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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“En estos 29 años de lucha queremos recordar y reconocer que los grandes protagonistas d el tal camino son las y los familiares, a quienes los acompañó nuestro recordado padre Jon Cortina, que tuvieron la valentía, coraje y la férrea decisión de enfrentar todo un sistema cómplice que oculta la verdad”, expresó, Lidia Gómez, representante de las familias que integran a la Asociación Pro Búsqueda.
“Es de destacar que este recorrido ha sido sostenido y sobrellevado por el amor de estas personas por no aceptar el olvido que les han querido imponer, y además por el resplandor que el Padre Jon continúa irradiando con su fe, confianza y animando siempre a la denuncia y compromiso porque la voz de cientos de madres y familias tuvieran eco a nivel nacional e internacional”, agregó Gómez.
En el marco del Vigésimo Noveno Aniversario de la Asociación de Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos durante el Conflicto Armado, reiteraron el llamado al Estado salvadoreño a cumplir con su responsabilidad ineludible con estos sobrevivientes y víctimas para brindarles al más corto plazo verdad, justicia y reparación. Ana Julia Escalante, directora de la Asociación ProBúsqueda, añadió que tampoco Pro Búsqueda no puede soslayar las “evidencias de las violaciones cometidas por el Estado, principalmente, en el derecho a la libertad y la vida”, que se da en el marco del estado de excepción, aprobado por la Asamblea Legislativa el 27 de marzo de 2022.
“No debe quedar como una lucha estéril, repitiéndose arbitrariedades contra personas inocentes como se ha identificado con el régimen de excepción, ni debilitando y cooptando instituciones fiscalizadoras de la actuación del mismo Estado en pro del ocultamiento de actos corruptos”, afirmó.
Sobre esta situación Escalante advirtió que este tipo de conductas que rayan en el autoritarismo y provocan abusos de poder era “irrespetar la memoria de miles de víctimas” que perdieron su vida durante el conflicto armado y que anhelaban un mejor El Salvador.
“Es preocupante, porque hay familias que transitan nuevamente por otro impacto luego de sufrir la desaparición de sus hijas e hijos en la guerra; ahora sufren por la detención de otros seres queridos dentro del estado de excepción. Muchos de ellos, jóvenes y otros esposos -es decir- nuevamente viven el impacto de una nueva desaparición. Y están siendo sometidas al mismo dolor sin saber dónde se encuentran, si están vivos, si tienen salud o ya fallecieron en los centros penitenciarios”, indicó.
“Como ProBúsqueda no estamos atendiendo estos casos, pero si acompañamos a estas familias y derivamos los casos a las instituciones que están librando esta lucha de los nuevos desaparecidos. Personas que vivieron el conflicto armado ante estos nuevos hechos, caen en una situación delicada de salud mental y física, porque ahora son adultos mayores y arrastran enfermedades crónicas”, sostuvo Escalante.
ProBúsqueda ha realizado un trabajo sostenido y con sus propios y limitados recursos, con un registro total al año 2022 de: mil 33 casos, de los cuales 465 han sido resueltos, por lo que se han realizado 287 reencuentros; 90 casos pendientes de reencuentro y 88 casos localizados fallecidos, detalló Margarita Zepeda, investigadora de ProBúsqueda. “Para nosotros es importante que Pro Búsqueda, al paso de todos estos años, sigue investigando sus casos y cumpliendo a las madres y familiares, en especial al padre Jon Cortina, -ya que gracias a él- estamos celebrando 29 años de trabajo, de esperanza y lucha ardua en busca de esos niños y niñas desaparecidos durante el conflicto armado“, manifestó.
“Ahora ayudamos de alguna manera para que estos niños y niñas -hoy adultos- resolver algunas de sus dudas, y la búsqueda de su identidad en los casos de esta niñez que fue adoptada. Es un gusto en este sentido para Pro Búsqueda buscar y aclarar esas páginas en blanco de estos jóvenes que buscan a sus familias biológicas”, reiteró Zamora.
Para Margarita Zepeda, el trabajo de Pro Búsqueda aún no ha terminado, al comentar que hay 571 casos pendientes de investigarse. Así como, los nuevos casos que están llegando de personas que recién incorporan sus denuncias, lo que podría generar un aumento en la cifra.
“En muchos de los casos la niñez que desapareció en el marco de una masacre, es una información que sólo lo saben los militares y está en sus archivos. Si, esos archivos con documentos que no se abren y no tenemos acceso, esa es de las mayores dificultades para encontrar a esos niños y niñas”, consideró.
“En otros casos el problema ha sido que muchos de los testigos ya fallecieron, en otros sabemos que hay testigos que pueden ayudarnos a reconstruir los hechos como el caso de los militares en los operativos, quienes podrían proporcionarnos información”, consideró Zepeda.
Entre los departamentos más golpeados por la desaparición de niños y niñas, en el conflicto armado, Zepeda mencionó: Morazán, Chalatenango, San Vicente, Cabañas, Cuscatlán, lugares donde se dieron el mayor número de masacres. Y San Salvador, este último pasó casi inadvertido porque la mayoría fueron familias que venían huyendo de la guerra.
“Esta niñez fue adoptada en Estados Unidos, Francia, Canadá, Italia, Suiza, Holanda y en la región Guatemala, Honduras y Nicaragua. Recordemos que hubo una red de abogados que se dedicaron a tramitar estas adopciones para Europa”, recordó.
Heli Hernández, abogado de la Asociación Pro Búsqueda, reiteró que el legado de esta organización es su “persistencia en una lucha junto a los familiares de niños y niñas desaparecidas durante el conflicto armado”, que no ha sido fácil, y que a lo largo de los años ha enfrentado señalamientos, amenazas e indiferencias de los gobiernos.
“Ha sido una lucha a lo largo de estos años, en donde se ha tratado de acallar, minimizar o negar estos hechos y esta urgencia de los familiares por tratar de hacer audible su voz de denuncia”, dijo.
“Pro Búsqueda no ha tenido un papel confrontativo, lo que ha hecho es utilizar los caminos legales para poder encontrar verdad para estas personas que ha persistido en todos estos años que esperan saber qué ocurrió con sus hijos e hijas. Esto significa que cualquiera que sea la época en que ocurrió la violación a derechos humanos, que puede ser el pasado lejano, el pasado cercano o el presente, estas personas buscarán siempre la verdad y la justicia”, puntualizó Hernández.
