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El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, votó el pasado 3 de abril, la aprobación de Ron Johnson, un Coronel del Ejército jubilado y que actualmente funge como enlace de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el Comando Sur de los EE. UU. conocido como SOUTHCOM.
El respaldo senatorial a Johnson, quien es el nominado por el presidente Donald Trump, para el cargo lo acercaría a la confirmación como titular de la embajada norteamericana en El Salvador, según detalla un comunicado emitido por el Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES).
La decisión del gobierno estadounidense de colocar a un exoficial militar al frente de su representación diplomática en El Salvador, genera preocupación dados los antecedentes de apoyo militar de los Estados Unidos a la represión estatal salvadoreña, durante el conflicto civil armado de los años 80s y 90s.
CISPES explica en su pronunciamiento que acciones como la solicitud de un aumento de presupuesto al Pentágono, centro neurálgico de operaciones militar de los Estados Unidos, para el año 2020 y la firma de un “acuerdo histórico” con los ministros de seguridad de El Salvador, Honduras y Guatemala para “cortar la migración irregular desde la raíz”, obligarían a las naciones que integran el Triángulo Norte de Centroamérica a cooperar con una militarización de las fronteras, en favor de evitar la inmigración irregular.
“Los problemas de violencia que enfrentamos como país requieren de una estrategia humanística e intersectorial. Necesitamos defensores de derechos humanos, psicólogos, doctores y maestros, no estrategas militares”, exteriorizó Mirna Perla, activista de derechos humanos y sobreviviente de la masacre de estudiantes de la Universidad de El Salvador en 1975.
Fredis Sandoval, de la organización Concertación Monseñor Romero, manifestó su descontento ante el nombramiento del exmilitar como representante de la diplomacia estadounidense en El Salvador y argumenta que tal acción norteamericana, envía el mensaje que: “los derechos humanos no son una prioridad”, para la administración de Trump.
La nominación de Johnson, pasará a un voto pleno en el Senado, sin embargo, indica CISPES, que si este ha sido convocado a audiencia por el Comité de Relaciones Exteriores, es probable que enfrente poca oposición.
