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Washington/Prensa Latina
Nunca más, no es posible que Chile vuelva a vivir hoy lo ocurrido hace 50 años atrás, afirmó el embajador de ese país en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés.
Al recordar el golpe militar que derrocó el 11 de septiembre de 1973 al presidente democráticamente electo Salvador Allende, el diplomático dijo que lo sucedido entonces «no fue un enfrentamiento entre dos ejércitos».
Lo que hubo fue «un ejército que aplastó a una parte de la población y que llevó a una de las horas más dramáticas que ha vivido Chile en términos de derechos humanos, de concepto ético, de respeto por la humanidad y por las personas», subrayó.
Durante una velada homenaje en la sede de la embajada de la nación suramericana en Washington DC, Valdés se refirió a las más de mil 500 personas, cuyo paradedo todavía se desconoce y que es un deber del Estado -apuntó- encontrar una respuesta.
Organizada en colaboración con los residentes chilenos en esta capital, el acto abrió con las últimas palabras de Allende, que cinco décadas después mueven emociones.
«No voy a renunciar», expresó el mandatario aquel 11 de septiembre en que la traición cercenó sus sueños y los del Gobierno de la Unidad Popular.
En medio del combate en el Palacio de la Moneda, Allende legó su extraordinario testamento político en el que planteó su esperanza en que «más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas».
Después de ese momento no faltó el «Te recuerdo Amanda» de Víctor Jara, el cantor al que quisieron apagarle la voz y fue multiplicado. La canción la supo interpretar Patricio Zamorano, mientrtas Karen Chacana se ocupó de traer al presente a esa Violeta Parra indispensable.
La poesía de Pablo Neruda y Gabriela Mistral; el testimonio de Francisco Letelier, hijo del canciller Orlando Leterier, asesinado en 1976 en las calles de Washington; y de Catalina Laronne, quien confesó los dolores del exilio, terminaron de conformar anoche la velada.
Documentos desclasificados recientemente evidenciaron el rol no solo de la CIA, sino también del presidente estadounidense de turno, Richard Nixon, en el apoyo al golpe que instauró la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
La administración Nixon (1969-1974) estuvo muy involucrada en los esfuerzos para impedir que Allende asumiera el poder en 1970 y en el posterior derrocamiento de su gobierno, señaló un artículo publicado en el sitio digital Common Dreams.
