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Eduardo García
El corazón turístico de La Libertad está dañado. En el muelle, prescription ampoule donde suelen haber ventas de mariscos, cure ed vendedores ambulantes y muchos turistas de diferentes lugares de El Salvador y extranjeros, ahora hay unos barriles azules con listones de precaución que detienen el paso, y menos de 10 hombres que trabajan en la reparación de la infraestructura.
Casi dos semanas después del fuerte oleaje que azotó la costa salvadoreña, las pérdidas que han sufrido pescadores y comerciantes del muelle de la Libertad son estimadas en miles de dólares.
Según Martín Cornejo, administrador del muelle, de 25 a 30 embarcaciones fueron dañadas. Comenta que una de las cinco cooperativas de pescadores que funcionan en el muelle ha evaluado que deben invertir alrededor de 2,500 dólares para reparar sus lanchas. Afirma, además, que la cantidad de mariscos que se ha dejado de vender en el muelle equivale a la cantidad de 10,000 dólares o un poco más.
La infraestructura del muelle también fue gravemente dañada. La grúa ha quedado completamente inservible ya que fue dañada desde la base después del oleaje. Esto ha dejado incapacitado a los pescadores, lo que paraliza por completo todo el flujo comercial que opera alrededor de la pesca.
Las cooperativas de pescadores se han organizado y están trabajando en la recuperación de la grúa. Esperan finalizar el trabajo a inicios del mes de junio. Cornejo lamenta no contar con el equipo necesario para agilizar la obra, y de esta manera normalizar lo más pronto posible la pesca en el muelle.
Por otro lado, Cornejo teme que el equipo técnico que evaluó los daños en el muelle, declaren como inhabilitada toda la estructura. Con un nudo en la garganta recuerda a los más de 1 mil 500 pescadores y a todos los comerciantes que operan en el lugar que quedarían sin su fuente de ingreso si esto llegara a ocurrir. Cornejo afirma que el muelle es el ancla económica y turística del puerto. “Si no hay bajada y subida de lanchas, todo esto se muere”, concluye.
