Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
41 aniversario Masacre de La Quesera
Los ecos de ráfagas de fusiles, el sonido atronador de las hélices de los helicópteros suspendidos en el cielo, escenas de violencia demencial y los gritos de niños, mujeres y adultos mayores, corriendo para salvar sus vidas, une el pasado de un centenar de sobrevivientes de la Masacre de La Quesera, que reunidos de nuevo en la Loma del Pájaro, en Linares Caulotal, rinden como cada año, una evocación colectiva a la memoria de las víctimas.
“Estamos aquí, para conmemorar los 41 años de la masacre de La Quesera, familiares de las víctimas y los sobrevivientes y miembros de las Comunidades de Base. Venir a este lugar que nos trae a la memoria hechos que no se olvidan y esa pena nos acompaña cada día -a veces- se hace más presente y más consciente, porque están vivas en nuestra memoria”, expresó madre Noemí.
Las Comunidades Eclesiales de Base del Bajo Lempa y el Comité de Víctimas de la Masacre de La Quesera, junto a Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández” y otras organizaciones de derechos humanos, se reunieron para conmemorar el 41 Aniversario de las víctimas de La Quesera y sitios aledaños.
Madre Noemí reiteró que “Venir a este lugar consagrado para unir fuerzas, unir esperanzas y para seguir luchando sin descanso para que estos masacrados inocentes sean la luz de la ruta que debemos de seguir en esta niebla oscura que en este momento está viviendo nuestro pueblo”, dijo.
“Estamos conscientes que vivimos tiempos obscuros, estamos viviendo tiempos de tinieblas y muchas mentes adormecidas. En donde reina la mentira impune, reina un poder sin misericordia, reina un cinismo despiadado y un cruel silencio indiferente y que en nuestro país se está formando una fosa común para los derechos y la esperanza esperada”, agregó Madre Noemí.
La religiosa señaló que muchas vidas están siendo acalladas por la muerte de muchos jóvenes privados de libertad, así como mujeres, hombres y ancianos en el contexto del Estado de Excepción que llegó a los nueve meses de haberse instaurado por el gobierno del presidente Nayib Bukele.
“Por esto estamos juntos aquí para tener ese encuentro año con año como hermanos, con amigos y amigas que fortalecen nuestras vidas y acompañan nuestro caminar. Porque en las calles se oye un clamor de indignación rebelde y es el miedo que revienta y que se hace valiente y que siente la necesidad que haya luz de esperanza”, afirmó.
“Por esto traemos a la memoria a personas que lucharon por un proceso de justicia para las víctimas, y que se convirtieron en luz en nuestro caminar como Monseñor Oscar Romero, un gran faro que nos ha iluminado en el camino por la justicia. María Julia Hernández, que acompañó a las víctimas, a padre Pedro Declerk, que vivió junto a los más desposeídos, y muchos otros mártires”, manifestó Madre Noemí.
La Masacre de La Quesera fue documentada por un grupo de abogados que encabezaba la Dra. María Julia Hernández, luego de la firma de los Acuerdos de Paz (enero de 1992).
Alejandro Díaz, abogado de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández” señaló que la Masacre La Quesera sucedió entre el 20 al 30 de octubre de 1981, por una serie de batallones militares junto a miembros paramilitares y civiles que pertenecían a ORDEN.
“Esta incursión militar se da luego de la destrucción del Puente de Oro, el 16 de octubre de 1981, entonces, fue una represalia, en donde utilizaron al Batallón Atlacatl, eso se ha documentado”, afirmó.
“Hemos logrado documentar también, la utilización de armas químicas contra la población civil como el Napalm (sustancia inflamable de combustible gelatinoso que se usa de proyectil incendiario), fósforo blanco (elemento químico es un agente incendiario de uso militar), y que se envenenó el agua y se logró establecer la ubicación de dos sitios de exhumación de cadáveres en la zona”, acotó Díaz.
Sobre la documentación del caso, Díaz acotó que entre ese 20 al 30 de octubre se asesinaron a más de 400 personas entre niños, niñas y mujeres. Además, de contar con archivos desclasificados de Estados Unidos, que documentaron que los militares salvadoreños lanzaron a niños amarrados desde los helicópteros en pleno vuelo.
De las exhumaciones se recuperaron 42 osamentas, que las realizó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), más el levantamiento de testimonios de los sobrevivientes, Tutela Legal pudo preparar el caso para peticionar justicia.
“Con estas exhumaciones de estas personas y otros documentos se presentó una querella ante la Fiscalía General de la República en el año 2007. Lo hizo María Julia Hernández junto a Wilfredo Medrano y Ovidio Mauricio, y desde entonces no ha habido más avances, porque la Fiscalía no ha querido judicializarlo”, manifestó Díaz.
Díaz lamentó que la Fiscalía solo se ha quedado a “tomar pruebas de declaraciones” pero sin profundizar en el caso, ni presentarlo ante los tribunales, pese a las pruebas científicas como las exhumaciones de las 42 víctimas, por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Así también, la documentación presentada por la Asociación Pro-Búsqueda, que señala con informes desclasificados sobre militares y asesores estadounidenses que tenían conocimiento de las ráfagas de disparos indiscriminados contra la población civil, porque acompañaban a los militares salvadoreños en los helicópteros.
El problema con la Masacre La Quesera es que mientras no se judicialice por la Fiscalía en los tribunales, no se pueden presentar más pruebas o testimonios de personas que sobrevivieron. Las cuales están muriendo sin haber obtenido justicia para ellos y sus familiares.
“Pensamos para el próximo año, ya que Pro Búsqueda, también ha presentado una denuncia de la desaparición de muchos niños hacer una solicitud conjunta para solicitar judicializar el caso e intimar al mismo Alto Mando de 1981, José Guillermo García , Flores Lima, y algunos que ya murieron”, adelantó Díaz.
