Página de inicio » Opiniones » Cuando se acerca la Navidad

Cuando se acerca la Navidad

José M Tojeira

La Navidad es tiempo de paz. “Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los seres humanos amados del Señor”, cantan los ángeles en la narración de San Lucas. Y durante siglos la fe cristiana ha continuado convencida de que la tarea de construir paz en el mundo es indispensable para ser coherentes con el mensaje de Jesús. En el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del primero de enero del próximo año, todavía no publicada, el Papa Francisco insiste en vincular educación, trabajo y diálogo entre generaciones como auténticas “herramientas para construir una paz duradera”. Porque la paz no es un deseo o un ideal abstracto, sino una tarea que requiere esfuerzo, justicia y dedicación permanente. Por eso, ante la llegada de la Navidad, nuestros esfuerzos tienen que dirigirse no solo  a los aspectos más tradicionales de cultivar el encuentro familiar, que ciertamente son muy importantes, sino también a pensar la sociedad que queremos.

Lo primero que el Papa pone como herramienta para construir la paz es educación. Educarnos para la convivencia, para la tolerancia, para la amistad resulta fundamental para poder priorizar la paz en el comportamiento humano. En un ambiente en el que, sobre todo en el campo político, se privilegia el insulto, el grito, la burla, y donde la conversación parece más una batalla que un intercambio amistoso, la educación para la paz debe cultivarse en la familia, en las iglesias, en la escuela y en la convivencia diaria. Y por supuesto debe hacerse presente en la política, pues ésta tiene una enorme incidencia en la cultura popular. Si los liderazgos políticos gritan, insultan y se dedican a entablar batallas verbales, el fanatismo en ocasiones, y el desinterés por la política en otros casos, se vuelve costumbre entre quienes asisten al espectáculo de los pleitos en el que las palabras se disparan más que se pronuncian.

La segunda herramienta en esta ardua tarea de construir la paz es el trabajo. Los seres humanos nos dignificamos y nos hacemos humanos trabajando. Por eso, la Doctrina Social de la Iglesia insiste siempre, tanto en la dignidad del trabajo como en el salario justo. Cuando el trabajo no cubre adecuadamente las necesidades de la persona actual, cuando hay explotación, falta de trabajo, informalidad, salarios mínimos escandalosamente bajos, la paz está siempre en riesgo. Si bien en el gobierno anterior y en el actual ha habido esfuerzos por aumentar el salario mínimo, todavía quedan serias brechas entre los diversos trabajos, y todavía el mínimo está lejos de brindar seguridad y tranquilidad a las familias. En el trabajo informal, tan extendido en El Salvador, donde la ley del salario mínimo no existe, la situación es con frecuencia peor. La opción por la migración continúa siendo un alternativa importante en muchas familias, que viven en la angustia de la escasez económica o temen la violencia en el territorio.

Y la última herramienta es el diálogo. La participación social positiva es prácticamente imposible si no se garantiza y defiende el pluralismo. El acceso a la información pública es otro de los elementos indispensables para un diálogo constructivo. Proceder con honradez y con capacidad de escucha, saber que el acuerdo entre partes es mejor que la victoria de una sola opinión, resulta indispensable para que el diálogo fructifique. Como en muchos otros lugares, en El Salvador tenemos que mejorar nuestras actitudes y nuestros mecanismos de diálogo. Tener cintura y capacidad de reflexión ante la crítica es también necesario. Las soluciones de largo plazo solo tendrán éxito si comenzamos a confiar unos en otros.

En ocasiones podemos necesitar mediadores. Lo hemos visto en el pasado, pues sin los mediadores hubiera sido difícil llegar al proceso de paz y al cese de las armas. Este tiempo de Navidad, tiempo de paz, nos ofrece la posibilidad de dialogar sobre la fraternidad y sobre los problemas que la impiden o dificultan. Ojalá no la desaprovechemos.

Ver también

Una nueva reforma política para una nueva burguesía

Por: Ricardo Ayala Secretario Nacional de Educación Política e Ideológica del FMLN En los corrillos …