El eterno sometido

EL ETERNO SOMETIDO

Por Mauricio Vallejo Márquez

Escritor y editor del Suplemento 3000

 

Las dictaduras militares nos dejaron como herencia el conformismo y agachar la cabeza. Nos dejamos que pasen sobre nosotros sin que digamos nada, sin reclamar.

Nos tratan mal y nos quedamos callados. Enfrentamos las injusticias en nuestros empleos como si fuera algo correcto. Observamos como gente sin ética va trepando y teniendo libertad financiera. Esa política de siempre decir sí y aún sabiendo que todo está mal hacer como si no pasa nada.

¿Porqué no podemos cambiar eso? olvidamos que el cambio no lo va a traer un candidato político, mucho menos un diputado. El cambio real comienza en cada individuo, cuando se percata que nadie le va a solucionar la vida.

No porque sea malo ayudar a los demás. El detalle es que nos han metido tanto en la cabeza que debemos dejarnos, que cada uno salva su pellejo. Tanto nos entró eso en la cabeza que mientras estemos bien nos tiene sin cuidado que otros estén mal.

Hace poco recordé la enseñanza de un rabino, que afirmaba que es bueno enseñar a otros a pescar. Pero, ¿cómo va a pescar si tiene hambre? Primero se debe alimentar al individuo y luego enseñarle a pescar.

Es obvio que el solo alimentar puede generar comodidad y a veces pereza. Sin embargo, no es ningún misterio que en nuestro país las oportunidades son escasas y además las que existen no siempre tratan como seres humanos y con dignidad a los empleados.

Así que uno debe enfrentar el sistema. Debemos desaprender la forma en que nos educaron para aprender la forma en que debemos vivir, buscando la justicia social, la solidaridad y la dignidad.
Al fin de cuentas que real eso: «el cambio está en uno».

Ver también

«Orquídea». Fotografía de Gabriel Quintanilla. Suplemento Cultural TresMil, 20 abril 2024.