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CRIPDES, 41 años mejorando las condiciones de vida de más de 100 mil personas
Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino
CRIPDES ha trabajado por 41 años en la defensa de los derechos humanos a través del desarrollo de procesos de educación y capacitación para potenciar los liderazgos comunitarios en la protección de medio ambiente; empoderamiento de las mujeres rurales; formación de jóvenes; soberanía alimentaria, bancos comunitarios; memoria histórica, entre otros, con el fin de que sean las mismas comunidades sujetos de desarrollo.
En una entrevista exclusiva para Diario Co Latino, Lorena Martínez, presidenta de CRIPDES, asegura que la organización ha cumplido una gran misión desde que se fundó el 14 de julio de 1984, en apoyo a las familias víctimas de desplazamiento forzado a consecuencia del conflicto armado.
Desde entonces, CRIPDES promueve la organización territorial para que las familias rurales sean gestoras de sus propios cambios y logren así mejores condiciones de vida a través del acceso al agua potable, formación, iniciativas económicas, programa de becas para estudiantes de básica y bachillerato, por mencionar algunas.
La presidenta de CRIPDES, Lorena Martínez, asegura que el trabajo y gestión que se ha hecho desde la organización, durante los 41 años de funcionamiento, ha permitido impactar a más de 100 mil personas del área rural, gracias al trabajo y compromiso de las cinco regiones en donde CRIPDES mantiene trabajo territorial y al apoyo de cooperantes y amigos que durante toda esta trayectoria han estado acompañando.
El acompañamiento de los cooperantes se basa en el otorgamiento de becas estudiantiles, proyectos de agua, huertos caseros, cursos de formación básica dirigido a jóvenes para que estos puedan insertarse a la vida laboral, iniciativas económicas dirigido a mujeres para que puedan lograr autonomía.
– ¿Cuáles han sido los proyectos que la organización ha desarrollado para empoderar a las mujeres rurales?
Desde la secretaría de la mujer de CRIPDES trabajamos porque las mujeres organizadas puedan lograr la autonomía que necesitan para salir adelante. Estamos conscientes que debemos promover y apoyar la salud, educación y el liderazgo de las mujeres.
Con mucho esfuerzo hemos podido implementar acciones concretas para que las mujeres tengan acceso a créditos y ahorros, a través de los bancos comunitarios; el desarrollo de iniciativas económicas, la producción de alimentos a través de la soberanía alimentaria, el desarrollo de conocimientos a través de becas estudiantiles y capacitaciones o talleres sobre control y prevención de incendios, atención de emergencias, autocuido, y otras muchas acciones más a favor de las mujeres. Hemos logrado beneficiar un aproximado anual de 3, 600 mujeres en las cinco regiones que manemos trabajo: La Libertad, Chalatenango, Cabañas, San Salvador, Cuscatlán y San Vicente.
– ¿Qué acciones han ejecutado para que las mujeres tengan acceso al ahorro y crédito?
Ante la negativa de los bancos comerciales de otorgar créditos a las mujeres rurales, en su mayoría jefas de hogar, se decidió crear nuestros propios bancos comunitarios en donde las mujeres pueden llegar y prestar, con la única condición que ese dinero sea usado para iniciativas económicas como pupuserías, tortillería, tiendas, venta de ropa o en cualquier otro tipo de negocios que les permita a las mujeres un ingreso propio.
Así comenzó la iniciativa y los bancos se convirtieron en la herramienta que las mujeres tienen para adelante. Al inicio solo era de préstamos, ahora las mujeres han logrado también tener sus propios ahorros y han desarrollado iniciativas económicas que las han hecho protagonistas de su presente y futuro.
Ahora se cuenta con más de 3, 600 mujeres beneficiadas y se tiene todo un sistema de libros contables en donde se lleva el registro de los ahorros y préstamos y las mujeres tiene su libreta de control.
– ¿Cuál ha sido el trabajo realizado con los jóvenes?
Nosotros hemos reconocido el liderazgo y la determinación de los jóvenes organizados en su esfuerzo por hacer mejores comunidades, con mejores condiciones de vida. Hemos beneficiado a más de 2, 000 personas jóvenes que viven en las zonas rurales del país.
