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Houston/dpa
Guiada por Lionel Messi y su nuevo récord, Argentina clasificó hoy a la final de la Copa América Centenario al golear 4-0 al anfitrión Estados Unidos en la semifinal jugada en el estadio NRG de Houston y espera ahora al ganador del choque entre el actual campeón Chile y Colombia.
Ezequiel Lavezzi, a los tres minutos; Messi, con un tiro libre a los 32′ que lo convirtió en el máximo goleador histórico de la selección, y Gonzalo Higuaín, con un doblete a los 50′ y 83′, anotaron los goles que llevaron a la Argentina a su tercera final en dos años.
El conjunto dirigido por Gerardo Martino quedó así a un paso de lograr el único objetivo con el que viajó a Estados Unidos: conquistar la Copa América Centenario y poner fin a una sequía de 23 años sin títulos, tras perder dos finales consecutivas en el Mundial de Brasil 2014 y la Copa América 2015.
La selección argentina dio una demostración de buen fútbol en el NRG Stadium, techado y refrigerado para no sufrir el intenso calor de esta región de Texas, y alimentó la ilusión de Messi y sus compañeros rumbo al título.
Fue muy superior al equipo anfitrión desde el inicio. Dominó con calidad en todos los sectores de la cancha y no les dejó espacios a los locales, guiado por la gran actuación de Messi y un buen funcionamiento de equipo, el mejor de todo el certamen.
Argentina comenzó a presionar desde el inicio del partido y a los tres minutos de juego abrió el marcador en una jugada que comenzó con un tiro de esquina corto. Messi colgó un pase alto al área y Lavezzi lo resolvió con un cabezazo al arco de Brad Guzan.
El delantero del Hebei Fortune de China festejó a las cámaras con un gesto desencajado muy similar al de Diego Maradona hace exactamente 32 años, cuando le convirtió a Grecia en el Mundial de EEUU 1994.
Messi tuvo varias chances al inicio del partido, como el remate que se le fue apenas por encima del travesaño a los 8 minutos, o la gran jugada solitaria que realizó a los 14′, sorteando a un rival tras otro, y definió con un zurdazo que obligó a Guzan a reaccionar.
Por fin se le dio a los 32′ con un exquisito gol de tiro libre luego de que Chris Wondolowski le cometiera una falta rumbo al área. Certero, Messi pateó al ángulo superior izquierdo de Guzan, que esta vez no pudo hacer nada.
Estados Unidos, que hasta entonces había amenazado con algunas veloces jugadas de contra pero de poca definición, perdió conexión con el partido, ante la desesperación de su técnico Jürgen Klinsmann en el banco.
El conjunto anfitrión extrañó las ausencia de tres jugadores clave, Bobby Wood, Jermaine Jones y Alejandro Bedoya, que en los partidos anteriores supieron darle un mayor ataque vertical.
El primer tiempo terminó con polémica, al no cobrar el árbitro paraguayo Enrique Cáceres un penal del arquero estadounidense a Lavezzi, a quien golpeó con el brazo en el cuello cuando intentó frenar su avance.
Y tras el descanso continuó la polémica, esta vez por un espectador que atravesó corriendo el campo hasta donde estaba Messi esperando el silbato de inicio. Le pidió que le autografiara la camiseta argentina, el delantero accedió y el hombre se arrodilló y le besó los botines. Con el trofeo en la mano, corrió por el campo hasta que fue atrapado por los guardias.
Pocos minutos necesitó el conjunto de Martino para volver a demostrar su superioridad. Higuaín remató al arco y Guzan le dio un rebote que el delantero del Nápoli y máximo artillero de la liga italiana aprovechó para marcar el tercer gol albiceleste.
Argentina sufrió luego dos pérdidas valiosas, con las lesiones en menos de cuatro minutos de Augusto Fernández y Lavezzi, quien chocó de espaldas con las vallas que rodean el campo cuando intentaba rescatar una pelota y cayó hacia atrás y quedó largos minutos tendido. Fueron reemplazados por Lucas Biglia y Erik Lamela, respectivamente.
El incidente desconcentró a los sudamericanos, momento que aprovecharon los estadounidense para forzar un tiro libre y la primera atajada de Sergio Romero.
Lamela se perdió el cuarto gol en una gran jugada de contraataque pero el remate cruzado se le fue largo del palo izquierdo de Guzan. Y luego le tocó a Messi, cuando Guzan le tapó un remate. Pero el crack volvió a arremeter tras robarle el balón a la defensa estadounidense y casi frente al arco le abrió un pase a Higuaín, que definió sin dudar a los 83′ y quedó a un solo gol de los 32 goles de Diego Maradona.
Los más de 70.000 espectadores reunidos en el NRG Stadium, donde por primera vez Estados Unidos tuvo un apoyo popular muy cálido y animado, se rindieron finalmente ante Messi y sus compañeros.
Argentina viajará ahora a Nueva Jersey para jugar el domingo ante el ganador de la otra llave de semifinal entre Chile y Colombia, por lo que nadie descarta que se pueda reeditar la final de la Copa América 2015, con un sabor de revancha para los albicelestes.
