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Gloria Silvia Orellana
@Diario CoLatino
Miguel Ángel Urbina, especialista en gestión de riesgo de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), explicó que la “Gobernanza de la Gestión Ecológica” es una iniciativa interesante y que va más allá, de un solo trabajo comunitario, pues interpela a los gobiernos municipales y nacional a dar un giro para enfrentar los fenómenos climatológicos, que genera el Cambio Climático.
“Allí se debería trabajar en comisiones comunales, comisiones municipales y organizaciones territoriales que tengan un enfoque muy participativo con la gente y también la visión de derechos humanos”, sostuvo.
Con 16 estaciones de monitoreo climático en los municipios de Guaymango, Jujutla y San Francisco Menéndez, conocido como la Zona Sur de Ahuachapán, estas tres comunidades cuentan con herramientas técnicas que les permiten ir compilando información climatológica y realizar análisis de la situación.
“¿Cómo les sirve esta información a los pobladores?, primero cuentan con información de primera mano, luego compartiéndola con los pobladores que residen en la parte media y baja de la Zona Sur, además de los que viven en las subcuencas del territorio para sus actividades de cultivos o en la prevención de las inundaciones”, señaló.
Esta recopilación de datos está en manos de los líderes y lideresas comunitarias, quienes se encargan de registrarla en una bitácora y cuando al contar con este respaldo de informes sobre el comportamiento de la lluvia en el territorio nacional y las situaciones que les afectan por los fenómenos climatológicos generan avances en la gobernanza de la gestión ecológica.
“Como es una valiosa información de las lluvias les permite a los compañeros y compañeras a generar esos espacios y correlación de acciones para activarse y organizarse. Tomando medidas de prevención ante las inundaciones o deslizamientos de tierras y para proteger la pérdida de vidas humanas, o materiales de manera eficiente y eficaz”, explicó, Urbina.
¿Qué es el monitoreo y el sistema climático?, Urbina, expresa que es un sistema de medición para observar el estado del agua y del clima, como base para realizar análisis comparativos entre la norma o lo irregular del estado del tiempo -es decir- en prevención de algún cambio del clima y el agua durante época seca o lluviosa.
Esto se realiza con un “Sistema Climático” que lo compone cuatro monitoreos: el Pluviométrico, el de Temperaturas , el de Pozos y el Biofísico, explicó Urbina.
El monitoreo pluviométrico o registro de lluvias mide la cantidad de lluvia caída y les permite revisar el estado del clima. Una herramienta para un uso de determinación para tomar medidas de prevención ante riesgos de desastres.
Mientras, el monitoreo de la temperatura les indica cómo medir los niveles de del entorno y determina los niveles de humedad en el territorio, que lo realizan utilizando termómetros que les permite un registro fidedigno para determinar el registro y comportamiento de la humedad o sequía, para contrastarlos con los períodos de lluvia.
Por otra parte, el monitoreo Biofísico les permite observar la calidad de agua en el manglar de esta población que vive en la costa por lo que pueden constatar y dar aviso si la calidad de esa agua salobre es capaz para la producción de vida de dichos ecosistemas. Y por último, se encuentra el monitoreo de Pozos artesanales de las comunidades que les permite medir la cantidad de agua en fuentes hídricas para comparar la cantidad de agua disponible para consumo y uso humano.
“Toda esta información es clave porque no solo le sirve a la comunidad en su territorio, si no también puede servirles a los gobiernos locales para articularse con las comunidades. Y sobre todo para el nivel del gobierno central, estos datos les podría servir para generar acciones de prevención ante los diferentes fenómenos climatológicos, así como elaborar políticas públicas”, resumió.
