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Doctora Matilde Elena López: “allá está su corazón montando guardia”

César Ramírez[1]

Datos biográficos.

Fragmentos de su vida y obra en Literatura Stereo[2]

Nació en San Salvador el 7 de febrero de 1922 y falleció el 11 de marzo de 2010.

Doctorado en filosofía y letras de la Universidad Central del Ecuador.

Inició sus estudios universitarios en la Universidad San Carlos de Guatemala y los terminó en la Universidad Central de Quito, Ecuador.

Grado de Doctor en Letras por incorporación en la Universidad de El Salvador.

Grado de Periodismo en la Universidad San Carlos de Guatemala.

Postgrado en Sociología del Arte, Universidad Central del Ecuador.

Ha cultivado los géneros de: Poesía, Teatro, Cuento y Ensayo.

Premios recibidos:

Concurso Nacional de la Paz en Guatemala en 1953 obtuvo la Paloma Oro de la Paz.

Primer Premio en Poesía Universidad Central del Ecuador 1955.

Premio Único Certamen Dante Alighieri Guatemala 1964.

Primer Premio Poesía Certamen de Sonsonate 1960 El Salvador.

Segundo Premio Teatro Juegos Florales Latinoamericanos de Quetzaltenango 1976.

Homenaje de la Asociación de Mujeres Universitarias AMUS 1977.

Grado de Caballero en la Orden de Las Artes y las Letras por Decreto de la República de Francia 1990. Orden instituida en 1957.

Obras más representativas:

Masferrer alto pensador de Centroamérica, Ministerio de Educación Guatemala 1954.

Pensamiento social de Masferrer.

Masferrer o el humanismo vitalista.

Masferrer y el desarrollo social de El Salvador.

Masferrer revolucionario, socialista utópico o reformista.

Polémica en torno a Masferrer.

Cartas a Grosa, Colección Caballito de Mar, Dirección de Publicaciones 1972.

Estudios sobre poesía, Dirección de Publicaciones 1973.

El Momento perdido 1976.

La Balada de Anastasio Aquino.

Los sollozos oscuros.

Retablo de los desaparecidos.

Habitante en la niebla.

Novísimos poetas salvadoreños (Estudio para la poesía salvadoreña, Hannover Alemania, edición bilingüe alemán-español)

¿Cómo nace su interés por la escritura?

Es una vocación temprana, fue descubierta en el aula de primaria, ganando esos certámenes consabidos de la madre, del árbol, etc. pero en la educación media comencé a escribir lo que consideraba ensayos, pero estos fueron verdaderos cuando los llevé a Diario Nuevo y ahí me los publicaron, ahí me alentaron por medio de una correspondencia con el Jefe Editor y suponían que  yo era una persona mayor, hasta que subí con mis libros un buen día y descubrieron que era una adolescente; aún usaba calcetines.

¿Qué acontecimientos considera significativos en su obra?

La historia de una persona, la historia de un poeta, surgen como un signo de destino.

En mi vida hay un año clave: 1944 un año histórico.

Como participante de una lucha contra la dictadura, es esa preocupación y ese entrenamiento ciudadano y democrático el que tiñe para siempre y envuelve toda mi obra. De ahí nacieron los caminos, las rutas y mi estancia en Guatemala por diez años. Este es un hecho cardinal en mi vida.

¿Cuáles fueron sus primeras lecturas?

Apasionada por Aura o las violetas (José María Vargas Vila), las lecturas obligadas de todo adolescente, pero pronto salté a los clásicos y luego en la vida universitaria profundicé en los clásicos grecolatinos son mis preferidos; pero en mi formación esta mucho de los españoles. Mi amor, el amor de vida es Johann Wolfgang von Goethe, mi pasión real es Goethe.

Y mi libro de todos los días y cerca de la cama es: William Shakespeare.

Además, los clásicos griegos entre ellos: Sófocles.

De ahí una cultura bien formada por la carrera que elegí, entonces avancé hacia estudios superiores de las letras hispánicas; comenzando por el principio de esas maravillas letras medioevales, el siglo de oro y mi encuentro con Miguel de Cervantes.

