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Aunque usted “Si” lo crea: vivimos en un planeta hueco…

Carlos Girón S.

Arlington, Dallas, Texas. Continuemos ahora con el tema que narra hechos insólitos, difíciles de digerir, que parecieran de gente loca. Pero yo estoy trasladando a los lectores de Diario Co Latino crónicas que se encuentran por muchos lados, como en el internet y YouTube. Ofrecí iniciar comentando el libro del Dr. Raymond Bernard, de quien ya di algunas referencias y es el autor del libro “La Tierra Hueca”.

“Ese continente encantado en el cielo. ¡Tierra del misterio eterno!”

“Me gustaría ver esta Tierra más allá del Polo (Norte).

El primer capítulo de esa obra tiene por subtitulo:

“EL DESCUBRIMIENTO DEL ALMIRANTE BYRD QUE MARCO UNA ÉPOCA con citas atribuidas a Byrd, como estas:

-El mayor descubrimiento geográfico en la historia de la humanidad.

-¡Esa área más allá del Polo es el centro del Gran Desconocido!”

Contraalmirante Richard E. Byrd.

Continúa Bernard: “Las dos citas anteriores son del más importante explorador de los tiempos modernos, el contraalmirante Richard E. Byrd, de la Armada de los Estados Unidos. No se les puede encontrar sentido ni comprender de acuerdo a las viejas teorías geográficas de que la tierra es una esfera sólida con un centro inflamado, en la que los dos polos son puntos fijos. Si este fuera el caso, y si el almirante Byrd voló respectivamente 2.740 y 3.710 kilómetros a través de los Polos Norte y Sur a las tierras de hielo y nieve del otro lado -cuya geografía se conoce-, resultaría incomprensible que él mencionara en su comentario este territorio como “el Gran Desconocido”. Además, no habría razón para que empleara un término como “tierra del misterio eterno”. Byrd no era poeta, y lo que describió fue lo que observó desde el avión. Durante el vuelo ártico de 2.740 kilómetros más allá del Polo Norte informó por radio que debajo de él no había hielo y nieve, sino áreas de montañas, bosques, vegetación, lagos, ríos y que veía animales extraños parecidos a los mamuts congelados encontrados en hielo ártico.

“Resulta evidente que había entrado en una región más cálida que el territorio de hielo que se extiende desde el Polo a Siberia. Si Byrd se hubiera referido a esta región, no tendría razón para llamarla “el Gran Desconocido”, ya que se puede alcanzar con solo atravesar el Polo de un lado de la región ártica al otro. La única forma de comprender las frases enigmáticas de Byrd es descartar la concepción tradicional de la formación del planeta, y considerar una completamente nueva, que sostiene que las extremidades ártica y antártica no son convexas sino cóncavas. Por lo tanto, al ir más allá de los polos, Byrd entró en las concavidades polares. Es decir, que no cruzó los polos hacia el otro lado, sino que entró a la depresión polar; como veremos más adelante, se abre al interior hueco de la Tierra. Tiene un clima tropical y es el hogar de plantas, animales y humanos. Este es el “Gran Desconocido” al que se refería Byrd, no el área de nieve y hielo del otro lado del Polo Norte, que se extiende al norte de Siberia.

“La nueva teoría geográfica, presentada por primera vez en este libro, explica las frases enigmáticas de Byrd y muestra que no fue un soñador, como puede parecerles a aquellos que se aferran a teorías geográficas antiguas. Había entrado a un territorio nuevo “desconocido”, porque no estaba en ningún mapa, porque todos los mapas fueron hechos sobre la base de la creencia de que la Tierra es esférica y sólida. Ya que casi todas las tierras en esa esfera sólida fueron exploradas y registradas por los exploradores polares, no había lugar para el territorio descubierto por el Almirante Byrd: ¡un área tan grande como América del Norte!, que él llamó el Gran Desconocido.

“Este misterio solo se puede resolver si aceptamos el concepto básico de la formación de la

Tierra presentado en este libro, y apoyado por las observaciones de los exploradores árticos que se citarán en este trabajo. De acuerdo a este concepto revolucionario, la Tierra no es una esfera sólida, sino que es hueca con aberturas en los polos. El almirante Byrd entró por ellas por una distancia de 6.450 kilómetros durante sus expediciones ártica y antártica de 1947 y 1956. El “Gran Desconocido” al que se refería Byrd era la extensión sin hielo dentro de las concavidades polares, abiertas al interior hueco de la Tierra. Si este concepto es acertado, como trataremos de probar, los Polos Norte y Sur no existen ya que estarían ubicados en el aire, en el centro de las aberturas polares y no en la superficie terrestre. Esta visión se presentó por primera vez en un libro llamado Phantom ofthe Potes (Fantasma de los Polos), de William Reed, publicado en 1906, poco tiempo después de que el Almirante Peary afirmó descubrir el Polo Norte y luego lo negó. En 1920, se publicó otro libro escrito por Marshall Gardner, llamado A Journey to the Earth’s Interior or Have the Poles Really Been Discovered? (Un viaje al interior de la Tierra o ¿los polos de veras fueron descubiertos?), que reclamaba la autoría de la misma teoría. Resulta curioso que Gardner no tuviera conocimiento alguno del libro de Reed, y llegara a sus conclusiones en forma independiente.

Ambos decían que la Tierra es hueca, con aberturas en los polos, y en su interior vive una vasta población de millones de habitantes que conforman una civilización avanzada. Es probable que este sea el “Gran Desconocido”, al que hacía referencia Byrd.

Ya continuaremos con esta fascinante historia en próximos trabajos, aprovechando las hospitalidad de Diario CO LATINO.

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