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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Durante la conferencia virtual para una Agenda Modernizadora de la Gestión Pública en El Salvador, Carles Ramió, catedráticos de Ciencia Política y de la Administración en Barcelona, España, destacó el papel determinante de la tecnología en la administración pública, ya que esta no siempre es suficiente, eficaz, eficiente y no está a la altura de las expectativas. Los elementos más determinantes son la inteligencia artificial y robótica aplicadas en la administración pública.
Expresó que al hablar de tecnología no es algo del futuro, pues la inteligencia artificial es utilizada de forma muy intensiva en la empresa privada, pero también en la administración pública, hay muchos médicos, jueces y policías robots; cuando se ha hecho un listado de la utilización de algoritmos en las administraciones públicas es espectacular porque ahí ha entrado también la inteligencia artificial y robótica.
Asimismo, descartó los señalamientos de algunos que consideran la inteligencia artificial muy costosa, sin embargo, puede llegar a ser muy barata, ahora hay repositorios disponible en la red donde se pueden conseguir algoritmos para trámites de gestión pública, los cuales están disponibles gratuitamente. Se están introduciendo robots que hacen las funciones en el empleo público, cuyo costo es el equivalente a seis salarios mensuales de un empleado de este sector.
“Hay una correlación entre tecnología y productividad, entre avance tecnológico y mayor eficacia lo cual se busca en la administración pública, en esta década la administración pública se juega la supervivencia institucional, la tecnología puede ser el gran flotador para no naufragar y lograr sobrevivir. La administración pública tiene tendencias conservadoras y reactivas, ante una revolución tecnológica puede ser igual, sigue siendo poderosa porque si decide vivir en una burbuja descontextualizada de la tecnología puede lograrlo, pero el sector privado no se va a paralizar, continuará utilizando la inteligencia artificial y robótica”, recalcó Ramió.
Según el catedrático, dentro de 10 o 15 será una obligación abrirse a la inteligencia artificial y robótica, pero sin contar con ningún tipo de conocimiento, lo que sucederá es lo típico de la administración pública, aprovechar todos los avances en el sector privado, pensados con lógica y valores de gestión privada e introducirlos, lo cual puede ser la privatización definitiva de la administración pública; los algoritmos y sistemas pensados con valores del sector privado pueden asfaltar la administración pública.
Uno de los problemas de la inteligencia artificial es que puede suprimir el mercado laboral, ejercer elementos de manipulación social y hasta poner en jaque la democracia, sin embargo, una de las ventajas es situar a la administración pública en la senda más estricta de la modernidad en términos de gestión. La administración pública no tiene un único modelo de gestión, sino es híbrido porque existe el modelo burocrático pero desde hace 40 años se ha implantado el modelo gerencial, y quizás de forma incipiente el modelo de gobernanza, aunque se mantiene el modelo clientelar.
El modelo burocrático en la práctica funciona muy mal, pero ahora con la inteligencia artificial e implementado por robots se puede considerar el modelo burocrático como eficaz, eficiente y sin burócratas, éste no ha funcionado porque ha sido desarrollado por personas, con motivaciones, conciencia y objetivos propios, en cambio los robots si están bien diseñados y entrenados los algoritmos mediante información de calidad, son perfectos y no cometen errores, además, no tienen conciencia propia.
“La digitalización y modernización de la gestión pública ya dejó de ser un tema exclusivo de gobierno, para pasar a ser un tema donde los ciudadanos tenemos no solo la obligación de solicitar y exigir, sino ser partícipe de ello, el futuro está pasando ahorita, los tiempos en que se podía decir en un determinado momento vamos a invertir en inteligencia artificial, robótica, firma electrónica porque en el futuro la sociedad lo va a demandar, eso ya está pasando”, externó la economista y directora de The Next Services, Iris Palma. A criterio de la economista, el tiempo que los gobiernos tarden en tomar decisiones o no hacer nada, saldrá muy caro no solo por retraso en la protección de los datos y economía digital, sino porque el ciudadano sabe mucho más y conoce cómo hacer un trámite de gobierno y que sea transparente y eficiente. En El Salvador un poco más del 50 % tiene menos de 35 años, los que sobre pasaron esa edad prefieren hacer los trámites a las instituciones públicas de forma presencial, pero las nuevas generaciones optan digitalmente.
