Nadie puede dudar que la reciente captura del abogado constitucionalista Enrique Anaya, así como la de Ruth Eleonora López, ocurrida hace 15 días, es parte de un plan del gobierno por meter en las rejas a todo aquel que alce la voz para criticar su gobierno.
El presidente Bukele no quiere voces disidentes, independientemente de la ideología que promulguen, solamente no quieren opiniones que empañen la mala gestión del gobierno, sobre todo en temas de corrupción, algo que está en boca de muchos salvadoreños.
Las capturas realizadas en el marco del régimen de excepción: Enrique Anaya, Ruth López, Alejandro Henríquez, el pastor José Ángel Pérez, Eugenio Chicas, Fidel Zavala, Salvador Guerra, Pepe, entre otros, han sido por sus opiniones en contra del actual régimen. Claro, el gobierno no se atreve a aceptar ante la opinión pública, ante el pueblo, que el único delito son sus críticas hacia el gobierno, muchas de las críticas, por cierto, bien fundamentadas.
Enrique Anaya, en varias entrevistas de televisión, mostró su preocupación, su miedo de ser capturado por sus opiniones. “El que critique, el que no se arrodilla ante el ídolo se va preso. Acepto que tengo miedo. Cualquier persona que se atreve hablar acá, lo hace con miedo. Porque aquí la Fiscalía es una fábrica de armar tamales. Le inventa a uno cualquier tontera y lo mete preso”, dijo hace una semana Anaya en el programa Frente a Frente.
A Ruth López, por ejemplo, cuando la capturaron, la Fiscalía dijo que por peculado, y cuando se dieron cuenta que el delito no era aplicado a ella, modificó el supuesto delito a enriquecimiento ilícito, y la jueza que está al servicio del sistema aceptó el delito y la mandó a instrucción con prisión preventiva por seis meses.
A Enrique Anaya, la Fiscalía lo acusa de “lavado de dinero”, si nos atenemos a las declaraciones previas del abogado, dada a la televisión, estamos ante un caso, donde la Fiscalía le ha inventado un delito. Los seis meses de prisión en el periodo de instrucción para el pasto López y el abogado Alejandro Henríquez también presentan esa característica de inventar delitos. La Fiscalía los acusa de haber participado en una protesta violenta. Fue todo lo contrario, pues los de la Comunidad El Bosque participaban en una manifestación pacífica, propio de un grupo de familias evangélicas que lo único que “imploraban” era que el presidente Nayib Bukele, se diera cuenta y evitara el desalojo de más de 300 familias de la cooperativa, cuyo lanzamiento estaba fijada para el 22 de mayo, lo cual fue evitado por el gobierno, pero siempre metió presos a uno de los líderes de la comunidad y al abogado asesor.
En el caso de Ruth López, su captura obedece a sus investigaciones y sus denuncias de corrupción del gobierno. El tema de la corrupción ya suena también en la opinión pública, y unido a otros temas como el CECOT, el cierre de escuelas y unidades de salud del ISSS, los ECOS Familiares, la falta de medicinas y el tema de Los Chorros, afectan la imagen del presidente Bukele.
De acuerdo con el Centro de Opinión Pública (COP), la imagen del presidente Bukele ha disminuido casi 30 puntos en menos de 24 meses. De 80% ha bajado al 55%, según la firma encuestadora.
Según Carlos Araujo, responsable del COP, no hay dudas de que la imagen del mandatario seguirá bajando, en la medida de que su narrativa sea cuestionada por la opinión pública. Esta podría ser la razón por la cual el gobierno está persiguiendo y encarcelando a los que opinan, a los que critican porque esas opiniones están permeando entre la ciudadanía.
El gobierno no podrá encerrar a todas las voces disidentes, y a sus críticos, pues desde el anonimato estos podrán recurrir a las redes, a la comunicación, a los mensajes boca a boca, y porque tiene tres diputados de oposición en el parlamento, las suficientes para hacer conciencia a los salvadoreños de lo que está pasando.