Desde el punto de vista literario, lo considero en su grandeza magistral, el primer gran novelista creador de la novela moderna, además por las esenciales cualidades renacentistas en Cervantes.

¿De su obra actual?

Preparo el Retablo de los Desaparecidos, que es poesía de la guerra completa.

Pero en mi obra siempre está como una balanza. Existe un equilibrio entre la parte lírica esencial personal, subjetiva y otra con lo social que nos ha hecho madurar en estos años de guerra; esta década nos ha hecho madurar a todos, en el sentido las letras.

Con una esencial poesía.

Esta de moda la palabra, pero este es mi poema.

 

Agua del recuerdo

Breve noche de amantes

Y sin embargo amor se fue volviendo agua tan honda

Su cristal profundo al anclar en el puerto dulce

Voz de nostalgia amor y soledades va en mi pensamiento

En la ola vuelve y tu recuerdo vive en cada rayo

Que ciernes sus harinas en el oro

Luz que se filtra por los azahares

Cuando la lluvia cae y alborozan los pájaros sacudiéndose al alba

Y el detalle del canto da en el rostro

Brisa que me refresca,

Hálito tuyo, terciopelo de una remota flor celeste

Que con bulbules azules y blancos nácares plisándose

Ángeles se lavan en la espuma blanca

La huella de mi pie de iris brilla en los albos jazmines de la luna

Amor que mucho tiempo me has llevado

Breve noche de amantes y hondas aguas

Se fue volviendo amor agua tan honda

Agua de tu recuerdo con su brillo de luna

Caló profundo amor en el agua del tiempo.

 

Luna transito un sendero minado

 

He tejido guirnaldas de luciérnagas que coronan mi frente

Y es como una llovizna luz de luna

¡Oh! mi luna esquiva sobre el monte

Por qué transito senderos ya minados

No sé dónde poner el pie, la voz y la mirada

Luna naufrago en el agua del sueño

Donde hay imágenes en ondas movedizas

Por qué transito en arenas huidizas

Tengo miedo de abrir hasta los párpados

La sola vibración de la luz en las pupilas

Puede explotar en estrella airadas

¿Quién eres con esa faz esquiva?

¿Quién que haces volar mi voz en mil pedazos?

Por qué en esa eclosión de relámpago y rayo

¿Dónde mi pie, la voz y la mirada?

Transito por los campos ya minados

Temblando voy esquivo el desencuentro

¡Oh! mi lunita sola en la montaña

No me ocultes el rostro en los espejos

He tejido guirnaldas de luciérnagas para que al fin me reconozcas.

 

Ese poema que seguramente se pondrán a pensar ¿a quién se refiere? Y ¿por qué?, naturalmente tiene su historia, este poema está dedicado a mi hija, por esas relaciones humanas tan difíciles en la vida.

 

¿Ha escrito cuentos?

El cuento me maravilla, me fascina, es un género que por su síntesis apretada, por su concentración, por el refinado estilo que se necesita para logar un verdadero cuento, esa raíz estética que no ha de ser tan sencilla porque le da profundidad, porque se toca algo que es humano, el cuento para mi es algo sumamente especial y lo cultivo, realmente me gusta mucho. Es un precio que aprecio bastante.

¿Qué le permite escribir la década de los ochenta en El Salvador?

Esta década nos ha permitido madurar en el arte, en la vida, en los sueños.

Algunas veces los ideales son irreductibles a la realidad, pero se sigue avanzando en medio de las contradicciones.

Hay un homenaje a Alfonso Hernández que yo título:  Los muchachos de la lluvia, que esta penetrada de esta situación real que vivimos, se llama justamente así..

 

Los muchachos de la lluvia

 

No se volvieron atrás

Saltaron con audacia

Trazaron la estrategia

Y se abrieron paso valientemente.

