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Redacción Diario Co Latino
Una nueva víctima se suma a la larga lista de feminicidios en el país, este miércoles circuló en las redes sociales la foto de María Irene Martínez de Alfaro, a quien su esposo le disparó y luego huyó.
Este asesinato estaba anunciado. Irene había denunciado a Melvin Rigoberto Alfaro, de 40 años, por violencia.
Y ahora él es el principal sospechoso de la muerte de la joven, que habría salido del humilde hogar de sus padres, en busca de una mejor vida.
Este crimen ocurrió en el barrio San Antonio, municipio de Victoria, Cabañas, pero su cuerpo, luego de ser entregado a sus padres, fue velado en el cantón La Palomera, en Sensuntepeque, donde familiares y amigos se reunieron para despedirla.
Sobre el principal sospechoso del crimen, no se tiene información, la PNC continúa con las investigaciones de por qué Alfaro asesinó a su esposa.
Aunque la familia de la víctima ya había percibido que Alfaro le daba mala vida a Irene agrediéndola físicamente y verbalmente.
Y esto era evidente, ya que un vez se presentó donde su familia con la ceja cortada, además, se sabía que Alfaro siempre andaba armado.
El caso de Irene es considerado como un feminicidio que es la consecuencia “más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia mujeres”.
Es de destacar que en el informe más reciente de noviembre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se reconoce que muchos de los problemas «que afectan al país son estructurales y varios de ellos se encuentran pendientes desde el conflicto armado».
En el informe la Comisión deja claro que existe preocupación que El Salvador continúa siendo el país con mayor número de asesinatos de mujeres en la región.
Y agregan que las muertes violentas de mujeres muestran signos de especial odio y ensañamiento como en casos de asfixias, ahorcamientos y agresiones con machete.
