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Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Decenas de mujeres que integran varios sindicatos de trabajadoras domésticas remuneradas acudieron a la Asamblea Legislativa para presentar el anteproyecto de Ley Especial de las Trabajadoras del Hogar Remuneradas en el que solicitan, entre otras reivindicaciones, que se fije un salario mínimo y prestaciones sociales.
La iniciativa de ley tiene como objeto garantizar los derechos de las trabajadoras domésticas, de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República, y los derechos fundamentales para este sector, estableciendo el acceso en condiciones de igualdad para el ejercicio pleno de sus derechos laborales.
“Estamos impulsando esta ley para que como trabajadoras tengamos iguales condiciones laborales a las de otros trabajadores, como horarios establecidos de trabajo y comidas, seguridad social, contrato escrito, pensión digna entre otras”, dijo Aída Rosales, secretaria general del Sindicato de Mujeres Trabajadoras del Hogar Remuneradas Salvadoreñas.
Rosales agregó que otra de las solicitudes hacia los parlamentarios tiene que ver con la ratificación de los convenios 189 y 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el trabajo doméstico, el cual ya fue ratificado por 25 países.
Según estudios desarrollados por las organizaciones feministas, en El Salvador existen al menos 125 mil mujeres, entre los 16 y 49 años, que se dedican al trabajo doméstico remunerado en modalidades de contratación homogéneas.
La propuesta de las empleadas domésticas recibió iniciativa de ley por medio de diputadas del FMLN, quienes consideraron que se debe legislar para brindar garantías laborales a este sector importante de la economía nacional
“Lo que buscamos con esta ley es generar las condiciones para que las mujeres trabajadoras del hogar tengan las garantías laborales; pero, además, que puedan gozar de garantías laborales y así garantizar los derechos laborales de las mujeres”, sostuvo Dina Argueta, diputada del FMLN.
Según datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC), los hogares salvadoreños que contratan este tipo de servicio tienen ingresos mayores de $600 al mes y son considerados de clase media y alta.
