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Redacción Nacionales
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Disponer de fondos, personal de ayuda y una planificación previa, son elementos indispensables que debe manejar el Estado ante una emergencia por fenómenos naturales, tal y como se vive en el occidente del país, donde cientos de personas se han visto afectadas por los sismos registrados. A pesar de que El Salvador es un territorio vulnerable a que sucedan este tipo de eventos, presupuestos estratégicos como el de Protección Civil no han aumentado, cuestionando así las prioridades del mismo Estado.
El presupuesto de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres no ha sobrepasado los 3 millones de dólares en los últimos 5 años a pesar de que con las lluvias incluso, generan graves consecuencias no solo a las familias salvadoreñas sino al territorio y aumenta la vulnerabilidad aún más. El principal objetivo de Protección Civil es diseñar, coordinar y dirigir la implementación de los distintos planes para la prevención del riesgo y mitigación; así como la atención de emergencias y desastres a nivel del territorio nacional.
En el presupuesto de 2019 se asignó para la unidad presupuestaria “Prevención y Atención de Riesgos” del Ministerio de Gobernación un total de $6,535,460. De los cuales para “prevención, control y extinción de incendios” fueron $3,622,705 y para Protección Civil fueron $2,912,755.
En el año 2020 la misma unidad presupuestaria aumentó, pero sin ser significativa, pues se contempló $6,570,455. De los cuales para extinción de incendios fue de $3,732,210 y para Protección Civil, $2,838,245.
En el año 2021, la unidad presupuestaria tuvo $6,524,140, de los cuales, para incendios se destinó $3,720,910 y Protección Civil, $2,803,230. En 2022, se elevó a $7.683.850 la unidad presupuestaria “Prevención y Atención de Riesgos”, de los cuales, para incendios se destinó $4,980,890 y a Protección Civil $2.702.960.
Mientras que para este año se ha destinado a esa unidad, $7,683,850, de los cuales, $4.980.890 se destinan para controlar incendios y $2,702,960 para Protección Civil. Tomando en cuenta que la vulnerabilidad del territorio es significativa el presupuesto para reaccionar tiende a ser bajo.
Sobre el punto de la vulnerabilidad, el ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegain, planteó que El Salvador, así como los demás países de Centroamérica es vulnerable a los fenómenos naturales. Los sismos sentidos en el occidente del país y Guatemala y las consecuencias que de momentos se han generado, es un ejemplo de ello.
También, el funcionario sostuvo que se debe “ir arreglando el desorden urbanístico” que el país “ha tenido”. Dicho “desorden”, según explicó Bidegain, ha incrementado la vulnerabilidad de los territorios culpando a los gobiernos anteriores.
“Ese desorden que los gobiernos anteriores irresponsablemente generaron porque dieron permisos a diestra y siniestra. Han visto cómo nuestras ciudades han crecido. Antes, daban permisos de construcción o a veces ni siquiera verificaban si las empresas tenían permisos de construcción. Se hacían zonas industriales donde no debían hacerse residenciales sino zonas agrícolas y otros todo ese desorden de la irresponsabilidad de los gobernantes anteriores es que nos ha generado esta mayor vulnerabilidad”, comentó.
“Nosotros hemos preparado la atención de las emergencias que genera esta vulnerabilidad con equipos de respuesta y rescate, pero estamos haciendo desde que comenzamos este gobierno, hacer correcciones de diseño con respecto al desorden urbanístico para ir saliendo de la vulnerabilidad”, destacó Bidegain.
Las declaraciones del funcionario contrastan con la actuación de la administración del presidente Nayib Bukele, ya que el medio digital enfocado en periodismo ambiental “MalaYerba” documentó cuatro proyectos del gobierno que iniciaron sin tener permisos ambientales, entre ellos, el hospital veterinario, Chivo Pets, ya que el presidente Bukele colocó la primera piedra el 1 de noviembre de 2021, pero el permiso ambiental llegó hasta el 22 de enero de 2022. De la misma forma se construyen la Biblioteca Nacional, el Estadio Nacional y el Centro de Confinamiento del Terrorismo en San Vicente.
