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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Debido a que la mayor parte de la basura generada se conduce a rellenos a punto de concluir su vida útil y otra parte es abandonada en las cercanías del lugar de origen o sometida a procesos inadecuados, el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) propuso al gobierno central y municipalidades, una recolección de desechos sólidos que reduzca los costos y se mantenga una relación ecológica, viable con el ambiente y sin ocasionar problemas de salud a las personas.
Los procesos industriales o naturales generan desechos y residuos, los cuales deberían ser incorporados de nuevo a procesos beneficiosos, lo que no se puede incorporar es convertirlo en basura y genera problemas de contaminación.
La propuesta del CESTA es que cada municipalidad implemente el proyecto “Cero Basura”, lo cual implica que todos los desechos son debidamente aprovechados y no generar basura. Esto es un proyecto que se alcanza en el tiempo, pero lo importante es desarrollar esfuerzos de gestión para conducirse por este proceso de sustentabilidad.
Ricardo Navarro, presidente del CESTA, explicó que recolección de basura en el país se hace de manera insustentable, por ello, parte de la propuesta es convertir los desechos orgánicos en abono lo más cerca de su lugar de origen, exigir a las industrias la reducción y procesamiento de sus desechos cuando sea posible; entregar los desechos domiciliares en forma separada y recogerlos de esa forma.
También recomendó promover pequeñas empresas afines a la gestión sustentable de desechos como producción de bienes durables, reciclaje, venta de bienes usados, entre otros; prohibir la producción, comercio y consumo de materiales fácilmente desechables como los plásticos de un solo uso; prohibir la incineración de residuos. El CESTA propone establecer protocolos para la gestión adecuada de desechos eléctricos, electrónicos, hospitalarios, químicos y radiactivos; y brindar a las alcaldías de los fondos necesarios para la gestión de los desechos.
El pasado 14 de diciembre de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 30 de marzo de cada año como el Día Internacional de Cero Basura, luego el 17 de marzo 2023, en el contexto de negociaciones para formular un tratado legalmente vinculante que busque poner fin a la contaminación plástica.
Los 33 países exhortaron a los Estados a pedir que el tratado esté firmemente arraigado en un enfoque de derechos humanos, que reduzca desigualdades entre personas, permita una transición justa y proteja el ambiente.
