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Comunidades indígenas de Nahuizalco, Sonsonate exigieron al ministerio de Medio Ambiente no otorgar permisos para construcciones de represas en la cuenca Sensunapán. Foto Diario Co Latino/Ricardo Chicas Segura

Comunidades exigen al MARN detener proyecto hidroeléctrico Nahuizalco II

Alma Vilches
@AlmaCoLatino

Las comunidades indígenas de Pushtan, Sisimitepet y Loma del Muerto, integrantes del Comité Ambiental de Nahuizalco, Sonsonate, exigieron a las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) no otorgar permisos para más construcción de represas en la cuenca Sensunapán, debido a los daños que generaría al ecosistema.

 Sofía Morán, habitante de la comunidad Sisimitepet pidió al MARN que no permita una nueva consulta pública sobre el proyecto hidroeléctrico Nahuizalco II; este proyecto ya ha sido consultado en 2010, el cual fue superado por la comunidad, al demostrar el daño irreversible que causaría al río y a la población que de él subsisten.

“Ahora la empresa ha continuado sobornando a la gente, engañándola, dando regalías con tal de conseguir firmas de apoyo; le exigimos al ministro de Medio Ambiente que no permita esa burla, porque como comunidad ya demostramos el daño que causaría y se declaró el río Sensunapán con estrés hídrico. Pedimos que el ministro se solidarice con nosotros y esta lucha que llevamos ya por quince años”, afirmó Morán.

Según los habitantes de las comunidades, el proyecto “Pequeña Central Hidroeléctrica Nahuizalco II” generaría impactos negativos para los habitantes de Nahuizalco, ya que dejaría un tramo de cuatro kilómetros de río totalmente seco, cerca de 30,000 personas de las comunidades serían afectadas directamente, al ser un afluente altamente contaminado, tanto por la industria cañera como por las aguas residuales que recibe.

 Mario Pedro Rodríguez, representante del Consejo de Pueblos Indígenas se mostró en desacuerdo con la construcción de más represas, porque las comunidades están muriendo de destrucción, ya que con ese tipo de proyectos se pone protección a los ríos y los habitantes de la zona ya no pueden acceder al agua ni a los peces.

“No queremos más represas porque están violentando la ordenanza a los derechos de los pueblos indígenas, también están violentando la ordenanza micro regional, están violentando derechos internacionales como el convenio 169, las declaraciones de las Naciones Unidas, porque están destruyendo la biodiversidad”, externó Rodríguez.

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