que el gobierno ha incrementado el pago en servicio de la deuda, el gasto en educación y salud, así como en las transferencias a los gobiernos municipales, la Inversión Social ha presentado una tendencia a la disminución con respecto a lo invertido en el servicio de la deuda.

En el siguiente cuadro puede observarse que la inversión en programas sociales es realmente bajo con respecto al servicio de la deuda, ya que para el 2015 representó un 10%, lo que significa que lo que se destina al pago de la deuda es 10 veces más que lo que se brinda a los programas sociales.  La situación es similar cuando se relaciona con el tema de los subsidios el cual fue de 14% en 2015.

En el caso de la inversión social  en 2015, esta representó el 152% del servicio de la deuda, en el  año 2014 esta relación fue inversa, el servicio de la deuda significó el 145% de la  inversión social. La dinámica del servicio de la deuda es creciente con caídas en algunos años, pero en esencia es el servicio de la deuda el que marca una predominancia sobre los gastos sociales del Estado. Es importante decir además, que los niveles de inversión en educación y salud en el país todavía son muy bajos con relación a los niveles de inversión en estos sectores en la mayoría de países de América Latina, no obstante se han hecho esfuerzos por aumentarlos, pero esto nunca será posible mientras no se resuelva el problema de la deuda y los problemas de evasión y elusión fiscal.

Como se pudo observar  a través del análisis anterior desde cualquier perspectiva el nivel de la deuda es insostenible, además se muestra que se destinan más recursos al pago del servicio de la deuda que a los programas sociales y subsidios. Como ya se ha mencionado esto además de tener una connotación antisocial dada las condiciones de pobreza que vive la mayor parte  de la población y la inmensa fiscalidad de los hogares pobres y sectores medios del país, es una política de carácter recesivo mientras se esté destinando buena parte al pago del servicio de la deuda y mientras se esté contratando nueva deuda para el pago de esta.

A lo anterior hay que agregar que mucha de esta deuda ha sufrido grandes procesos de corrupción, los cuales han sido encubiertos por los Organismos Financieros Internacionales, por lo que el tema de fondo en este artículo es la necesidad de la auditoría de esta deuda, para dejar de pagar la deuda que ha sido ilegal y corrupta, porque no es justo que el pueblo la esté pagando acosta de una mayor pobreza.

Espere próximamente la III parte de este artículo: La corrupción y la necesidad de una auditoria de la Deuda Pública en El Salvador.

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