Redacción Nacionales
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El coordinador del Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (MILPA), Ángel Flores, manifestó que de los tres lugares propuestos para la construcción del aeropuerto del Pacífico, el gobierno decidió donde el impacto social, ambiental y económico iba a ser más grave, inclusive, un lugar donde no era viable.
Flores explicó que inicialmente el gobierno planteó tres sitios probables para la construcción del aeropuerto del Pacífico, el primero era en Pasaquina, La Unión, una zona con topografía plana y totalmente árido, en ese lugar no existía ecosistema, ni establecimiento de familias. Inclusive, terratenientes de la zona habían ofrecido al Estado donar tierras, para la construcción del aeropuerto.
La segunda propuesta era la zona de Los Manguitos, en la entrada a La Unión, donde existe establecimientos humanos, y un área de manglar en ese territorio. La tercera opción era la zona de Conchagua, La Unión, donde están las comunidades de El Condadillo y Flor de Mangle, y está el corredor biológico.

“A partir de la construcción del aeropuerto, ha sido un proceso acelerado de depredación, porque el aeropuerto ha sido ubicado en el peor lugar, donde el impacto social, ambiental y económico iba a ser más grave. Es un lugar no viable técnicamente, porque las comunidades de Condadillo y Flor de Mangle están cercanas a un bosque tropical seco y al manglar del Estero El Tamarindo, la topografía es quebradiza y va de manera inclinada, en dirección a la carretera litoral”, dijo.
Flores detalló durante el espacio Encuentro con Julio Villagrán, que toda esa área es de circuitos hídricos, donde están diferentes lagunetas y lagunas, como la Laguna de Omega, y también la cordillera montañosa, un área de vegetación que será afectada, porque para hacer el aeropuerto, ha implicado extraer tres metros de profundidad de tierra orgánica.
La tierra de esa zona es orgánica y altamente salina, hasta este momento se ha excavado tres metros de profundidad en un área de las 400 manzanas de terreno donde están construyendo el aeropuerto, para generar estabilidad. Además de los tres metros que van a excavar, se debe elevar a seis metros de altura para que esté al nivel de la carretera litoral.
Según Flores, en este momento están depredando otras áreas como el Cerro Las Piletas en el cantón Tierra Blanca, de Chirilagua, San Miguel, donde existía fauna y flora propia y fuentes de agua que abastecían a un promedio de 12 comunidades de ese territorio, esto para extraer tierra y material selecto, a fin de nivelar el área del aeropuerto del Pacífico,
“Están generando un ecocidio brutal en toda el área de la cordillera, la están desapareciendo, además de otros intereses inmobiliarios que se están estableciendo en ese territorio.”, dijo.
“Si el aeropuerto del Pacífico iba a generar un alto impacto a nivel social, económico y ambiental, por qué se decidió hacerlo ahí, además, la construcción iba a implicar mayor gasto público para la construcción”, cuestionó.
Flores manifestó que en Pasaquina, la topografía es plana, implicaba menos labores de terraceo y menor movilización de tierra, ahora están trasladando un promedio de 16 kilómetros hacia el poniente, sin embargo, al final prevaleció los intereses económicos y por la cercanía de esta zona a las playas, más bien pretenden hacer un lugar turístico.
A partir del anuncio de megaproyectos para el oriente de El Salvador, como la construcción del aeropuerto del Pacífico, se empiezan a intensificar conflictos en torno a la tierra que ya habían sido gestados en décadas anteriores.
Justo en el territorio donde están las comunidades rurales y campesinas indígenas de la franja costera del oriente de El Salvador, son lugares donde ninguna entidad gubernamental le garantizó la regularidad jurídica en la tenencia de la tierra, a pesar de ser comunidades con décadas de habitar dentro del territorio, incluso algunas de más de 130 años.
“Tenemos comunidades que tienen 80 y 130 años, son comunidades que existen previo al establecimiento de haciendas dentro de la zona, pero en la década de los años 60 ya se anunciaba la inversión de iniciativas turísticas e inmobiliarias dentro del territorio. Siempre existió una política asolapada de no garantizar la regularidad jurídica en la tenencia de la tierra de estas familias, a pesar que el derecho les ampara”, sostuvo.
El circuito turístico número 2 Sur City abarca desde Intipucá, y Jucuarán, nombrado Punta de Mango, que es un nombre impuesto, porque no ha sido propio dentro del territorio, pasando por Chirilagua, Conchagua y La Unión, hasta Punta de Chiquirín, en el departamento de La Unión; todo el corredor con cercanía a las playas del Pacífico y la carretera litoral son las que actualmente están en disputa.
El coordinador de MILPA denunció que las comunidades más afectadas con la construcción del aeropuerto del Pacífico son El Condadillo y Flor de Mangle, en La Unión, debido al despojo de tierras, desplazamiento forzado, falta de cumplimiento de promesas de reubicación por parte del gobierno y principalmente la destrucción de fuentes de agua y pérdida de manglares centenarios.
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