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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Los mecanismos de contraloría social y evaluación al cumplimiento de las normativas de la Reforma de Salud han marcado el ejercicio público del Foro Nacional de Salud (FNS) en sus diez años de existencia, remarcó Morena Murillo, coordinadora de la Mesa Sectorial de Salud Sexual y Reproductiva, al señalar el trabajo integral que han venido desarrollando en el fortalecimiento de los liderazgos comunitarios y la construcción de redes organizadas de la población en el territorio nacional.
“Durante esta década de lucha hemos logrado cambios y hecho aportes significativos que contribuyen a garantizar el derecho y el acceso a la salud de la población, entre los que puedo mencionar: la participación en conceptualizar y elaborar políticas públicas que resuelven las necesidades de salud de los diferentes grupos poblaciones”, agregó Murillo.
El Foro Nacional de Salud es un espacio que lo integran diferentes sectores de la sociedad civil y que surge con la implementación de la Reforma de Salud, en el año 2010, con el fin de obtener un sistema nacional de salud equitativo, eficiente, humanitario y universal, a partir de un trabajo voluntario y sin remuneración económica. Funciona desde una estructura organizativa a nivel local, departamental y nacional. Y, a su vez, por un trabajo instersectorial para abordar diferentes temas de promoción de la salud o prevención de enfermedades.
“Hemos desarrollado mecanismos de contraloría en los establecimientos de salud con el fin de incidir en la toma de decisiones y el cumplimiento de la normativa y que la atención sea humanizada. Hemos gestionado, también recursos, insumos y personal de salud e infraestructura a nivel nacional para los centros de salud e impulsado acciones con el movimiento social y popular salvadoreño, no solo en el país, sino a nivel centroamericano y latinoamericano. Y hemos desarrollado un pensamiento crítico desde la medicina social y salud colectiva, analizando las causas estructurales y señalando la injusticia social”, sostuvo.
En cuanto a las acciones realizadas por el Gobierno, en el marco de la Emergencia Sanitaria por la pandemia del COVID-19, Morena Murillo consideró que: “Epidemia ha sido pésimamente manejada como consecuencia directa de concertar más poder”, al señalar la poca o nula coordinación de los funcionarios del Gobierno central con la sociedad civil organizada, la academia y los poderes locales para enfrentar el coronavirus.
“A esa situación se une la falta de diálogo y consensos entre los tres poderes del Estado salvadoreño y que se pueden observar en las medidas realizadas, como los decretos de Estado de Excepción, los cercos y retenes militares, los abusos de poder de parte de las autoridades en donde se han capturado a las personas por esas cuarentenas exageradamente prolongadas. Así como, las personas que han herido o muerto en manos de militares o policías; el mal manejo de albergues que los convirtió en espacios de contagio, muchas veces”, argumentó.
Asimismo, rechazaron como Foro Nacional de Salud el manejo de la información de los casos registrados y los resultados de las pruebas de COVID-19 y la falta de planificación para la construcción de un meta hospital, que estaría listo cuando lo grave de la pandemia haya terminado y que no hubo estudio con los requerimientos que exige un establecimiento hospitalario.
“El manejo inadecuado de pacientes sospechosos del COVID-19, la sobrecarga del personal de salud, y muchas veces sin equipo de protección, no el adecuado o incompleto y sin renovación, todo esto es preocupante. Y mucho más cuando hay un proceso de desmantelamiento del Primer Nivel de Salud (ECOS), porque con esa acción han suspendido acciones de vacunación, controles de salud o atención a enfermedades crónicas, así como la nula información del manejo del COVID-19; en las comunidades y se está esperando este tipo de información, así como personas en situación de vulnerabilidad enfermos crónicos, adultos mayores, personas en situación de calle, mujeres víctimas de violencia, personas con discapacidad y personas trabajadoras del sector informal”, indicó.
Mientras, Antonio Pacheco (ADES) declaró que el Foro Nacional de Salud de El Salvador históricamente es un proceso de organización y lucha por el derecho humano a la salud y, como tal, cuestiona las decisiones del Gobierno central, en el marco de la pandemia mundial del COVID-19, como la idea del Estado de Excepción ante la emergencia sanitaria.
“El Ejecutivo cuenta con otras herramientas como el Código de Salud, la Ley de Protección Civil, para recurrir a las restricciones, al declarar el Estado de Excepción pone en vilo el cumplimiento y respeto de los derechos humanos y prueba de ello es el informe de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), que reportó 778 (denuncias) sobre violaciones al derecho a la salud, integridad personal y acceso a la información. Y hay otros reportes de violaciones a derechos humanos de la mujer, que registra 932, en el mismo mes. Hubo 14 feminicidios y solo demuestra que el Estado de Excepción no era necesario aplicarlo, porque no garantiza los derechos de la población”, aseguró.
El Foro Nacional de la Salud instó al Estado salvadoreño a plantearse la inversión al sector de la salud, que cuente con una contraloría y participación social organizada en materia de “transparencia. Así como, generar cambios en la visión “curativa”, que se sigue implementando, y parar el desmantelamiento o anulación de la promoción de la salud en el territorio nacional y cierre del Primer Nivel de Atención en Salud.
