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La agenda del Cardenal

Con las mejores muestras de cariño, inmenso y profundo, y la fe puesta en su líder religioso, que hará todo lo posible para que El Salvador cambie hacia un mejor país, fue recibido en el “Aeropuerto Internacional Oscar Arnulfo Romero” el recién investido cardenal Gregorio Rosa Chávez.

Y es que cuando el pueblo católico ha calificado al Cardenal, como el “Mensajero de la Paz”, título honorífico que solo le habían dado al papa Juan Pablo II, significa que los cristianos salvadoreños, principalmente los católicos, ven en el Cardenal un importante papel en el logro de la paz en el país, que se encuentra rota por la violencia criminal.

Y el cardenal Rosa Chávez, no ha dejado dudas que así será, por eso es que ipso facto, dio a conocer su agenda inmediata: “Vengo con muchas ilusiones, esperanzas y con tareas que iré detallando próximamente ante todos ustedes, pero por ahora basta con decirles que el país debe cambiar y por supuesto vamos abogar por la paz, contra la violencia, por la familia, la democracia auténtica, los migrantes, los pobres, los marginados, esa es la agenda; para que el país sea el que queremos y esto puede cambiar pero con la voluntad de todos nosotros”, manifestó.

Que importante ha sido también, que al recibimiento del Cardenal, haya acudido el propio Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, acompañado de una comitiva del Gobierno. Esta es una buena señal, de acercamiento entre Iglesia y Gobierno, pues, para poner adelante una agenda de país, se necesita del concurso de todos, y la Iglesia en general, y la Católica en particular, es de suma importancia.

En el tema de la paz, al que se compromete apostarle nuestro Cardenal, sin lugar a dudas necesitará del concurso del Gobierno, por eso es que es una buena señal que el Presidente Sánchez Cerén, lo haya recibido en el aeropuerto.

Es necesario que además de los esfuerzos que como Gobierno se hacen para combatir la delincuencia, se conozcan y se participe, directa o indirectamente, según la situación, en otros mecanismos que permitan lograr la paz.

El Salvador no merece que se desangre por la violencia criminal o delincuencial, por eso es que tenemos un Beato, ya santificado por el pueblo latinoamericano, y ahora un Cardenal, que la mayor parte de su vida sacerdotal la ha vivido con Monseñor Romero, porque Romero, aunque muerto, vive como guía espiritual de buena parte del clero.

Vale la pena que el pueblo salvadoreño cifre sus esperanzas de paz en la agenda que, para tal fin, ha anunciado nuestro cardenal Rosa Chávez, y se le acompañe de forma decidida. El Salvador merece vivir en paz, así lo cree nuestro “Mensajero de la Paz”, y así debemos creerlo todos los salvadoreños.

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