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Redacción Nacionales
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La riqueza es lo que obstruye la sabiduría de la vida, si aprendemos a ser libre interiormente y darle sabor a la vida, no buscaremos como fin último la posición de bienes materiales, porque todo afán de riqueza siempre trae la injusticia, así lo afirmó fray René Flores, durante la homilía en la misa dominical celebrada en la Cripta de Catedral Metropolitana.
A criterio del religioso, el rencor y la avaricia es por el deseo de escalar y tener riqueza, no para ser de los últimos y lavar los pies como lo hizo Jesús, sin embargo, para los cristianos es importante la ayuda y el sentido comunitario, el cual se convierte en el camino contrario de acumular.
“Solo la riqueza es lo que nos aparta del amor del Dios creador, y el amor al prójimo, no se puede servir a dos señores, la riqueza e injusticia nos ha destruido en el país y fueron las causas del enfrentamiento armado, aunque sigue siendo el motivo de tantas muertes porque continua el negocio de las armas”, sostuvo.
Señaló que actualmente se vive en una estructura y modo de gobernar de “pan y circo”, tal como fue en Roma ante de Cristo, este sistema funciona cuando hay hambre y desesperación, porque el espectáculo saca de la desesperación, aunque después hay peleas y discusiones.
“Qué circo el que tendremos esta semana en el estadio, pero las iglesias no han podido celebrar las fiestas patronales, curiosamente el estadio se abrió presencial, estamos en un momento difícil porque por un lado el hambre, la desesperación y migración no se terminan. Es tiempo de los cristianos de sembrar esperanza y libertad”, aseguró Flores.
También, enfatizó en la sencillez y tranquilidad del lugar donde reposan los restos de Monseñor Romero, quien por designio y la gracia de Dios fue elevado a la santidad, pero muchos devotos hacen que cada domingo sea un lugar floreciente.
Durante la procesión de ofrendas se presentó una fotografía de San Oscar Romero, quien se inspiró en Jesús para su vocación a la santidad, pues en él encontró el maestro y modelo. Asimismo, se presentó la palabra “Sabiduría” que simboliza la preferencia de Monseñor Romero, para sustentar su ministerio pastoral que hoy resplandece en el mundo y nunca se apaga.
En la eucaristía se recordó el mensaje profético de San Romero, quien en su tiempo señaló que Jesús llama a guardar los mandamientos, vivir el espíritu de pobreza y desprendimiento.
