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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Las verduras y frutos sembrados y cosechados orgánicamente son ofrecidos por Mercedes Monge, que integra a Comunidades Unidas de Santiago Texacuangos y Tierra Viva, su experiencia le ha permitido adquirir conocimientos ancestrales, que ha empleado en sus cultivos y así producir sus propios alimentos libres de agroquímicos, que muestran la posibilidad de poder recuperar los suelos, el agua y generar Soberanía Alimentaria.
“Nuestra lucha es tener nuestros propios alimentos, y la agroecología nos permitiría obtenerlos; si tenemos la comida, lo tendríamos todo al ser autosostenibles y si logramos nuestra propia alimentación nos convertimos en soberanos de nuestras propias vidas. Por ahora, muchos dependen de los grandes centros comerciales o las transnacionales de alimentos, pero si cultivamos podemos nutrirnos mejor y tener una vida sana y rescatamos de una vez el medio ambiente. Y esto se da a través de valores morales como la unidad, el respeto a todo el conocimiento y saberes ancestrales para obtener los cultivos y la sana convivencia desde nuestros hogares y nuestras comunidades”, declaró.
El sonido del caracol unido al incienso y el saludo a los cuatro puntos cardinales en donde viven los padres ancestrales inundó la plaza Morazán, y dio pasó al evento de “Intercambiando conocimientos y técnicas agroecológicas para nuestra soberanía alimentaria”, celebrada por diversas organizaciones de la Red de Ambientalistas Comunitarias de El Salvador.
Con la consigna “Tejiendo la red de la vida, fortalecemos las pequeñas acciones para la recuperación de nuestros derechos, fomentar la agroecología y la soberanía alimentaria”, dijo Zulma Larín, quien está al frente de la Red de Ambientalistas Comunitarias de El Salvador.
Zulma reafirmó el interés por resguardar los derechos ambientales de la población y en especial de las mujeres, que constituyen el centro fundamental de vida y producción en la zona rural.
“La soberanía alimentaria y la agroecología con enfoque de saberes ancestrales, es un tema que está verde en el Estado salvadoreño. Como organizaciones promovemos que se apruebe este marco normativo, así como la Ley de Agua, que cuenten con mecanismos y presupuestos, para recuperar el medio ambiente y conocimientos de los pueblos a partir de vivencias ancestrales, pero sabemos que estamos lejos todavía, de allí nuestro compromiso social de seguir trabajando”, expresó Larín.
La agroecología como concepto nació en 1920, es una ciencia que consiste en aplicar a la procesos ecológicos los sistemas de producción agrícola. La FAO ha definido diez elementos comunes que la integran como los biofísicos y socio-económicos, a partir de tres pilares estratégicos del desarrollo sostenible: social, económico y ambiental.
“El cambio climático es una realidad y los desafíos son altos, todavía la vivencia y el reconocimiento a los saberes de los pueblos originarios es difícil, y estamos lejos de que se garanticen los derechos humanos, porque no llega fácilmente la educación formal, y menos la educación cívica para formarnos en derechos humanos y que sean tomados en cuenta para impulsar estas acciones a favor del país como la agroecología”, indicó Larín.
