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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Con el Domingo de Ramos la iglesia católica inició la Semana Santa. En este día se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías. Sin embargo, por la pandemia del COVID-19 este año cada familia lo vivió desde el seno de sus hogares, con un llamado a no tener miedo y confiar en Dios durante estos momentos de prueba y dificultad.
Durante la misa de Domingo de Ramos celebrada desde la Capilla San Óscar Arnulfo Romero y transmitida por medios de comunicación católicos, el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas señaló que este es un momento muy particular y de prueba, nunca en la historia se había tenido una Semana Santa sin feligreses en los templos ni procesiones.
«Tenemos que hacer la mejor lectura de los hechos, la mejor reflexión que nos una a Cristo al cumplimiento exacto de la voluntad del padre, en una actitud humilde y obediente, nosotros debemos seguir a Cristo no solo en la entrada a Jerusalén, sino hasta el Calvario para también estar en la gloria eterna, y espiritualmente lo estamos haciendo ahora», sostuvo el arzobispo.
El arzobispo enfatizó que no se debe tener miedo, sino por el contrario, confiar en Cristo que está en todo momento con quienes le buscan y aman, por lo cual, pidió vivir en fe como auténticos cristianos, poniendo en práctica su palabra y obrando el bien con todos. Este día la iglesia se viste de rojo para simbolizar el amor y la sangre de Cristo, que también significa el Espíritu Santo.
Mientras tanto, en su homilía del Domingo de Ramos el Papa Francisco dijo que en el drama de la pandemia del COVID-19, ante tantas certezas que se desmoronan y con el sentimiento de abandono que oprime el corazón de muchos, Jesús dice a cada uno: “Ánimo, abre el corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios, que te sostiene”, recalcó.
El sumo pontífice consideró necesario que estos días santos en casa las familias se pongan ante el Crucificado y pidan la gracia de vivir para servir, así como contactar al que sufre, al que está solo y necesitado. También se refirió a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días, no son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás.