No obstante, reconoció que existen “ grandes deudas” con la población como la falta de aprobación por parte de la Asamblea Legislativa de la Ley de Cambio Climático, que al final desperdicia insumos científicos que la población genera en estos territorios. Porque la población ha sido previamente preparada para recoger este tipo de información técnica y científica, que podría servir para ir marcando los parámetros para abordar cualquier desastre climatológico como ha ocurrido con las lluvias y de una vez, introducir medidas gubernamentales frente al Cambio Climático. “De hecho, el trabajo de las comunidades y la UNES, en la zona Sur de Ahuachapán y entre las cuatro subcuencas del río El Naranjo, río Cara Sucia, río Cauta y la microcuenca El Aguacate, comenzó con el empoderamiento de estas comunidades que han sido previamente capacitadas e instruidas para manipular el equipo y así poder registrar estos datos del pluviómetro y termómetros”, indicó.
“Nos da esperanza sobre todo que la mayoría de estas monitoreadoras son mujeres y lideresas que se han identificado con lo que ocurre en su entorno, y esto surge también a partir de la necesidad de la población de reivindicar la defensa de los bienes naturales, porque saben que de ellos subsisten, que dependen de esos ecosistemas como la pesca y, claro, también la agricultura”, añadió.
Otro ángulo favorable para generar Gobernanza para la Gestión Ecológica, señaló Urbina, es el involucramiento de los pobladores de las comunidades, porque es la realidad que estos viven a diario y enfrenta con las inundaciones o sequías, que son los principales motivos que llevó a estos grupos poblacionales a prepararse para contar y generar información óptima.
Agregó el llamado para articular acciones de prevención entre los gobiernos municipales en los territorios, porque los comunitarios están abiertos a compartir esta información. Además, que constitucionalmente la responsabilidad y obligación de generar seguridad y protección depende de los gobiernos locales y nacional. Así como preservar los bienes naturales.
“Generar esta información científica es un –plus- porque le está diciendo al gobierno municipal o al Estado mismo, así estamos y esto es lo que tenemos, simplemente esto es lo que necesitamos para que los agentes garantes de la protección y seguridad de estas zonas vayan al territorio y trabajen de la mano con la población de eso se trata la gobernanza en la gestión ecológica”, sostuvo Urbina.
Sobre la información recabada el año 2021, Urbina señaló que esos datos se encuentran abarrotado de múltiples emergencias por fenómenos climatológicos que fueron fuertes y golpearon la seguridad y soberanía alimentaria en ese territorio con la pérdida de granos básicos, aunque estos datos comunitarios no estuvieran registrados en las estadísticas del gobierno central. “Seguiremos teniendo similares situaciones de impacto este 2022, y las comunidades y nosotros seguiremos diseñando y sistematizando este tipo de información valiosa que no solo queda a la organización y pobladores. Esto tiene su trascendencia porque es una información vital para las comunidades para que tomen iniciativas a partir de los hallazgos que ya han tenido en años anteriores y porque realmente los impactos este año pueden ser más amplios y fuertes que el año pasado”, manifestó.
Asimismo, estas comunidades, junto a la UNES, seguirán emitiendo estos boletines informativos que son hechos públicos cada 6 meses, en concordancia a la frecuencia de datos que demandan los productores y productoras que tienen cultivos familiares o iniciativas productivas, para la toma de decisiones con certeza de cuándo sembrar y llevar adelante sus cultivos de subsistencia.
“Toda esta información sobre las posibles inundaciones o sequías, que se miden con los pluviómetros se retoman con el registro de las temperaturas para medir la humedad, lo que permite tomar distintas acciones hasta de restauración en los ecosistemas, porque hay que saber hasta qué tipo de árboles sembrar en ese espacio no solo es reforestar porque sí”, indicó. “Este monitoreo climático viene a abonar al trabajo, a nivel territorial, y sería bueno que los tomadores de decisión decidieran por fin unirse de forma coordinada y en respuesta a estos procesos que ellos han articulado. Y no solo tenemos esas apuestas, también implementaremos el diplomado de Crisis Climática estado actual y el Ecocentrismo, que tiene el fin de seguir fortaleciendo a estas comunidades inmersas en esta crisis ambiental y climática”, puntualizó Urbina.
