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Urge una nueva Ley Orgánica en la UES

Por Fredis Pereira
Máster en Administración y Gerencia Pública

Las leyes de un país no son eternas. Esto es así porque el mundo cambia y es necesario que las leyes respondan a las exigencias actuales de los ciudadanos. La Asamblea Legislativa es el único Órgano del Estado competente para cambiar las leyes en El Salvador y no necesita pedir permiso a nadie más que al pueblo. Los diputados tienen la obligación de tomar iniciativas para mejorar el funcionamiento de las instituciones del Estado y garantizar que sirvan a la persona humana. Cambiar la Ley Orgánica de la Universidad del El Salvador (UES) le hará bien al pueblo salvadoreño.

El ejercicio de las competencias de la Asamblea Legislativa no requiere aprobación de las autoridades de la UES. Los defensores del estatus quo en la UES se han encendido para cuestionar cualquier idea que signifique cambios. La hipocresía les permite afirmar que la única forma para cambiar la Ley Orgánica es mediante la aprobación de la Asamblea General Universitaria (AGU). No es que desconozcan el orden constitucional, pues algunos tienen titulo de doctores en derecho, y saben y enseñan que según el artículo 131 ordinal 5° de la Constitución (Cn) establece que a la Asamblea Legislativa le corresponde decretar, interpretar auténticamente, reformar y derogar las leyes de El Salvador. Ninguna ley secundaria puede restringir esta atribución, y mucho menos los gritos de una autoridad que valiéndose de la autonomía violente derechos en la UES.

Las competencias de la Asamblea Legislativa no violentan la autonomía de la UES. Los defensores del estatus quo tuercen el significado y alcance de la autonomía universitaria, poco les falta para afirmar que ejercen soberanía dentro del territorio universitario.  Todavía no han entendido lo que estableció la Sala de lo Constitucional en el Amparo 701-2014: “la autonomía universitaria consiste en la facultad que tiene la corporación universitaria para estructurar sus unidades académicas; formular sus planes y programas de estudio y nombrar al personal encargado de la enseñanza, sin aprobación de ningún otro ente o entidad estatal; nombrar, remover y sancionar a los funcionarios y al personal; disponer y administrar libremente su patrimonio; y darse sus propias normas. Sin embargo, tal autonomía no es absoluta, pues esta se enmarca dentro de los límites que fijan la Cn. y el resto del ordenamiento jurídico de la República.” (sic). Así, el alcance de la autonomía lo fijan las leyes que aprueba la Asamblea Legislativa, y estos limites puedes ser cambiados de acuerdo con los procedimientos parlamentarios para asegurar el bienestar del pueblo salvadoreño.

Los representantes del estatus quo han utilizado la autonomía para la impunidad de delincuentes. En su afán, uno de estos representantes escribió refiriéndose al asesinato de dos policías por parte de Mario Belloso (militante del FMLN): “Sin mayor duda la autonomía de la Universidad de El Salvador se vio afectada por la intervención de la Policía a raíz de tales sucesos; pensamos que el allanamiento y registro practicados, mediante orden judicial, de parte de la Fiscalía y la Policía, supuestamente con el propósito de capturar al presunto autor de los dos homicidios de los agentes de la UMO e incautarse del arma del delito…” Por su parte, el Rector de la UES, Mtr. Roger Arias, ante la Comisión de la Mujer e Identidad de Género de la Asamblea Legislativa, en septiembre de 2018, se excusaba en la Ley Orgánica para no enfrentar el flagelo del acoso sexual contra los estudiantes en la UES; sin embargo, el Consejos Superior Universitario que el Rector preside también ha emitido un acuerdo reaccionando en contra de la sola idea de cambiar la ley que dificulta enfrentar a los acosadores sexuales. También la AGU se ha manifestado en contra de cambiar la ley. ¿Por qué tanto desprecio contra el pueblo?

Las autoridades universitarias no han propuesto cambiar la Ley Orgánica que es contraria al bienestar del pueblo salvadoreño. La ley que les ha permitido amaños en las contrataciones, mantener sin la debida actualización los planes de estudio, violentar los derechos contra las mujeres trabajadoras, acosar a los estudiantes al grado de empujarles al suicidio, y obstruir los ascenso a los profesores que no gozan de la simpatía de las autoridades, discriminar a los jóvenes profesionales y mantener a una planta de docentes pensionados que no quieren actualizarse. No señores, la defensa de la autonomía no puede ser utilizada para mantener esta ley que ha permitido la existencia de un gobierno universitario disfuncional, que carece de sensibilidad humana, que actúa contrario a la justicia social, que violenta derechos constitucionales, que funciona como un sistema desintegrado y desconectado de la realidad del pueblo salvadoreño.  Esta matonería de las autoridades de la UES debe ser cortada de raíz, destituirlos por imperio de ley es lo que le conviene al pueblo y restaurar la autonomía universitaria para que sirva a la persona humana. Por todo esto, urge una nueva Ley Orgánica en la UES y los diputados no deben esperar otros 4 años para que las autoridades de la UES la propongan.

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