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César Ramírez
@caralvasalvador
Se cometerá un delito, existe una conjuración, “darle vuelta al gobierno”, Plan General de los alzados… ¡nada de eso!
Usualmente de existir un complot, conspiración o similares rebeliones militares es un tema secreto, puesto que los miembros del asalto militar (porque usualmente es eso en nuestro país) conocen el destino de las asonadas militares fracasadas.
Desde tiempos coloniales la insurgencia con amotinamiento y alzamiento armado trae como consecuencia la “pena de vida” así afirmaban en tiempos del Rey Fernando VII 1814-1818 en la provincia San Salvadoreña, aquella era una amenaza perpetua después de haber cumplido la cárcel, sufrido expropiaciones, pérdida de opción a trabajos en gobierno, además de expatriación forzada.
El golpe militar exitoso de 1931 del General Martínez acontece en una crisis económica mundial iniciada en 1929 con la caída de la bolsa de valores norteamericana, existió impago a los empleados públicos, se emitió una moneda que fue rechazada por el pueblo, además la caída del patrón oro a escala mundial, en esas condiciones con apenas seis meses de gestión del Ing. Araujo se inauguró la dictadura que duraría 14 años, con cambios constitucionales para reelección, imposición de autoridades, un Estado Policial etc., pero también el 2 de abril de 1944 un movimiento militar intentó derrocar al General Martínez, sus dirigentes fueron fusilados.
Otro evento similar aconteció el 25 de marzo de 1972, cuando un grupo de militares denunció el fraude electoral dirigidos por el Coronel Benjamín Mejía, pero fracasó en su acción legítima, fue al exilio y posteriormente en 1980 fue asesinado en Cojutepeque.
En 1979 el Golpe de Estado es exitoso, pero meses después se desintegra la coalición política original, las fracciones de la juventud militar se fragmentan y muchos parten al exilio, en consecuencia, la guerra civil se impone durante una década.
Treinta años después la sociedad es producto de un Acuerdo de Paz, a pesar que nunca se concibió una Democracia destruida en la independencia de los poderes del Estado, una Corte Suprema de Justicia usurpada, sin acceso a la información pública, sin Fiscal independiente y un régimen de excepción con 44,532 capturados (05JUL022 MINSEG), donde no existe derecho de defensa.
El pueblo salvadoreño desea una sociedad democrática, con Habeas Corpus, Justicia; donde exista información de las personas desaparecidas y una economía estable.
Un Golpe de Estado no es patrimonio de civiles que anuncian un acontecimiento, ni es un delito divulgar la Historia, quizás es un “fantasma que recorre la nación”
