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Alma Vilches
RosmeriAlfaro
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La inserción de El Salvador en el siglo XXI y la construcción de la agenda de la democracia en el bicentenario, fue debatida por el Instituto de Estudios Jurídicos de El Salvador, (IEJES) en la IV jornada internacional de juristas.
La jornada contó con la participación de reconocidos abogados de Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Argentina, Estados Unidos y El Salvador. El propósito fue aportar al nuevo Gobierno en el fortalecimiento del Estado Democrático y Constitucional.
El presidente de IEJES, Omar Pastor, explicó que “la esencia del evento fue abordar el tema electoral que es fundamental para nuestro país, tocar la reforma constitucional o una nueva constitución y también la integración Centroamericana, que nos conviene a todos los países”.
Uno se los temas de análisis en la IV jornada fue la hegemonía, como el fenómeno particular de enfrentamiento entre los grupos básicos y más importantes de la sociedad, que implica una correlación de fuerzas entre ellos, que expresa una combinación de coerción y consenso.
A la actividad asistió el vicepresidente electo, Félix Ulloa, quien consideró como necesario un ajuste en la matriz constitucional, para ponerla al día según las agendas del siglo XXI.
“Lo que se plantea en la jornada, tiene que ver con el proceso de inserción de El Salvador en el siglo XXI a través de una modernización institucional y profundización del régimen político democrático, lo cual esperamos sea posible desde el 1 de junio”, manifestó el futuro vicemandatario de la República.
“El 3 de febrero cerramos un ciclo histórico, abrimos una nueva página en la historia. Dejamos atrás los treinta años en los cuales para algunos serán décadas perdidas, intentos fallidos, para otros habrán logros; lo importante es que tomemos las lecciones aprendidas y llevemos a El Salvador hacia el siglo XXI”, agregó.
En la jornada de dos días, los abogados debatieron y analizaron el momento de coyuntura, que es crucial y crítica en la sociedad salvadoreña, la más compleja de la posguerra, que se configura en la confluencia de tres procesos que son el estancamiento económico y la inviabilidad del actual modo de desarrollo, la guerra entre las pandillas y su reto violento al poder gubernamental. Los comportamientos partidarios, tienden a la rigidez ante las exigencias de renovación, y consolidan la doble hegemonía también fueron expuestos.