 

Hasta en el mínimo detalle conocían el terreno

Porque una batalla es mejor

Que pudrirse en la alberca

Unieron sus cabezas

Deliberaron en la sombra

Para lograr unir los sueños dispersos

Acordaron la táctica en un solo pensamiento

 

También sabían que más vale un buen acuerdo

Que mil pleitos ganados

Si hubo alguna duda quedó atrás

Al tomar la decisión de los olivos

Cercados por todas partes se abrieron paso combatiendo

No se echaron atrás, hasta alcanzar la cima y en la cresta de la colina

 

Los hombres que hundieron en la muerte sus ojos puros

Tenían olor a levadura en la mirada

Su ideal vive en el futuro

Allá está su corazón montando guardia

Los que se hundieron en la cárcel

Los que la vida se jugaron

Los que en un vago relieve se unieron en la sombra

Los que parió la madrugada desde el alba vienen amaneciendo

Y de frente miraron a la muerte

Birlándole su cuerpo en el combate

Ellos clavaron el reto en la tierra como espada

Hombres cabales plantando el desafío

Como un árbol desafiando tormentas jugándose la vida

Con agua de borrascas se ha lavado la palabra hombre

Ellos respondieron al reto de la historia fue por la justa causa de la dignidad

 

 

En un solo nombre se integraron

Fabuloso señor de tempestades

Y mientras desafiaban a los cielos

El roble fue quemado por el rayo

Y aún así resistió con los brazos en cruz

Fuerte fue el viento de sus alas en la colina

Aún más fuerte que el huracán

Se batieron en las altas cumbres

Venía el tiempo armado desafiante

Todo erguido en sus armas

Concentrado en su excelsa virtud

De combatiente…

 

 

¿Cuál es el papel del escritor en la sociedad?

Es el testigo de su tiempo, nos da el testimonio, deja hasta en las piedras todo lo que ha visto y expresa la voz de aquellos que no han podido pronunciarse.

De ahí la doble función de la poesía en los momentos de crisis, en los momentos de historia álgida de tempestad social, porque a la función propia del artista, del poeta de expresar sus propios sentimientos, a su función de transmitir las emociones y sentimientos, elegías y su propio amor en los tanto temas que tiene la poesía, los temas universales, tiene la doble función de hablar por los otros.

Es decir la doble función en el momento de crisis de expresar el dolor colectivo, el coro lírico no el solo lírico, y por tanto en esa doble función, le esta asignado el alto destino de ser la expresión del pueblo que sufre y el de recoger el testimonio de esos dolores y sufrimientos, como el caso de El Salvador que han sido ríos de sangre, muertes inmensas,  todo el padecer y el sufrimiento del hombre que solo el artista puede recoger plenamente para darlo a conocer y quede para la historia, como ya piedra grabada en el camino.

Esa creo que es la función primordial.

El arte desempeña tantas funciones, necesariamente.

 

¿Qué impresión tiene sobre el movimiento actual literario?

Los años de guerra han dado una cosecha muy buena en cuanto a los jóvenes que ahora se manifiestan. Se pueden descubrir y se pueden contar, se puede decir lo mucho que van a realizar y hasta donde pueden llegar muchos jóvenes talentos.

Evidentemente a través de mi experiencia en los certámenes como jurado y de mi conocimiento de la poesía que se escribe en este momento: cuento, teatro y otros géneros inclusive la novela, ha sido una década rica para nuestras letras.

En el transcurso de la literatura salvadoreña hay: décadas, épocas, generaciones, que podríamos precisar como pequeños siglos de oro, como se dijo de la generación del veinticinco,  la generación de los jóvenes poetas de la Guerra Civil española, que en El Salvador también ha habido pequeños siglos de oro en nuestra poesía y en nuestras letras, desde luego dejando atrás a los mayores y una de ellas fue la Generación Comprometida que unida al Círculo Literario que ha dejado lo más brillante de nuestras letras actualmente.

Es la época de Roque Dalton, Manlio Argueta, Roberto Cea, Quijada Urías de todos estos escritores, pero más adelante vienen otras generaciones que nos dan a un Alfonso Hernández, Miguel Huezo Mixco y una cantidad de escritores algunos de ellos muertos.

La última década, aparece una generación casi suicida, asesinada, una época del silencio como ellos mismos le llamaban, se apunta una brillante generación del ochenta y noventa, que se destaca con un brillo propio y una madurez insospechada, inusitada.

