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¿Hay esperanzas de que el país salga adelante?

Chencho Alas

Un joven ingeniero me preguntaba qué pienso acerca de la situación política de El Salvador. Si hay esperanzas de que el país salga adelante teniendo en cuenta los múltiples problemas en los cuales está enfrascado.

Me parece que la respuesta no es sencilla, es demasiado compleja porque los problemas que se tienen son complejos. Por una parte estamos viviendo el segundo capítulo de la guerra en las calles de nuestras ciudades y en las áreas rurales bajo el signo de las maras, de la policía y del ejército que se han enfrentado en una lucha sin cuartel. El número de muertos del presente capítulo supera a los 80,000 fenecidos durante los 12 años de guerra. Por otra parte, ninguno de los partidos políticos tiene una concepción de nación. Particularmente ARENA que no ha salido de la mentalidad de hacendado y que cree que los pobres han sido creados por Dios para enriquecerse más. Su concepción de las finanzas, de la producción, del mercado, se ha quedado fincada en el pasado impidiéndole a los mismos lograr una mayor acumulación de riqueza, porque los bajos salarios no dan poder de compra. Solo una fuerte clase media puede generar riqueza.

La famosa empresa privada es ridícula. Se entiende, porque está hecha a la imagen de un país que podría representar algo más si se uniera al resto de naciones de Centroamérica. El famoso diputado arenero Ernesto Muyshondt anuncia con pito y tambor el compromiso del Estado de entregar a los cafetaleros $300 millones para sacar del atascadero a los productores. Me pregunto: ¿Cuál es el papel de los bancos? ¿Acaso no es su papel ofrecer y aprobar créditos para el sector privado? ¿Dónde queda la gritería de la empresa privada? Me da la impresión que son pobres con garrote o sinvergüenzas que quieren crecer a costillas del pueblo que paga los impuestos.

La capacidad de liderazgo del FMLN es muy mínima. Su definición ideológica es más de fachada. El FMLN no ha invertido en la creación de medios de comunicación que les permita publicitar los programas exitosos que el Gobierno lleva a cabo y, por lo mismo, la población desconoce sus bondades. ARENA es todo lo contrario, sus oligarcas son dueños de los grandes medios; publican lo que les interesa apegados o no a la verdad, obedeciendo a la ideología del neoliberalismo. El FMLN podría financiar al Diario Co Latino, periódico más afín a su ideología, pero no lo hace. Mientras tanto, este rotativo anda detrás de los centavos para salir adelante. El Gobierno inclusive, le retiene por semanas el pago de los anuncios, lo cual es muy grave.

Me parece que el gobierno del maestro Salvador Sánchez Cerén debe de ser más aventado. Es importante el llamado al diálogo, pero que este no se convierta en una ilusión de la izquierda que aprovecha la derecha para darse el tiempo de que el barco se hunda. Creo que debe de haber algún medio legítimo de ponerle paro a “los cuatro inocentes” del Apocalipsis salvadoreño que interpretan la constitución de tal manera que se convierten de facto en los gobernantes del país. ¿Dónde está la asamblea legislativa formada por 80 diputados? ¿Dónde queda la fiscalía? Los cuatro  se pronuncian y de inmediato se escucha un largo amén que llega hasta los rincones más remotos del país. Por otra parte, las iglesias con excepciones muy honrosas, se han quedado en el  alabaré, alabaré y aleluya, aleluya, olvidando su misión profética. Estamos muy lejos del mensaje de Jesús y de nuestro beato Oscar Romero. Con razón dice el Papa Francisco, según lo afirmado por Mons. Rosa Chávez, que no tiene planificado venir a El Salvador porque hay un vacío de espiritualidad en nuestro país.

Volviendo a la pregunta del ingeniero, creo que quedan bolsones de esperanza pero es necesario darle una buena sacudida al FMLN y refundar a ARENA sin Milenas y viejos dinosaurios en los tres poderes del Estado.

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