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Alma Vilches
@DiarioCoLatino
El Observatorio de la niñez y adolescencia donde participan diferentes organizaciones de la sociedad civil, señaló que el COVID-19 afectó la calidad del aprendizaje, la cobertura ha estado determinada por la conectividad y los recursos económicos para el acceso a la tecnología y al internet, exacerbó las desigualdades sociales, inequidad y exclusión, lo cual incidió en la salud mental y emocional de la niñez y adolescencia estudiantil. Durante 2021 se evidenció que en todo el país el 25.2%, es decir 299,167 jóvenes de 15 a 24 años no tuvieron acceso a educación ni a empleo. En la zona rural el porcentaje fue de 30.2% y en el área urbana de 21.7%; la brecha es mayor por sexo, ya que en las mujeres es de 35.6% y 14.5% en los hombres. Solo el 2.5% de niñas y niños de 0 a 3 años asiste a un centro educativo de educación inicial.
Estas problemáticas han sido más acentuadas con la pandemia, pues la desigualdad en el acceso a oportunidades educativas por la vía digital aumenta las brechas preexistentes, en materia de acceso a la información y conocimiento, el proceso de aprendizaje a través de la educación a distancia, dificulta la socialización y la inclusión en general.
Pese a que 1.8 millones de personas tienen acceso a Internet, muchos lo hacen a través de recargas telefónicas, sin embargo, durante el confinamiento domiciliar obligatorio, fue difícil salir por una recarga telefónica o tener disponibilidad de dinero para recargar.
Aunque estas desigualdades no sólo se trata del acceso a equipamiento, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM, 2020), para 2020 la escolaridad promedio a nivel nacional fue de 7.2 grados, de acuerdo a la zona de residencia, se presentan diferencias marcadas, en el área urbana la escolaridad promedio fue de 8.2 grados y en el área rural fue de 5.5 grados. Por sexo, la escolaridad promedio de los hombres fue de 7.4 y 7.0 para las mujeres.
El Ministerio de Educación, a través de la Oficina de Información y Respuesta (OIR), informó que en 2020 el primer año escolar afectado por la pandemia del COVID-19, se tuvo como resultado 1.5% menos en la matrícula inicial a nivel nacional con respecto a 2019; durante 2021, la variación porcentual fue de menos 2.2% con respecto al 2020 y de un menos 3.7% en relación al 2019. Es decir, en 2021 se matricularon 48,668 estudiantes menos a escala nacional que en el año 2019 sin pandemia.
Estas cifras ilustran una parte del panorama de cómo la pandemia del COVID-19 ha afectado el acceso a la educación en El Salvador, a la fecha no se cuenta con porcentaje actualizados sobre la cobertura educativa. El sector privado presentó la mayor disminución de matrícula inicial por año, con 38,405 estudiantes menos en 2021, con respecto a 2019, la mayor variación porcentual en el sector privado ocurrió en 2021 con respecto al 2020 con un menos 16.1% de estudiantes matriculados.
Según cifras proporcionadas por la OIR-MINED, en el sector público durante 2021 hubo 10,263 estudiantes menos con respecto a 2019. La variación porcentual se presentó en menos 1.2% en 2020 con relación al 2019; en el año 2021 tuvo un leve incremento de 0.32% respecto a 2020.