Hay realmente buenas voces entre los jóvenes, uno de ellos es Otoniel Guevara, son muchachos novísimos de los cuales hablo en la antología de la poesía salvadoreña no pasan de los veinticinco años: Javier Alas, Otoniel Guevara, Ivon Melgar, Víctor Acevedo, Carlos Paz Manzano.

Igualmente, en el teatro.

 

¿De su experiencia al dirigir páginas literarias: Los Cinco Negritos?

La experiencia fue muy buena, creo que hizo historia, era una página rabiosa, ahí nosotros tuvimos ese intento de apertura del que ahora hablamos en la Radio, fue una página que se abrió a los jóvenes, que también señaló rutas, tuvo un florecimiento que creo todavía se recuerda.

Ahí estaban: Salvador Juárez, Armando Solís, Joaquín Meza, Rafael Mendoza, Enríquez y otros que tuvieron que salir del país por razones personales.

Luego se desintegró el grupo, pero esa página hay que conservarla como una antología preciosa. Por cierto, Armando Solís se ha encargado de recoger el material de los Cinco Negritos y está preparando un libro con los dibujos que nos ilustraba. Pronto saldrá es obra de Los Cinco Negritos.

Posteriormente tuve a mi cargo la página de Taller de Letras, donde la apertura fue todavía mayor, en esa página recibí de pronto con grandísima sorpresa, una poesía madura quemada de la pólvora que llegaba precisamente de la guerra misma. Entonces yo empecé a abrir esos espacios y dando a conocer ese tipo de obra.

Esos espacios abrieron brecha.

 

¿De su poesía lírica un poema?

Sí.

En los vastos espacios del olvido

 

El amor no sabemos dónde habita

Si solo lo soñamos o nunca fue de veras

O si jamás hubo existido

¿O acaso solo fuera un disuelto fantasma?

¿Una quimera, una nostalgia o una ausencia?

 

Mi voz te llama a media luz

Pero solo eres memoria

Borrado esbozo de un retrato

Un sueño en otro sueño

 

Una isla sumergida en los abismos que fueron habitados por el mar

Gimió el viento, creí que era tu voz, pero solo eres aire silencioso

Un no sé qué huidizo, un nombre y una fecha

¿Qué haces tan solo en medio del olvido?

¿Qué haces perdido en medio de la niebla?

Donde crece la niebla sin luceros

 

Más allá donde no hay más aflicción

Donde solo se alza el pensamiento

Más veloz que el sonido

Más veloz que la luz

En ese vasto espacio donde habitas

En mitad del relámpago

Como el golpe del rayo en la tormenta

De golpe te me vienes tu perfil en el viento

El duro gesto esculpido y tu boina de piel

Y tu silueta alta y erguida con tu mochila al hombro

 

El amor no sabemos dónde habita

Si solo lo soñamos

O si casi era cierto.

 

¿Prepara alguna obra más?

Matilde Elena López escribe poesía, cuento pero que ahora se interesa por el teatro profundamente y que además de La balada de Anastasio Aquino, que es ya parte de una trilogía, estoy preparando la parte que se refiere justamente a 1944, la dictadura martinista bajo un nombre muy sugerente: El General, obra de teatro que a contraluz se destaca el movimiento de 1932, el proceso, la insurrección del año terrible.

Y luego la última parte de la trilogía, lo que estamos viviendo.

La última, tremenda y definitiva sacudida de esta crisis global generalizada que nos trajo la guerra, que es el desafío más formidable y profundo que se ha tenido en los últimos tiempos, ha sacudido a la historia salvadoreña y ha tocado fondo.

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[1]  César A. Ramírez A. (Caralvá). Fundador de Literatura Stereo y Suplemento Cultural 3000 Diario CoLatino. Escritor. Premio Nacional de Cuento 1993, Secretaría Nacional de la Familia. Publicaciones: La primavera salvadoreña, recuerda España (novela); Modernización de las telecomunicaciones en El Salvador, Antecedentes de la Amistad Francia-El Salvador en el siglo XIX: Homenaje al Cap. Joseph Albert Touflet; Historia Corporativa; Primer Congreso de Escuelas Digitales.

[2] Tomado del programa radial Literatura Stereo, 2 de diciembre de 1990. Entrevista no publicada en ningún medio impreso.

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