Saúl Méndez
Colaborador
El pasado 4 de julio, Ruth López, jefa del equipo de Anticorrupción de Cristosal, fue trasladada desde la delegación de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC), en San Salvador, hacia un centro penitenciario en Izalco. Esto, a pesar de existir una resolución judicial que ordenaba mantenerla en dicha delegación por razones de salud.
Ese mismo día, familiares y abogados acudieron al lugar para visitarla y entregarle sus medicamentos, ya que López padece de hipertensión. Sin embargo, se les negó el acceso y recibieron información contradictoria por parte de las autoridades. Horas más tarde, fueron informados del traslado, el cual se efectuó sin previo aviso ni posibilidad de contacto, según relataron.
Aunque autoridades penitenciarias reconocieron de forma informal que López se encuentra en el centro penal de Izalco, ni su familia ni su defensa han logrado verla o comunicarse con ella. Esta incomunicación, según Cristosal, genera preocupación por su estado de salud y constituye una grave vulneración a sus derechos humanos.