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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Comunidades indígenas de los cantones Sisimitepet y Pushtan en Nahuizalco, de Sonsonate, junto a organizaciones ambientales y defensoras de derechos humanos como la UNES, MESUTSO y FESPAD, evaluaron el 2022 sobre la situación del río Sensunapán en sus componentes ambientales y culturales.
Habrá que recordar que en 2021 la Cámara Ambiental de Segunda Instancia de Santa Tecla emitió medidas cautelares de protección en favor del patrimonio cultural y ambiental del río Sensunapán y de las comunidades indígenas de Nahuizalco ante la posible construcción de un octavo proyecto hidroeléctrico, dichas medidas se han prorrogado en cuatro ocasiones. El pasado 12 de diciembre se generó “un escenario de incertidumbre”, ya que se venció un período de prórroga más y hasta la fecha no se les ha notificado si la instancia judicial las ha vuelto a prorrogar.
Y es que los habitantes afirmaron que el proyecto hidroeléctrico “Nuevo Nahuizalco 2”, el cual sería ejecutado por la empresa Sensunapán S.A. de C.V., estaría amenazando la biodiversidad de la cuenca del río en sus componentes: bióticos, abióticos, estéticos y también causando un daño irreversible al patrimonio cultural intangible de los pueblos indígenas debido a los daños que causaría en los sitios sagrados que han sido ejecutados por la comunidad.
En su pronunciamiento, las comunidades consideraron que “el 2022 cierra de forma desfavorable para los pueblos indígenas y el río Sensunapán, ya que el Estado por medio del Ministerio de Cultura, no mostró voluntad de cumplir las medidas cautelares ordenadas por un tribunal máximo en materia ambiental.
Las medidas cautelares decretadas por la Cámara Ambiental ordenan al Ministerio de Cultura a que actualice la política pública para los pueblos indígenas de El Salvador a fin de mantener y desarrollar la identidad étnica y cultural cosmovisión, valores y espiritual tal como lo regula el artículo 63 inciso segundo de la Constitución de la República.
Sofía Morán, del Comité Indígena para la Defensa de los Bienes Naturales de Nahuizalco consideró “indignante” la falta de voluntad de las autoridades por proteger el patrimonio. “Para nosotros es indignante que sigamos siendo ignorados”.
Enrique Carias, siempre del Comité Indígena recordó que llevan aproximadamente 19 años de luchar por el río Sensunapán, esta situación “es triste, porque no debería de ser así. Si las autoridades tuvieran conciencia de lo que realmente nos espera en el futuro hicieran algo”.
Carias comentó que las medidas cautelares emitidas por la Cámara fueron del agrado de la comunidad. «Fue o es una gran esperanza en este camino pero de nuevo nos da tristeza que el Ministerio de Cultura no haya podido en 18 meses hacer el trabajo que la cámara les ordenó. Incluso se están haciendo cómo que no es con ellos».
Las medidas cautelares deben ser permanentes, pidieron las comunidades, “si no se puede, pues que resuelvan en favor del Río Sensunapán, ya que está demostrado que el daño que se le hace al Sensunapán es grave y seguirle haciendo más daño sería algo descarado, la empresa se debe retirar del lugar”, pidió Carias.
Alejandro Labrador, de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), sostuvo que la situación del río se encuentra en una situación de degradación y de deterioro acelerado, incluso, dijo que existen estudios donde confirman la demanda de agua que se hace en el río Sensunapán casi duplica la cantidad de oferta de los bienes hídricos existentes.
“Esta cuenca es una de las más importantes del país y está condenada a desaparecer en lo que queda del siglo XXI, porque está sometida a una extracción que no es coherente con la crisis ecológica que hay”, finalizó Labrador.
Por lo anterior, demandaron a las instituciones públicas la priorización de la gestión sustentable de la región hidrográfica Sensunapán-Banderas, realizando planes estratégicos de largo plazo, incluyendo en ellos la eliminación de permisos ambientales a proyectos extractivistas que vulneran la cosmovisión y medios de vida indígena, así como el adecuado equilibrio ambiental; y con ello rescatarla del estrés hídrico en el que se encuentra.