Desarrollamos un proyecto simbólico para potenciar a los jóvenes rurales como lo es La Casa Universitaria, solo ahí tenemos 17 estudiantes universitarios becados y que representan el motor del progreso de sus comunidades y de nuestra organización.
Además, tenemos estudiantes de educación media que también están becados, desarrollamos jornadas de capacitación y talleres de agro escuelas, prevención de embarazos, prevención de violencia a través del arte y deporte, iniciativas productivas, derechos sexuales y reproductivos, entre otros.
– ¿De qué modo se ha trabajado en la protección y defensa del medio ambiente?
En los últimos años hemos adoptado proteger los derechos relacionados con el medio ambiente, la tierra y el territorio con el fin de salvaguardas nuestras comunidades de la destrucción, sobreexplotación y contaminación desmedida que nos perjudica a todos. Los derechos ambientales están consagrados en más de 100 países y sus constituciones.
Como CRIPDES hemos desarrollado proyectos de mejores prácticas agrícolas, gracias al apoyo de La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), con el objetivo de que se disminuya el impacto del uso de agrotóxicos en las siembras; ejecutamos proyectos de acceso al agua potable y de fortalecimiento de los sistemas de agua comunitarios para que los liderazgos comunitarios puedan ponerse al día con los trámites de la Autoridad Salvadoreña del Agua, (ASA); se desarrollaron talleres de prevención de incendios para que las familias puedan tomar acciones en caso de una emergencia.
También hemos desarrollado proyectos de reforestación, capacitaciones sobre el impacto de la minería, el derecho humano al agua, entre otros.
– ¿Cómo ha logrado la organización hacer tanto con tan poco?
Todo se logra gracias al apoyo incondicional de nuestros amigos cooperantes, de organizaciones y organismos como Naciones Unidas, de personas altruistas que creen en nuestro trabajo, que creen en nuestro proyecto y en la honestidad de nuestra organización.
En el camino hemos aprendido a gestionar proyectos, a identificar las necesidades básicas de las comunidades y a buscar ayuda para dar respuesta a esas necesidades.
Cada uno de los proyectos que desarrollamos llevan procesos e indicadores con los que nosotros debemos demostrar que hemos logrado el objetivo y la meta planteada. Nosotros rendimos cuentas a las familias en las comunidades rurales sobre las finanzas de los proyectos y del mismo modo a los cooperantes.
– Entiendo que han hecho la publicación de un libro ¿De qué trata este libro de CRIPDES?
Nuestro libro se denomina El legado de nosotras se centra en la historia relatada desde la experiencia vivida por las mujeres organizadas. La lucha por retornar a nuestros lugares de origen, la defensa de los territorios, el agua, vivienda digna, acceso a la educación y otros derechos fundamentales por los que las mujeres hemos luchado y continuamos luchando.
Está dedicado a todas las personas que, con valentía y esperanza, enfrentaron el horror del desplazamiento forzado durante los años más oscuros de nuestro país El Salvador.
A las vidas que se perdieron en este doloroso camino. A las familias que, a pesar del sufrimiento, han sabido reconstruir su vida, sembrar de nuevo en su tierra y levantar con dignidad y trabajo constante las nuevas comunidades rurales.
– ¿Cuál es el escenario que se vislumbra para la organización frente a la nueva Ley de Agentes Extranjeros?
El escenario es incierto y muy preocupante para nuestra organización y para las familias rurales en donde mantenemos trabajo territorial. Es incierto porque nuestra organización trabaja gracias al financiamiento que nos otorgan los cooperantes, pero es un financiamiento mínimo.
Nosotros no tenemos proyectos millonarios y el 30% que contempla la nueva ley significaría desfinanciar los proyectos que en su mayoría son pequeños y que se ejecutan gracias al voluntariado de la gente.
Tenemos un gran reto de cómo vamos a compensar las becas de los jóvenes, los proyectos de agua, de soberanía alimentaria y el resto de trabajo que realizamos en beneficio de las comunidades. Pero tenemos la confianza que seguiremos trabajando desde y para las comunidades rurales.
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