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Mirna Jiménez
@DiarioCoLatino
“La involucración de la Fuerza Armada -ya masiva- que se está haciendo, que incluso se llega a entrenar a cuerpos militares para hacer tareas de seguridad pública, eso sí es un retroceso, es una vuelta al pasado”, señaló el exembajador de El Salvador en los Estados Unidos, Rubén Zamora, durante una entrevista televisiva, donde se analizó la coyuntura actual, luego de la firma de los Acuerdos de Paz (1992).
Zamora dijo que la Fuerza Armada está para defender la soberanía nacional y su utilización solamente se debe hacer en casos de extremas emergencias; aclaró que así quedó establecido en la Constitución de la República y que, en ese sentido, se estaría violando la Carta Magna.
“Tenemos una condición muy difícil en la lucha contra las maras, de acuerdo. Pero eso no justifica incluso que se viole la Constitución de la República”, subrayó, y agregó que aquí esto “ya se volvió costumbre y se viene haciendo desde los diferentes planes como la estrategia de mano dura, superdura (…) y su continuidad en los dos gobiernos del FMLN se volvió normal”.
También argumentó que ve retrasos en la institucionalidad del país, la cual se está rompiendo, y la “subordinación de poderes está regresando tal como era cuando mandaban los militares”, agregó que existe ya una Asamblea Legislativa “muy subordinada”.
“Creo que una Asamblea débil, en el conjunto de una democracia representativa, es una Asamblea subordinada, aunque no lo diga”, indicó el también exembajador salvadoreño ante la Organización de las Naciones Unidas(ONU), quien además consideró que este poder está cayendo en la subordinación por la crisis que atraviesan los partidos políticos.
Comparó que, luego de la Firma de los Acuerdos de Paz, hubo y hay avances, pero hay también graves retrocesos y muy preocupantes. Como ejemplos positivos mencionó que los medios de comunicación se han desarrollado, tienen más acceso a la información pública y ahora saben quién roba, cómo roba y los ciudadanos castigan con su voto.
En materia judicial dijo que hay avances en cuestiones técnicas; no obstante este poder se ha vuelto derrochador con el dinero que se le asigna, y por otra parte mucha de la deshonestidad que hay ahí no se ha tocado a fondo, afirmó el diplomático.
“Han habido algunas correcciones, arreglos, pero no hay una reforma o estudio a fondo”, dijo Zamora y añadió que en la fiscalía está el tema de cómo se elige este cargo de fiscal, que es parte del reparto en la Asamblea Legislativa.
“El fiscal termina siendo un instrumento de reparto, que es uno de los casos graves de corrupción de la Asamblea Legislativa, pero continúa siendo”, lamentó.
Asimismo, el analista dijo que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) no existe -solamente el nombre-, y consideró que realmente lo que hay es un acuerdo de que la Organización de Estados Americanos (OEA) le de una asistencia técnica a la fiscalía. “Para eso no necesita CICIES, la fiscalía lo puede hacer directamente”, indicó.
“Esto es realmente vergonzoso, vea la actitud de Naciones Unidas (…) seguramente les han dicho que seguirán estudiando el caso, no le van a decir no a El Salvador, pero no se quieren meter en un tema que no tiene sentido”, afirmó.
Zamora criticó el alineamiento incondicional del gobierno salvadoreño con los Estados Unidos en el contexto internacional, y aseguró que ya no existe política exterior con esa nación, sino “una cancillería” para hacer lo que Estados Unidos le dice. “Aquí se hace lo que Estados Unidos quiere”, consideró.
